Zarpazos emocionales
El irland¨¦s de alma negra y voz en falsete rubrica en Joy Eslava uno de los conciertos m¨¢s asombrosos del a?o
Diseminados entre una mara?a de pir¨¢mides que cambiaban a cada rato de iluminaci¨®n, el dublin¨¦s James Vincent McMorrow y sus tres acompa?antes hicieron anoche honor a la simbolog¨ªa y ofrecieron en Joy Eslava uno de los conciertos m¨¢s intensos y conmovedores que ha conocido la ciudad durante 2014. Debutaba McMorrow en Madrid (pas¨® fugazmente por el D¨ªa de la M¨²sica hace un par de veranos) y no escatim¨® encantos, que en su caso son abrumadores. En particular, esa voz en falsete casi perenne y una maravillosa habilidad para construir canciones en constante ¡®crescendo¡¯ emocional. James nunca arranca abatido, pero cuatro minutos pueden bastarle para alcanzar la estratosfera.
As¨ª sucede desde la inicial y soberbia ¡®The lake¡¯, que aparenta ser sosegada y deriva en catedralicia. O en ¡®Red dust¡¯, de corte m¨¢s cerebral y tecnol¨®gico, pero con un asombroso remate vocal en el que McMorrow se desga?ita como una gran dama negra. O en la bell¨ªsima ¡®We don¡¯t eat¡¯, balada ¨¦pica con circunstancial segunda bater¨ªa por la que Chris Martin tal vez donara un ri?¨®n. Y en la sencillamente perfecta ¡®Breaking hearts¡¯, que arranca como un viejo ¡®blues¡¯ y cambia el falsete por un can¨®nico estribillo de ¡®soft-pop¡¯ de los setenta.
Es dif¨ªcil evitar el cosquilleo en el est¨®mago con este hechicero sentimental, un hombre que no necesita pigmentaci¨®n cut¨¢nea ni secci¨®n de metales para portar en el ADN el ¡®soul¡¯ m¨¢s profundo. Con casi 600 personas aturdidas y excitadas (salvo los cuatro o cinco charlatanes que cubren la cuota de majader¨ªa), McMorrow fue capaz de evocar lo mejor de Bon Iver, James Blake, Antony Hegarty o Iron & Wine, incluso sin amplificaci¨®n (¡®And if my heart should somehow stop¡¯). Bendita sea esa cantera irlandesa que, con los zarpazos emocionales de Glen Hansard, Fionn Regan o Villagers a¨²n recientes, vuelve a arrebatarnos el alma a jirones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.