Regeneracionismo, transparencia

Hace tiempo que la pol¨ªtica valenciana se convirti¨® en un espect¨¢culo que s¨®lo parece interesar a los pol¨ªticos. En ocasiones, surge alg¨²n destello, pero admitamos que no es lo habitual. Los peri¨®dicos siguen hablando de ella porque no tienen m¨¢s remedio que informar. De las p¨¢ginas de la prensa, ha desaparecido aquel jovial inter¨¦s con que los comentaristas segu¨ªan la noticia. Se impone la rutina: la pol¨ªtica valenciana no ilusiona. Las propias leyes que han creado los pol¨ªticos con su conducta ¡ªun peculiar derecho consuetudinario¡ª conducen a ello sin remedio. Podemos adornar el hecho de una u otra manera, pero no cambiaremos la realidad. ?ngel Luna ¡ªexcelente parlamentario¡ª deja las Cortes para sentarse junto al S¨ªndic de Greuges: desaprovechamos un talento. Un Cotino vergonzante abandona la C¨¢mara y es Font de Mora quien ocupa su lugar ?Font de Mora! Y hablamos de la presidencia de las Cortes por no hacerlo del topo del Palau: a esto ha llegado la pol¨ªtica valenciana.

En Alicante, se re¨²ne la convenci¨®n provincial del Partido Popular y Jos¨¦ Ciscar anima a los militantes a embarcarse en una cruzada regeneracionista. No han dado comienzo las discusiones y escuchamos al se?or Rodr¨ªguez Galant exigiendo un comit¨¦ de ¨¦tica. ?Rodr¨ªguez Galant reclamando un comit¨¦ de ?tica! Quien se sentaba en el Consejo de Mercalicante para no enterarse de nada, o dirig¨ªa la Ciudad de la Luz, con los excelentes resultados que todos conocemos, pide ahora un comit¨¦ de ¨¦tica. ?Que bien nos hubiera venido ese comit¨¦ en los tiempos de Mercalicante y de la Ciudad de la Luz! ?Cu¨¢ntos disgustos y cu¨¢nto dinero nos habr¨ªamos ahorrado los valencianos! Pero entonces no estaba de moda el regeneracionismo y la transparencia, como lo est¨¢n ahora, y a nadie se le ocurr¨ªa hablar de ?tica.

Que me perdone el se?or Ciscar pero, en esa convenci¨®n de Benidorm, donde tanto se ha hablado de regeneracionismo y transparencia, yo s¨®lo veo una exhibici¨®n para convencer a los ciudadanos de que el Partido Popular quiere cambiar. No ser¨¢ f¨¢cil que lo logre. En pol¨ªtica ¡ªno nos cansaremos de repetirlo¡ª debemos atender a los hechos y no a las promesas. Llevamos demasiado tiempo escuchando promesas como para no saber cu¨¢l es su aut¨¦ntico valor. Y ?qu¨¦ dicen los hechos? Mientras Jos¨¦ Ciscar, en Benidorm, se esfuerza en remarcar las famosas l¨ªneas rojas, la consejera Catal¨¤, en Valencia, anuncia que el Consell recurrir¨¢ la sentencia que le obliga a entregar las facturas de la caja B.

?A qui¨¦n debemos creer, se?or Ciscar, a las promesas que usted formula ante la asamblea provincial ¡ªpromesas que yo no dudo que est¨¢n hechas con la mejor buena fe¡ª o al anuncio de la consejera Catal¨¤? Nos ponen ustedes en un dilema. ?Cu¨¢l es la transparencia verdadera, la que nos prometen para el futuro o la que practica el Gobierno valenciano en la actualidad? Si, como usted dijo ¡ªy cito sus palabras¡ª, en la Generalidad ?no hay tarjetas, ni black, ni green, ni blue, ni yellow. Ninguna? ?qu¨¦ problema hay, pues, en ense?ar las cuentas? Hace a?os que este pa¨ªs ¡ªy, en particular, su partido, se?or Ciscar¡ª se nos lleno de pillos. Si ahora pretenden que los ciudadanos confiemos en la regeneraci¨®n democr¨¢tica que predican, el primer paso deber¨ªa ser dejarnos de piller¨ªas, ?no le parece?