¡°?Cree usted que Bancaja puede quebrar?¡±
La entidad hac¨ªa esta ¨²nica pregunta para valorar la idoneidad del comprador de preferentes seg¨²n declara una empleada en un juicio
¡°?Usted cree que va a quebrar esta entidad? Creo que en esta pregunta estaba incluida toda la complejidad del producto¡±. Con esta simple interpelaci¨®n se comprobaba si los clientes que iban a contratar un producto como las preferentes o subordinadas que emiti¨® Bancaja eran conocedores de la complejidad que entra?aba, seg¨²n ha reconocido una empleada de la entidad este jueves durante la celebraci¨®n de un juicio en Castell¨®n en el que el banco est¨¢ acusado de ¡®colocar¡¯ 30.000 euros de este producto a una anciana analfabeta y su hija con discapacidad.
Irene, una mujer de 88 a?os que no sabe leer ni escribir (firma con su huella digital), y su hija, del mismo nombre y que tiene, seg¨²n su abogado, una discapacidad reconocida por resoluci¨®n administrativa, contrataron 30.000 euros en obligaciones subordinadas (un producto financiero de alto riesgo) el 29 de abril de 2009. Ambas han llevado a la entidad a los tribunales. Su abogado, Jaime Arnau, acusa al banco de no haber informado debidamente a sus clientas y de no haber realizado test que considera obligatorios como el llamado MIFID, utilizado para conocer la idoneidad y perfil de los clientes.
El de Irene y su hija era un perfil de ahorrador conservador. As¨ª lo reconoci¨® la propia empleada: ¡°Ellas siempre hab¨ªan invertido en plazo fijo o dep¨®sitos estructurales garantizados¡±. Preguntada sobre por qu¨¦ les ¡®vendi¨®¡¯ un producto como las obligaciones subordinadas, ha afirmado que ¡°era lo mejor¡± que ten¨ªan ¡°en ese momento¡±. La forma de verificar si las clientas eran capaces de entender lo que implicaba ese producto era sencilla. Seg¨²n ha declarado esta empleada ante la jueza del juzgado de Primera Instancia 8 de Castell¨®n, lo que ella hac¨ªa era preguntar si cre¨ªan que Bancaja pod¨ªa quebrar. ¡°Yo siempre lo hac¨ªa as¨ª¡±, ha dicho.
Cuando a la trabajadora le han preguntado si ella misma entend¨ªa el producto ha explicado que s¨ª, que se trataba de una deuda privada de una entidad que en aquel momento estaba la pen¨²ltima en la cola de posibilidad de quiebra. ¡°Nadie pens¨¢bamos que pod¨ªa quebrar¡±.
Irene, la madre, no lo ten¨ªa claro. La empleada ha asegurado que cuando hizo la pregunta a ambas, la madre ¡°se qued¨® dudosa¡±. ¡°Le dijo a su hija que hiciera lo que ella quisiera y ella dijo que ¡®vale¡¯¡±, ha continuado.
El abogado ha reiterado en el juicio que sus clientas ten¨ªan un perfil de ahorradoras conservadoras y que no buscaban un producto as¨ª, sino que se lo ofreci¨® la entidad. Reclaman la devoluci¨®n de los 30.000 euros m¨¢s los intereses.
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