Atrac¨®n del pueblo en pro del artista
300 personas comen 'cl¨°txines' para que Evarist Navarro haga una obra de con los restos Las circunstancias personales del escultor introducen nuevas significaciones en el resultado
Un acto dionis¨ªaco, como es disfrutar gratis y en la calle de suculentos alimentos aut¨®ctonos ¡ªcl¨°txines¡ª, y el entorno institucionalizado y acad¨¦mico del genio pl¨¢stico, el museo. La gastronom¨ªa, y el arte. En un principio, el proyecto Al vapor propon¨ªa ser solamente la exploraci¨®n de estas contraposiciones. Sin embargo, ha terminado tomando la forma de la exploraci¨®n vital y metaf¨ªsica de un escultor que lucha por su vida. Con los restos higienizados de los moluscos que este jueves devoraron unos 300 asistentes frente al IVAM, y con barro, material fetiche de su obra, Evarist Navarro completar¨¢ una instalaci¨®n en la que se indagan, jugando a los opuestos, algunas de las grandes cuestiones de su carrera, y algunas de las grandes cuestiones de la existencia. El alimento del cuerpo, y el del alma; lo profano con lo sagrado; el presente, que es y se desenvuelve, frente a lo eterno, lo emanente, el recuerdo.
En la obra se confrontan conceptos, objetos y acciones en torno al arte y la gastronom¨ªa
En Al vapor, en torno al arte y la gastronom¨ªa, que estar¨¢ expuesto hasta el 9 de noviembre, se confrontan conceptos, objetos y acciones, todos pivotantes alrededor de las dos disciplinas. Si es que son dos, y no una ¡ªy aqu¨ª est¨¢ uno de los quid de la cuesti¨®n¡ª. En una sala de la primera planta del IVAM luce la mesa para una ¨²ltima cena de 13 comensales,?preparada por la especialista Paloma T¨¢rrega con utensilios y productos elaborados por artistas, cr¨ªticos y conservadores de arte. Una "mesa burguesa", como la describ¨ªa en la presentaci¨®n a los medios Juan Lagardera, comisario de la obra y responsable de la idea de la mesa.
M¨¢s all¨¢ hay diseminadas por el suelo unas garrafas que contienen aceites con hierbas olorosas, que simbolizan cada una los sentimientos que Navarro est¨¢ viviendo en estos duros d¨ªas con sus seres que le rodean. Cari?o, afecto, olvido, dulzura. Aromas que quedan impregnados en los aceites, volubles como los sentimientos que representan, y como el alma, de la que son alimento.
El alimento del cuerpo, la materialidad, viene plasmada en unas piedras, f¨®siles de lo que fue materia org¨¢nica comestible. Marcas f¨ªsicas capaces de perdurar miles de a?os, en contraste con la naturaleza de los aceites. Estos y las rocas f¨®siles conforman los Caminos en el equilibrio de lo posible.
En el centro de la sala se encuentra la Morada de Chipi, centro f¨ªsico y conceptual de todo el montaje. Est¨¢ realizado con dos toneladas de barro y las conchas de las cl¨°txines. El barro fresco, a pesar de su humedad y ductilidad, que dificultan la comercializaci¨®n de las obras que con ¨¦l se hacen ¡ªse deforma, se seca y pierde su cualidad inherente, le salen grietas¡ª, se ha convertido, en un acto de valent¨ªa, en el material favorito de Evarist Navarro. En ¨¦l, ha encontrado el contraste de su car¨¢cter humilde con el poder de?ser tel¨²rico ¡ªevocar la mism¨ªsima Tierra¡ª. Es la naturaleza de la vida (de ello venimos y a ello vamos) y, adem¨¢s, conecta al artista valenciano con los juegos de infancia (de ah¨ª que lo trabaje a menudo con puros pellizcos). Las cl¨®txines, por su parte, eran una parte central de la obra de Chipi Garrido, amiga personal del artista fallecida hace 12 a?os. Se trata de un homenaje a su memoria, una flor, y tambi¨¦n un tumulto funerario, una ¨²ltima morada.
La Morada de Chipi, centro f¨ªsico y conceptual del montaje, est¨¢ hecho con dos toneladas de barro y las conchas de 200 kilos de cl¨°txines
As¨ª, el mecanismo de la obra, de la acci¨®n art¨ªstica, es el de convertir la panzada de 200 kilos de moluscos que el personal se dio el jueves en la explanada frontal del IVAM ¡ªl¨²dica, festiva, impetuosa, con alg¨²n empuj¨®n para conseguir el plato de comida y la cerveza gratis¡ª en lo que se percibe al entrar en la sala en que est¨¢ Al vapor ¡ªun ambiente sacralizado por el arte, con cierta presencia de lo funerario, con la enorme masa de barro fresco que regala silencio, con una iluminaci¨®n tenue, en fin, con un ambiente que invita a la lectura reflexiva, callada y recogida de la obra¡ª.
De fondo, un reportaje de v¨ªdeo sobre todo el proceso, a cargo del cineasta Carles Pastor, y una exposici¨®n de fotograf¨ªas de Carles Pastor completan la experiencia del visitante.
?Es la gastronom¨ªa arte? El debate lleva servido desde hace d¨¦cadas. El fest¨ªn del jueves y la posterior transformaci¨®n creativa y consagradora de los restos intentan arrojar un poco de luz en este sentido. "O de confusi¨®n", como dijo comisario Juan Lagardera.
La esencia ¨²ltima de la existencia, su encaje en el paso del tiempo y el papel que juegan la conciencia y la memoria en todo ello, es otro debate que lleva servido desde que el hombre es hombre. Y sobre ¨¦l intenta arrojar algo de luz, o confusi¨®n, el arte.
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