Los errores de la juez Alaya

La tirantez que existe entre la juez Mercedes Alaya y la Junta de Andaluc¨ªa ha devenido en guerra abierta. El motivo: los cursos de formaci¨®n que la magistrada pretende investigar en exclusiva. La Junta la acusa de haber vulnerado el derecho al juez natural y ha pedido que sea apartada de la causa.

Una causa que es una mina de oro para un juez ambicioso. Seg¨²n previsiones de la propia Alaya, puede sobrepasar los dos millones de documentos, con 950 millones de euros en juego (a?os 2008 a 2011). El PP eleva esa cifra a 4.000 millones en 10 a?os y el Abc a 5.096 millones.

La causa se encuentra repartida en 18 juzgados de la comunidad. La polic¨ªa nacional ha realizado centenares de interrogatorios. Pues bien, Alaya intenta unificar toda la causa. Quiere que el resto de sus compa?eros y la polic¨ªa renuncien a sus pesquisas y le pasen lo investigado. Todo, en base a la declaraci¨®n de un testigo estrella de la juez, Teodoro Montes, jefe del departamento de gesti¨®n de Formaci¨®n Profesional Ocupacional de la Junta.

Montes se present¨® un buen d¨ªa en el juzgado de Alaya para denunciar las irregularidades que, en su opini¨®n, se estaban produciendo en los cursos. El juzgado lo remiti¨® a la Guardia Civil, que le tom¨® declaraci¨®n, y se la entreg¨® a la juez Alaya.

Un error, argumenta la Junta. Pues la declaraci¨®n de Montes ante la Guardia Civil debi¨® ir a uno de estos dos sitios: el Juzgado 9 de Sevilla, que ya instru¨ªa una causa contra UGT por los cursos, o al decanato, para que se procediera al reparto ordinario entre todos los jueces de instrucci¨®n.

En lugar de eso, Alaya pretende apropiarse del asunto. Por ello, la Junta ha pedido la nulidad de las actuaciones y que se aparte a la juez del caso. Considera que se ha vulnerado el derecho al juez natural, lo que podr¨ªa mandar al garete lo investigado hasta ahora.

Montes es un curioso testigo que se ha desdicho en varias ocasiones. Un d¨ªa acus¨® a la CEA y a los sindicatos de cobrar comisiones de un 20% al subcontratar los cursos y al d¨ªa siguiente sac¨® a la patronal del paquete y no aport¨® pruebas de las mordidas de los sindicatos.

Estas tres instituciones expresaron su intenci¨®n de querellarse contra Montes. Alaya sali¨® en defensa de su testigo y prohibi¨® a la prensa difundir su fotograf¨ªa. Cuando ya llevaban dos semanas todos los medios con su imagen en portada.

Pretender amordazar a la prensa es un nuevo error de Alaya. Una medida considerada ¡°extempor¨¢nea e ineficaz¡± por la Asociaci¨®n de la Prensa de Sevilla. La juez cree que algunas ¡°entidades¡± (sindicatos y patronal) ¡°utilizan a la prensa para presionar al testigo¡±.

?stos y otros errores en pocos d¨ªas muestran que quiz¨¢ Alaya ha perdido los papeles. Esperemos que sea una p¨¦rdida pasajera.

@JRomanOrozco