¡°Tener ra¨ªces de marinos republicanos te da fuerza¡±
La escritora participa en un homenaje en Bilbao en recuerdo de los exiliados de la Guerra Civil
Victoria Fern¨¢ndez D¨ªaz (Granville, 1949) ha pasado gran parte de su vida adulta tratando de reconstruir nombre a nombre la historia de los m¨¢s de 4.000 marinos republicanos exiliados en 1939. Pese al largo trabajo, sigue hablando de ellos con pasi¨®n, orgullo y una palpable idolatr¨ªa.
Esta valenciana nacida en Francia por culpa del exilio franquista plasm¨® en El exilio de los marinos republicanos (Universidad de Valencia, 2009) el retrato m¨¢s desconocido del conflicto, con la historia de los campos de concentraci¨®n de Argelia o T¨²nez, donde acabaron trabajando muchos de los exiliados. Esta semana, ha recalado en Bilbao para rendir homenaje a uno de los cientos de marineros vascos que pasaron por ese calvario, ?ngel Landa. El vizca¨ªno muri¨® a los 97 a?os a principios de este 2014 en M¨¦xico. Era uno de los ¨²ltimos que quedaba en pie, pero llevaba bajo el brazo un tesoro: unas detalladas memorias mecanografiadas en 130 folios.
¡°Las memorias de ?ngel me empujaron a indagar sobre los vascos¡±, apunta Fern¨¢ndez D¨ªaz: ¡°Era sencillo. Se conformaba con lo que ten¨ªa. Hab¨ªa vivido mucho, y sab¨ªa salir adelante. Incluso pensaba que hab¨ªa tenido suerte. Me recordaba a mi padre. Hac¨ªa las mismas cosas que ¨¦l: guardaba fotos ordenadas y con el nombre inscrito de cada compa?ero¡±.
La escritora, licenciada en Filolog¨ªa, comenz¨® la aventura de dar voz a los marineros a?os despu¨¦s de que su padre, de vuelta a Alicante, falleciera. ¡°Encontr¨¦ a otra hija de un marino y me ense?¨® las fotos de su padre con pico y pala en el desierto. El m¨ªo no hab¨ªa contado este tipo de situaci¨®n. Ninguna sab¨ªamos en realidad por d¨®nde hab¨ªan pasado. Entonces empec¨¦ a indagar sobre esos 4.000 marineros que salieron de Cartagena en marzo de 1939¡±, explica. Eran los soldados sublevado contra el Cuerpo General de la Armada.
La democracia no ha sabido cerrar las heridas del exilio. No han cicatrizado
Muchos vascos, en concreto, eran marineros de reemplazo, que estaban haciendo all¨ª su mili. ¡°Son tan importantes como los que tienen nombre y apellidos¡±, subraya: ¡°Muchos lucharon tambi¨¦n contra el nazismo, creyendo que traer¨ªa la ca¨ªda de Franco. Despu¨¦s de nueve a?os, no pudieron volver a ninguna parte y se reinventaron¡±. Hay rastros de antiguos marineros, ap¨¢tridas e indocumentados, en Francia, Inglaterra, Latinoam¨¦rica, Australia y la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. ¡°Se alejan de la costa y se olvidan¡±.
Landa recal¨® en 1943, en los campos de concentraci¨®n de Argelia. ¡°Para los malditos franceses dejamos de ser humanos, nos transformaron en animales¡±, recordaba. La escritora lo compara aquel lugar con el campo de trabajo de Gurs (Francia), a poco m¨¢s de dos horas de Bilbao y por el que pasaron 25.000 espa?oles.
Landa ten¨ªa 24 a?os y hab¨ªa sido abandonado y rechazado. ¡°Muchos iban con lo puesto. No ten¨ªan ni una manta y no sab¨ªan d¨®nde estaban. Pasaban d¨ªas enteros encerrados en vagones¡±, explica Fern¨¢ndez D¨ªaz. En 1946, Landa subi¨® de polizonte a un buque rumbo a M¨¦xico, donde se cas¨® y form¨® una familia.
Volvi¨® a Balmaseda (Bizkaia) 36 a?os despu¨¦s. Hab¨ªa pasado m¨¢s a?os fuera que en casa. ¡°Era pragm¨¢tico y no quer¨ªa especular lo que ver¨ªa¡±, recuerda Fern¨¢ndez D¨ªaz. Tras ese primer viaje regres¨® en varias ocasiones, pero su hogar estaba al otro lado del Atl¨¢ntico. Algunos hab¨ªan vuelto a Espa?a durante el franquismo con la promesa de amnist¨ªa, pero varios fueron fusilados.
¡°El exilio va m¨¢s all¨¢ del exilio personal. Muchos hijos de exiliados con los que me he encontrado no se sienten de ning¨²n sitio, y los nietos se han puesto a indagar¡±, cuenta la escritora: "Hijos, nietos y viudas me llaman contando que leen el libro llorando. Son heridas que hay que limpiar para que cicatricen. Hubo un terror programado que luego la democracia no ha sabido tratar. Parec¨ªa no venir al caso. Un marino que entrevist¨¦, me dijo: ¡°mejor que no digas mi nombre, por mis hijos".
Fern¨¢ndez D¨ªaz seguir¨¢ reivindicando las historias perdidas de estos marinos que se comprometieron con los valores de ¡°justicia social, igualdad y cultura¡± con los que ella creci¨® en el exilio. ¡°Tener estas ra¨ªces llena de orgullo y fuerza. Te empujan a seguir peleando¡±.
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