La Lei do Solo nace sin consenso como las 10 reformas anteriores

La nueva Lei do Solo, llamada a dar estabilidad al urbanismo gallego tras 10 reformas parciales de la norma anterior, de 2002, nace tambi¨¦n sin consenso, como la inmensa mayor¨ªa de los cambios que el PP y el bipartito PSOE-BNG fueron introduciendo en la ¨²ltima d¨¦cada. El nuevo texto incluye una novedosa figura, la del plan b¨¢sico, dictado desde la Xunta para los municipios de menos de 5.000 habitantes incapaces de elaborar por s¨ª solos un plan de urbanismo completo, ¨²nico cambio que el PSOE acog¨ªa en principio favorablemente ya que liberar¨ªa tambi¨¦n a sus alcaldes de la presi¨®n de sus vecinos y la trasladar¨ªa al Gobierno gallego. Pero como en el resto de la nueva ley, tampoco en ese punto hay acuerdo ya que los socialistas quieren que sea cada ayuntamiento el que voluntariamente pida a la Xunta que le elabore ese plan b¨¢sico mientras que en el texto que ayer expuso al p¨²blico el Gobierno gallego se reserva para s¨ª la capacidad de ¡°promover¡± esos documentos aunque no se lo pidan los municipios.

En Galicia hay 199 ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes que ocupan el 65% del territorio. La inmensa mayor¨ªa carece de plan de ordenaci¨®n y tampoco registra una gran presi¨®n urban¨ªstica que les anime a elaborar uno. Otros, precisamente porque s¨ª tienen esa presi¨®n, llevan a?os empantanados en la redacci¨®n de esos planes. As¨ª que en principio alcaldes de todo color pol¨ªtico ven bien que sea la Xunta la que asuma ese trabajo. Pero la discrepancia aparece en si lo debe hacer por iniciativa propia o solo si se lo pide el ayuntamiento en cuesti¨®n. Hace seis meses, el portavoz popular en materia de urbanismo, Rom¨¢n Rodr¨ªguez, se mostraba favorable a que fuese cada ayuntamiento el que solicitase a la Xunta un plan b¨¢sico y su hom¨®logo socialista, Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo, mostr¨® su apoyo a esa nueva figura. Pero el texto final que la Xunta ha expuesto al p¨²blico amenaza con torpedear ese acercamiento. ¡°La conseller¨ªa competente en materia de urbanismo promover¨¢ la redacci¨®n de los planes b¨¢sicos¡±, dice el documento, que a continuaci¨®n limita la actuaci¨®n municipal a presentar alegaciones a ese plan auton¨®mico.

Esa redacci¨®n ha cogido por sorpresa al grupo parlamentario popular mientras que ha provocado el rechazo inmediato del PSdeG. ¡°Es una ley expropiatoria de competencias municipales¡±, dijo ayer Bugallo, que solo aceptar¨ªa ese trasvase de competencias de los ayuntamientos a la Xunta si es ¡°voluntariamente¡±. En AGE y BNG esa figura nunca ha gustado ya que consideran que al dejar en manos de la Xunta los planes urban¨ªsticos se dificulta la transparencia y la participaci¨®n de los ciudadanos.

Al margen de esa medida, el PSdeG critica especialmente que la nueva ley desprotege el suelo r¨²stico, todo aquel que a¨²n no ha sufrido transformaci¨®n urban¨ªstica y que debe ser preservado as¨ª, y en especial el que est¨¢ destinado a actividades agropecuarias. Por el contrario, la Xunta y el PP destacan que la simplificaci¨®n normativa de la nueva ley facilitar¨¢ el desarrollo en esos terrenos de actividades econ¨®micas compatibles con la preservaci¨®n de sus valores. En general, el socialista Bugallo considera que la norma no aporta grandes novedades sobre la ya existente sino que es un ¡°hacer que hacemos¡± por parte de la Xunta, a la que pide que simplifique la redacci¨®n de los planes de urbanismo para que no supongan un obst¨¢culo para los municipios.

La norma a¨²n puede cambiar notablemente ya que, tras la actual exposici¨®n al p¨²blico y las correcciones que pueda introducir la Xunta, el texto deber¨¢ ser debatido en el Parlamento antes de su aprobaci¨®n. El Gobierno gallego, en todo caso, prev¨¦ que entre en vigor esta legislatura.