Un decreto para la historia
El desaf¨ªo hist¨®rico de Artur Mas podr¨ªa ser ef¨ªmero, como el de Maci¨¤ y Companys
El decreto de convocatoria de la consulta popular del 9 de noviembre pasar¨¢ sin duda a la historia. Nunca un president de la Generalitat hab¨ªa convocado un refer¨¦ndum para que el pueblo de Catalu?a expresara su voluntad de convertirse en un Estado independiente. El president Maci¨¤ proclam¨® en 1931 la Rep¨²blica catalana como Estado de la federaci¨®n ib¨¦rica. Y El president ompanys proclam¨® en 1934 el Estado catal¨¢n dentro de la rep¨²blica federal espa?ola. La primera dur¨® unos d¨ªas, hasta pactar su reconversi¨®n en la Generalitat provisional, el segundo dur¨® unas horas hasta que se declar¨® el estado de guerra y se procedi¨® a la suspensi¨®n de la autonom¨ªa. El decreto del President Mas es otro desaf¨ªo hist¨®rico que podr¨ªa tambi¨¦n ser ef¨ªmero, esta vez tras una dura batalla legal y, por supuesto, pol¨ªtica.
En efecto, el Decreto 129/2014 fue firmado ayer solemnemente por el president pocos minutos despu¨¦s de que el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) publicara la Ley de Consultas Populares No Referendarias. Cumpl¨ªa as¨ª el acuerdo al que llegaron el 12 diciembre de 2013 los partidos catalanes (CDC, UDC, ERC, ICV-EUiA y CUP) de convocar para el 9-N una consulta con dos preguntas sucesivas sobre la voluntad de los ciudadanos de que Catalu?a se convierta en un Estado independiente. El president cumpl¨ªa tambi¨¦n la promesa de convocar una consulta ¡°legal¡±, como record¨® ayer en su intervenci¨®n, al afirmar que el Decreto se dictaba al amparo de una ley constitucional y estatutaria, lo cual fue negado con rotundidad poco despu¨¦s por la vicepresidenta del Gobierno, al informar sobre la impugnaci¨®n de ambas disposiciones ante el Tribunal Constitucional. Mientras no se presenten los recursos, la ley y el decreto estar¨¢n vigentes y podr¨¢n ser desplegados y ejecutados, como ya ha empezado a hacer el Govern. Pero cuando el TC los admita a tr¨¢mite, declarar¨¢ su suspensi¨®n autom¨¢tica, cuyos efectos se retrotraen al momento de la formalizaci¨®n. Comenzar¨¢n entonces dos batallas jur¨ªdicas: la de la suspensi¨®n y la de la constitucionalidad.
La primera es crucial porque en ella se decidir¨¢ si efectivamente la consulta puede celebrarse el 9-N. Parlamento y Gobierno catal¨¢n intentar¨¢n que el Tribunal levante la suspensi¨®n de ambas disposiciones antes de esa fecha, y sobre el Gobierno central recaer¨¢ la carga probatoria para mantenerla. El TC resolver¨¢ sin entrar en el fondo del asunto, ponderando los intereses afectados y los perjuicios de imposible reparaci¨®n. La resoluci¨®n que adopte debe ser acatada por ambas partes, cuya actuaci¨®n en ese periodo pondr¨¢ a prueba la precaria cultura constitucional de nuestro pa¨ªs. Si llegada la fecha de la consulta las disposiciones se mantienen suspendidas, aqu¨¦lla no podr¨¢ llevarse a cabo legalmente. Quiz¨¢ por ello el president manifest¨® ayer al Gobierno su disposici¨®n a pactar hasta el ¨²ltimo momento las condiciones en que se celebre la consulta.
La segunda batalla ser¨¢ la de la constitucionalidad. El Gobierno alegar¨¢ seguramente que la Ley de Consultas regula en realidad un refer¨¦ndum encubierto, para lo que el Parlament no tiene competencia; y que el decreto convoca de hecho un refer¨¦ndum de secesi¨®n que no tiene cabida en la Constituci¨®n. Las instituciones catalanas defender¨¢n, por el contrario, que la ley tiene amparo en las competencias estatutarias, y el Decreto convoca simplemente una consulta no vinculante. El Alto Tribunal se pronunciar¨¢ sobre la constitucionalidad de ambas disposiciones, pero meses (y esperemos que no a?os) despu¨¦s del 9-N.
?sta es pues la batalla legal que ambos gobiernos vienen preparando, y que va a desarrollarse en las pr¨®ximas semanas en un clima de gran tensi¨®n pol¨ªtica, institucional y social. El Decreto 129/2014 pasar¨¢ a la historia que, como escribi¨® Marx, se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa. Asombra e inquieta la rabiosa actualidad de las magn¨ªficas cr¨®nicas de los a?os treinta que nos dejaron Amadeo Hurtado ¡ªAbans del sis d¡¯octubre (Antes del seis de Octubre)¡ª y Gaziel ¡ªTot s¡¯ha perdut (Todo se ha perdido)¡ª y su lectura suscita el temor de que, efectivamente, se repita la historia.
Enric Fossas Espadaleres catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UAB.
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