?Oh, cielos! Soy un antisistema
Los jinetes del Apocalipsis avanzan por la calle Cavallers hacia el Palacio de la Generalitat
Hasta el momento presente me hab¨ªa visto etiquetado de moroso por mi administrador, de esquirol, por saltarme una jornada de huelga general y entrar a la pasteler¨ªa del Corte Ingl¨¦s a por una tarta Capuchina y de hipertenso por mi m¨¦dico de cabecera. A partir de ahora, paso solemnemente a formar parte del frente antisistema que se propone traer al Pa¨ªs Valenciano, si la cosa no lo remedia, una nueva versi¨®n, mejorada y puesta al d¨ªa, de Los Cuatro Jinetes de la Apocalipsis a juicio del Partido Popular.
Gracias a mi nuevo estatus de ciudadano antisistema, por unos momentos me he sentido reencarnado en el Cojo Mantecas mientras le zurraba sin compasi¨®n al alumbrado p¨²blico que en todos estos a?os nos ha dejado el gobierno municipal de Rita Barber¨¢. Han conseguido que sin necesidad de subirse a la m¨¢quina del tiempo de H.G.Wells podamos disfrutar en la ciudad de todos los estilos art¨ªsticos excepto el carolingio y el flam¨ªgero flamenco. De las farolas del Par¨ªs Segundo Imperio al alumbrado ¨²ltimo grito. Como interludio, el fulgor incandescente de la l¨¢mpara tulipa.
Ya me veo esta temporada y con las elecciones en el calendario pol¨ªtico, el vocablo antisistema corriendo de boca en boca como si fuera el mism¨ªsimo Luis Candelas de la copla de la Piquer. Del Presidente de las Cortes ¨Cy c¨®nsul honorario del caqui Persimon- el se?or Juan Cotino, hasta nuestro hombre en Bruselas, Esteban Gonz¨¢lez Pons, esa voz de l¨¢tigo de terciopelo que golpea sin clemencia a la oposici¨®n, se les va llenar la boca de antisistemas. Como a m¨ª cada ma?ana de salvado de avena para prevenir estre?imientos. Para el Tigre de La Costera, don Alfonso Rus, le reservamos ese dogma infalible de la derecha valenciana que es etiquetar de catalanista a todo lo que se mueve por la izquierda, razona con dos dedos de frente y habla valenciano sin faltas de ortograf¨ªa.
Antisistema, soberanismo, tripartito, Chavismo, Castrismo, antidesahucios, colectivizaci¨®n, Podemos, Guanyem¡ ?In-de-p¨¨n-den-ci-a! Los jinetes del Apocalipsis avanzan por la calle Cavallers hacia el Palacio de la Generalitat mientras Fabra le hace morritos como una novia despechada al ministro Montoro porque no le salen las cuentas. Y de paso se come el marr¨®n del d¨ªa. Entre los ¨²ltimos, Feria Valencia, que a juzgar por las noticias, aquello se parec¨ªa m¨¢s a la Dolce Vita que a una instituci¨®n dedicada al negocio comercial.
Algo del peligro que acecha a la vuelta de la esquina, de esa amenaza en la sombra que avanza del S¨¨nia al Segura- y viceversa- ya anunciaba tiempo atr¨¢s en su blog el presidente Cotino cuando alertaba de la pr¨®xima llegada del Juicio Final como se le ocurra ganar a la izquierda de este pa¨ªs. Hasta la coordinadora del PP valenciano, Isabel Bonig, que me recuerda al hada Primavera de La bella durmiente, nos has puesto al d¨ªa de los desastres de la democracia, incluido el desembarco del Ejercito Isl¨¢mico a la reconquista del barrio de Russafa, si gana la izquierda revanchista las pr¨®ximas elecciones municipales y auton¨®micas.
Hay que decir que con la entrada en primera l¨ªnea de mujeres como Isabel Bonig y Maria Jos¨¦ Catal¨¢, la consellera de Educaci¨® y Cultura, el Partido Popular ha ganado en campechan¨ªa y aire dom¨¦stico. Cada vez que aparecen es como si estuviera viendo a una de mis vecinas los viernes por la noche camino del casal de la Falla con la cena de sobaquillo. A cambio, eso si, hemos perdido ese toque de cosmopolitismo que le daba Lola Johnson cuando aparec¨ªa en una rueda de prensa de Consell como si fuera una antrop¨®loga forense de Bones anunciando las incidencias del ejecutivo.
De momento todav¨ªa tienen a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, exponente de ese pijer¨ªo oxigenado que exhala la super- derecha-guay-que-mola de toda la vida. Y eso si, para antisistemas, la se?ora Castedo. De momento no nos gana a ninguno.
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