El MNAC se da un ba?o modernista
El museo huye de estilos, categor¨ªas, cronolog¨ªas y c¨¢nones en su reordenaci¨®n del arte de los siglos XIX y XX, con 1.300 obras, la mitad no expuestas antes
El?Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) es conocido por su colecci¨®n de arte medieval, sobre todo sus pinturas murales rom¨¢nicas, consideradas el conjunto m¨¢s importante del mundo. Pero el principal museo catal¨¢n conserva adem¨¢s, entre sus 300.000 obras de arte, una importante colecci¨®n formada desde 1888 a partir de adquisiciones institucionales, donaciones y suscripciones populares, reflejo de los gustos y avatares hist¨®ricos de cada momento, que no estaba suficientemente bien representada en la permanente. Esto cambiar¨¢ hoy cuando los 4.000 metros cuadrados de la primera planta del museo abran sus puertas dedicados exclusivamente al arte moderno creado desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los primeros cincuenta a?os del XX. En total, 1.300 obras, m¨¢s de la mitad nunca expuestas, de 260 artistas, la mayor¨ªa poco o nada representados hasta ahora y que han abandonado la reserva para ocupar las salas del Palau Nacional.
El arte del XIX y XX bajar¨¢ a un pabell¨®n de la Fira
Uno de los secretos culturales mejor guardados de la ciudad se desvel¨® ayer. Pepe Serra, tras la presentaci¨®n de la nueva museograf¨ªa de los siglos XIX y XX de su museo, explic¨® que ser¨¢n estas 1.300 obras las que ocupar¨¢n uno de los pabellones de la Fira de Barcelona en la denominada Monta?a de los Museos, una zona de Montju?c, entre la Fuente M¨¢gica y el MNAC, llamada a convertirse en un nuevo foco de atracci¨®n cultural y tur¨ªstico.
¡°All¨ª podr¨¢ acabar de explicarse el arte hasta finales de los a?os setenta, completar lo que ahora presentamos y dispondremos de espacio para las exposiciones temporales. Ser¨¢ la puerta de acceso del museo¡±, dijo Serra que defendi¨® que el suyo era el ¨²nico proyecto firme sobre la mesa para estos pabellones construidos por Puig i Cadafalch.
Fira de Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat, La Caixa y el MNAC firmaron un acuerdo en 2103 con el compromiso de unir esfuerzos y tirar adelante el proyecto. Desde entonces, los datos se van conociendo con cuentagotas. Generalitat y Ayuntamiento impulsan un museo de la arquitectura catalana de los ¨²ltimos 75 a?os. El proyecto de Carmen Thyssen de instalar cientos de obras de su colecci¨®n en uno de los espacios que arranc¨® con fuerza parece cada vez m¨¢s lejos de materializarse.
Despu¨¦s de seis meses, en los que el museo se ha puesto patas arriba, esta planta del MNAC parece otro lugar. No solo porque las paredes han mudado del caracter¨ªstico blanco neutro ¡ªque impuso la italiana Gae Aulenti en la reforma del edificio¡ª a colores intensos que enmarcan las pinturas. Tambi¨¦n se ha huido de la com¨²n alineaci¨®n de pinturas y las paredes se han llenado de todo tipo de obras.
Uno de los encargos del MNAC, como museo nacional, es construir el canon del arte catal¨¢n en las diferentes etapas de su historia. Ante la presencia en la nueva museograf¨ªa de obras de autores no catalanes como Juan Gris, Olga Sacharoff, Ignacio Zuloaga, Dar¨ªo de Regoyos o Julio Romero de Torres (representado, entre otras, por un casi in¨¦dito retablo laico con siete de sus bellas mujeres), franceses como Alfred Sisley o noruegos como Edvard Munch, el director del MNAC, Pepe Serra, dej¨® claro que no cree en la rigidez de los c¨¢nones y asegur¨® que ¡°todas fueron compradas por el Ayuntamiento o la Junta de Museos y forman parte y ayudan a entender el conjunto de la colecci¨®n¡±.
Ni estilos, ni periodos, ni categor¨ªas convencionales, ni cronolog¨ªas, ni c¨¢nones. Cuando Serra tomo posesi¨®n de su cargo hace casi tres a?os dej¨® claro que romper¨ªa con la divisi¨®n tradicional del arte que se mostraba en el museo y que echar¨ªa mano de todos los soportes y t¨¦cnicas. Est¨¢ claro que lo ha hecho en la nueva museograf¨ªa. En la reforma coordinada por el jefe de colecciones, Juan Jos¨¦ Lahuerta, pinturas, esculturas, carteles, ilustraciones, caricaturas, muebles, publicidad, fotograf¨ªa, cine e incluso arquitectura, teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de los artistas m¨¢s innovadores y relevantes del periodo (Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch o Josep Llu¨ªs Sert) son arquitectos, se exponen juntos por primera vez, contextualizando y dando sentido a un relato.
La nueva presentaci¨®n explica, de forma compleja, el nacimiento del arte y del artista moderno, c¨®mo se fue abandonando el academicismo considerado ¡°acartonado y caduco¡± por el realismo, donde abundan los desnudos cada vez menos reales. Se muestran los rostros de los artistas a trav¨¦s de sus autorretratos, sus talleres, algunos de los burgueses barceloneses y catalanes que hicieron posible estas obras con su apoyo econ¨®mico; c¨®mo se abord¨® el paisaje y se pas¨® de la pintura historicista como La batalla de Tetu¨¢n, de Fortuny, a las obras que reflejan la cr¨®nica de actualidad, la guerra colonial o la lucha de clases. ¡°Huyendo de ismos como el impresionismo, futurismo, cubismo o expresionismo, la nueva presentaci¨®n refleja los gustos y aspiraciones de una sociedad en toda su complejidad y contradicciones¡±, explica Serra. ¡°Las grandes obras siguen estando y se enriquecen junto a otras creadas del momento¡±, a?ade Lahuerta.
Entre los objetivos de la nueva presentaci¨®n es que el MNAC acabe siendo, por fin, el museo de referencia del modernismo, el movimiento art¨ªstico en el que Barcelona se mide con otras metr¨®polis europeas de igual a igual. Por eso, las obras de Ramon Casas, Santiago Rusi?ol, Miquel Utrillo, Isidre Nonell, Pablo Picasso, Carles Casagemas, entre otras muchas que ya se pod¨ªan ver, se han visto reforzadas por 20 nuevas piezas de mobiliario creadas por Antoni Gaud¨ª para viviendas como las casas Calvet, Batll¨® o La Pedrera, posible tras el acuerdo firmado con la Sagrada Familia en julio. Los herederos de Josep Maria Jujol tambi¨¦n han cedido ocho obras de su antepasado, que siempre trabaj¨® a la sombra de Gaud¨ª.
Juli Gonz¨¢lez, Joaquim Sunyer, Josep de Togores, Joaquim Torres-Garc¨ªa, Salvador Dal¨ª o Picasso se suceden en los 39 espacios en los que se ha ordenado esta enorme colecci¨®n. El recorrido concluye con obras relacionadas con la Guerra Civil. Entre ellas, las fotograf¨ªas de Agust¨ª Centelles del conflicto y muchas de las obras que se pudieron ver en 1937 junto al Guernica de Picasso en el Pabell¨®n de la Rep¨²blica de Par¨ªs y que el museo ha conservado desde entonces.
El ep¨ªlogo a este recorrido lleno de innumerables paradas lo pone un conjunto de obras firmadas por T¨¤pies, Modest Cuixart o Joan Pon?, integrantes de Dau al Set, que a finales de los cuarenta, tras el conflicto b¨¦lico, intentaron recuperar las vanguardias cl¨¢sicas, especialmente el surrealismo. Se podr¨¢n ver gracias a un tercer acuerdo con el Macba que las ha cedido. ¡°Pese a los 4.000 metros cuadrados no hab¨ªa sitio para ir m¨¢s all¨¢¡±, explica Serra, que anunci¨® para 2015 una nueva reforma, esta vez la de las salas del Renacimiento y Barroco. La que se inaugura hoy ha costado 890.000 euros, un tercio de los cuales los ha aportado la Fundaci¨®n La Caixa. Este mi¨¦rcoles, el s¨¢bado y domingo, el museo ha programado tres jornadas de puertas abiertas para mostrar estas nuevas piezas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.