Elefantes en la maleta
El autor David Espinosa representa en La Abad¨ªa, ¡®Mi gran obra¡¯, realizada con miniaturas a escala
Con 300 actores en escena, obras como esta lograr¨ªan liberar a ese 73% del actorado que, seg¨²n las estad¨ªsticas, trabaja detr¨¢s de una barra de bar.
Pero aqu¨ª no tenemos solo este hipertrofiado elenco, sino que tambi¨¦n hay una orquesta militar, una banda de rock, varios coches, un elefante y hasta un helic¨®ptero. ?Pero en qu¨¦ escenario puede representarse una obra tan majestuosa? ?Esto d¨®nde cabe?, ?en el estadio de Wembley? Lo que pasa es que esto tiene truco: la escala no es 1:1 y todos estos cacharros y actores caben en una maleta y representan un espect¨¢culo sobre una sencilla mesa.
Los actores de Mi gran obra son peque?os y costumbristas mu?ecos de los que se usan en las maquetas de trenes y David Espinosa (Elche, 1976), creador de este espect¨¢culo que se representa solo hasta el domingo en el teatro de La Abad¨ªa, es un sutil demiurgo que con sus grandes manos que bajan del cielo (en comparaci¨®n con los diminutos cuerpos de los mu?ecos) dirige constantemente sus destinos, generando cambios a nivel espacial y de significados, generando teatralidad.
¡°Siempre hab¨ªa trabajado en formato peque?o y con pocos medios¡±, explica Espinosa, "as¨ª que me plantee hacer todo lo contrario: un espect¨¢culo con cientos de actores y presupuesto ilimitado". Esto, que podr¨ªa ser el gran sue?o de todo hombre de teatro, presentaba a¨²n as¨ª algunas dificultades de base: al artista no le gustan mucho las grandes producciones: ¡°Me cuesta entrar en ellas, porque solo veo lo que han costado las cosas¡ Pero criticar es muy f¨¢cil, as¨ª que me pregunt¨¦: ?Qu¨¦ har¨ªas t¨² con esa libertad?¡±.
Utiliza m¨¢s de 300 figuras, sin texto, solo acompa?adas de m¨²sica
Pues pensar a lo grande y hacerlo diminuto, una utop¨ªa hecha realidad: Lo que ha hecho es Mi gran obra, una en la que maneja estos mu?ecos ochenta y siete veces m¨¢s peque?os que un ser humano real (hay flamencas, ni?os, procesiones, suicidas, exhibicionistas, gente practicando todo tipo de posturas sexuales o pol¨ªticos), sin texto, solo acompa?ado de una m¨²sica muy cinematogr¨¢fica.
Se trata de conseguir una sensaci¨®n dram¨¢tica, de movimiento, con figuras est¨¢ticas. ¡°M¨¢s que un argumento lo que presento son narraciones no lineales, peque?as escenas que se refieren a lo que pasa en la sociedad contempor¨¢nea y que encierran met¨¢foras que cada espectador interpreta a su manera¡±. Los espectadores, solo una veintena, ven el espect¨¢culo desde tres gradas. A los de la ¨²ltima fila se les da unos binoculares como los de la ¨®pera para que no se pierdan detalle.
Los espectadores de las ¨²ltimas filas?reciben unos prism¨¢ticos
El curr¨ªculo de Espinosa est¨¢ plagado de trabajos en los que reflexiona, juega y retuerce las nociones de teatro, c¨®mo no, desde el peque?o formato. Por ejemplo, en Felicidad.es los actores no iban al teatro y actuaban a trav¨¦s de Skype, lo que generaba serios enfados entre algunos espectadores. En La procesadora el artista y el actor Vicente Arlandis recib¨ªan un masaje profesional en directo. Por el hueco de la camilla por el que asoman las cabezas de los masajeados, manten¨ªan un di¨¢logo que era grabado y proyectado para el p¨²blico.
Ahora se mete a criticar la, a su juicio, sobreproliferaci¨®n de versiones de cl¨¢sicos en el mundo teatral con el proyecto Much ado about nothing (mucho ruido y pocas nueces), donde tratar¨¢ de reducir todo el universo de Shakespeare, su obra completa, a una sola imagen realizada con todo tipo de chacharros y juguetes (por los que disputa con sus hijos). ¡°No puede ser que al p¨²blico adulto se le est¨¦n contando una y otra vez las mismas historias de diferentes formas, como si fuesen ni?os¡±, dice, ¡°hay que arriesgarse a empezar de la p¨¢gina en blanco. Los que m¨¢s arriesgan en este sentido son los que vienen del mundo de la danza o de las artes pl¨¢sticas¡±.¡°Creo que el arte tiene m¨¢s que ver con lo peque?o, con contar historias de formas m¨¢s sencillas, directas y sin pretensiones y no organizando, con dinero p¨²blico o privado, esos grandes eventos y proyectos culturales muchas veces vac¨ªos de contenido, m¨¢s a¨²n cuando estamos en ¨¦poca de crisis¡±, concluye el artista.
Mi gran obra. Hasta el 21 de septiembre en Teatro de La Abad¨ªa. C/ Fern¨¢ndez de los R¨ªos, 42
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