Un libro recoge la azarosa trayectoria de Diego Mar¨ªa de Gardoqui

La Fundaci¨®n Bilbao 700 han editado un libro que recoge la azarosa trayectoria vital del bilba¨ªno Diego Mar¨ªa de Gardoqui, que en el siglo XVIII se convirti¨® en el primer embajador espa?ol ante los Estados Unidos de Am¨¦rica. El autor de esta nueva entrega de la colecci¨®n Bilba¨ªnos Recuperados,es Alfonso Carlos Saiz Valdivielso (Bilbao, 1940).

Gardoqui, nacido el 12 de noviembre de 1735 en la casa familiar ubicada en el solar donde actualmente se encuentra el Grupo Escolar M¨²gica, en la calle Ribera, se inscribe, por nacimiento y primeras actividades, en el bullicioso ambienten mercantil del Consulado de Bilbao, instituci¨®n de la que lleg¨® a ser prior. Con 14 a?os, fue enviado a estudiar a Londres, de donde volvi¨® con un perfecto dominio del ingl¨¦s, circunstancia que, una vez instalado en la corte de Carlos III, determin¨® su participaci¨®n, primero como traductor y luego como representante directo del rey, en las reuniones secretas de apoyo a los independentistas norteamericanos, durante la guerra que enfrent¨® a estos con Gran Breta?a, su antigua metr¨®poli.

La amplia red comercial de la familia Gardoqui se puso discretamente al servicio de la causa norteamericana en nombre del rey Carlos III y, tras la firma del Tratado de Par¨ªs que supuso el reconocimiento definitivo de la independencia americana, Gardoqui se convirti¨® en el primer embajador espa?ol ante los Estados Unidos de Am¨¦rica.

Seg¨²n algunos historiadores, el bilba¨ªno ocup¨® un lugar de honor durante la jura del cargo de George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos y, desde 2008 cuenta con una estatua conmemorativa? en Filadelfia, muy cerca de donde se promulg¨® la Declaraci¨®n de Independencia de los Estados Unidos.

Gracias a Gardoqui, Bilbao recibi¨® en enero de 1780 la visita de John Adams, quien a?os m¨¢s tarde se convertir¨ªa en el segundo presidente de los Estados Unidos. A partir de 1790, Diego Mar¨ªa de Gardoqui ostent¨® la Secretar¨ªa de Hacienda, donde fue v¨ªctima de las maniobras pol¨ªticas de Manuel Godoy, primer ministro del nuevo rey Carlos IV.

Su ¨²ltimo destino diplom¨¢tico fue Tur¨ªn, donde comprob¨® el estado de fragmentaci¨®n de la pen¨ªnsula italiana y fue testigo de los primeros movimientos para su ocupaci¨®n por parte de Napole¨®n, a quien tuvo ocasi¨®n de conocer personalmente.

A pesar de su azarosa vida pol¨ªtica, que le llev¨® a ocupar las m¨¢s altas dignidades por todo el mundo, Diego Mar¨ªa de Gardoqui nunca se olvid¨® de sus or¨ªgenes bilba¨ªnos, como le demuestra la carta enviada a su hermano Jos¨¦ Joaqu¨ªn desde Tur¨ªn, tras recibir las credenciales de embajador, encomend¨¢ndole un novenario de misas en la bas¨ªlica de Bego?a.?