La izquierda y la confluencia
Queremos votar, pero con las garant¨ªas de informaci¨®n y de libertad de expresi¨®n que en estos momentos no se dan
Por fin Artur Mas ha dicho en voz alta aquello que la ret¨®rica no pod¨ªa ya esconder: no habr¨¢ consulta el 9-N y nunca ha existido un plan b con credibilidad democr¨¢tica para sustituirlo. Para quienes desde los ayuntamientos hemos defendido el derecho a decidir desde una sensibilidad federal nos parece lamentable que la pluralidad del mundo local, tranquilo reflejo de la pluralidad de la sociedad catalana, sea, una y otra vez, la v¨ªctima propiciatoria del laberinto jur¨ªdico pol¨ªtico de la no consulta del 9-N.
La pr¨¢ctica unanimidad a favor de una consulta no deber¨ªa haber ocultado la diversidad de matices de las diferentes mociones aprobadas en los ayuntamientos. Una diversidad a favor del derecho a decidir que fue ahogada en el acto institucional de los alcaldes en el Palau de la Generalitat por los gritos a favor de la independencia. Una vez m¨¢s se nos convoc¨® a defender la consulta, no para resaltar la pluralidad sino para sumarnos como figurantes silenciosos a la aclamaci¨®n entusiasta de la independencia.
El anuncio del president Mas y su pretensi¨®n de sumar complicidades de ayuntamientos y gente voluntaria para un suced¨¢neo de consulta supone una interesada perversi¨®n del derecho a decidir y un triste y chapucero ep¨ªlogo a un proceso que se pretend¨ªa internacionalmente ejemplar. Unos y otros sabemos que ya es totalmente imposible que se cumplan las m¨ªnimas garant¨ªas democr¨¢ticas para una consulta homologable en el fondo y en la forma, una consulta donde toda la ciudadan¨ªa se sienta llamada a votar. La suspensi¨®n certifica que el Gobierno catal¨¢n nunca ha tomado la consulta en serio porque nunca se ha sabido ni c¨®mo ni d¨®nde se votar¨ªa, ni la imparcialidad del control de datos y resultados, por no hablar de la imposibilidad del debate plural de opciones ni de la clamorosa parcialidad de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos.
Se descubre la hoja de ruta secreta de Mas: transformar la Via Catalana y la gran V en la mayor y m¨¢s masiva campa?a preelectoral de la historia a favor del president
La dificultad del itinerario del derecho a decidir, que siempre ha sido evidente, no puede ser ahora pretexto para buscar atajos que prescindan de la voluntad mayoritaria y democr¨¢tica de los hombres y mujeres de Catalu?a. Queremos votar, pero con las garant¨ªas de informaci¨®n y de libertad de expresi¨®n que no se dan, como ha evidenciado el vendaval de intolerancia que desencaden¨® la coherente dimisi¨®n de un miembro de la Comisi¨®n de Control, por limitarse a decir en p¨²blico lo que se comenta en privado. Dijo en voz alta una verdad inc¨®moda para el secretismo de los supuestos rumores, las supuestas astucias y las supuestas cartas bajo la manga, pero sin luz ni taqu¨ªgrafos. Los hechos le han dado la raz¨®n.
Lo dram¨¢tico es que tras la surrealista propuesta de votar sin censos, sin interventores, sin control, el derecho a decidir, en palabras de nuestro President, deja de ser un noble y democr¨¢tico objetivo para devaluarse en un refer¨¦ndum en broma con un nada unitario objetivo: abrir el camino a unas elecciones donde se presenten juntas CiU y ERC. Se descubre as¨ª la hoja de ruta secreta de Artur Mas: transformar la Via Catalana y la gran V en la mayor y m¨¢s masiva campa?a preelectoral de la historia a favor del president. La consulta definitiva despu¨¦s de tanta ¨¦pica se disfraza de una nada heroica convocatoria electoral auton¨®mica donde el gran desaf¨ªo real ya no ser¨¢ un nou pa¨ªs sino un nou govern con mayor¨ªa absoluta.
Estamos donde est¨¢bamos. En este largo camino que comenz¨® con la manifestaci¨®n contra la sentencia del Estatut se ha multiplicado la agitaci¨®n pero ahora volvemos a la casilla de salida; cargados, eso s¨ª, de experiencias y movilizaci¨®n popular. La agitaci¨®n pol¨ªtica sin movimiento, sin avances palpables, puede durar un a?o, puede durar tres, pero no puede durar siempre. Necesitamos movernos y avanzar.
Nosotros, concejales de ICV dentro de la coalici¨®n ICV-EUiA, seguimos apostando claramente desde nuestros municipios por el derecho a decidir, pero creemos que ha llegado el momento de abandonar definitivamente el escenario de la sorda batalla de CiU y ERC y su concurso de gestos para arrimar el ascua a su sardina electoral. Tenemos la responsabilidad de encarar, junto a otras fuerzas de la izquierda catalana y de la izquierda espa?ola, la tarea de aprobar una asignatura pendiente: ser capaces de definir y consensuar un nuevo modelo de Estado que desde el federalismo plurinacional sea capaz de dar una salida cre¨ªble al encaje de Catalu?a en Espa?a.
Esta es, sin duda, una tarea ardua para la que habr¨¢ que sumar m¨¢s complicidades sociales y pol¨ªticas. ICV puede aportar sus valores, su presente y la tradici¨®n unitaria que la acompa?a desde la fundaci¨®n del PSUC para ensanchar el territorio hist¨®rico de la izquierda con la confluencia con personas y fuerzas que reclaman tambi¨¦n profundas transformaciones pol¨ªticas y sociales.
Jos¨¦ Luis Atienza es concejal de Viladecans. Firman tambi¨¦n este art¨ªculo los concejales Aureli Calvo, de Sabadell, Gregorio Camacho, de Sant Adri¨¢, Rafael Duarte, de El Prat, Arnau Funes, de Cornell¨¤, Joaquim Mestre, de Barcelona y Olimpia S¨¢nchez, de Esparreguera, todos de ICV-EUiA
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