Menos es m¨¢s
El Madrid Arena ha perjudicado a la noche madrile?a, tanto a grandes como a peque?os
Este viernes se cumplen dos a?os de la tragedia de Halloween en el Madrid Arena. La fiesta, que con motivo de la sesi¨®n de Steve Aoki congreg¨® a al menos 22.000 personas en un aforo donde no deb¨ªan entrar m¨¢s de 10.000, termin¨® con cinco j¨®venes muertas. Un hecho totalmente irresponsable que, de alguna manera, han notado todos los locales de la noche madrile?a. Los grandes y los peque?os.
Los eventos de mayor envergadura, debido a este desprop¨®sito y a la crisis, han disminuido pero no han desaparecido. Este s¨¢bado, para quien est¨¦ dispuesto a ello, Fabrik (Industria, 82) ofrece una selecci¨®n con algunos de los nombres mas representativos del amplio espectro del tecno: de Jeff Mills a Robert Hood, pasando por Surgeon. Figuras cl¨¢sicas pero que a¨²n facturan algunos de sus mejores sets. Busquen el ¨²ltimo v¨ªdeo que grab¨® Surgeon para la plataforma Boiler Room en el festival holand¨¦s Dekmantel y me cuentan.
Mientras, en la zona centro, muchos espacios sobreviven programando a la escena local y respetando los estrictos horarios. Este viernes el colectivo The Bourbaki presenta nueva propuesta en Moroder Sound Club (San Hermenegildo, 7). Bajo el nombre de Black Label Sessions pretenden acercar, mediante directos y sesiones, a parte de la escena m¨¢s interesante de la electr¨®nica madrile?a. Odil Broc y Clap Kent ser¨¢n quienes ma?ana muestren lo ¨²ltimo de sellos como Ninefont o Lobster Theremin, una de las escuder¨ªas m¨¢s talentosas de este 2014, que realiza un house a medio camino entre la vanguardia y el baile.
Cruzando la calle San Bernardo, el s¨¢bado se inaugura ?rbita (Montele¨®n, 5), un lugar de aspecto berlin¨¦s por aquello de sus reducidas dimensiones y de lo oculto de su propuesta, donde primar¨¢n los sonidos cercanos al kraut, el minimal wave y el electro. Al frente de su cabina podremos escuchar a Arch, cabeza visible del exitoso club Femur, y a Waje, un hist¨®rico de la capital en esto de los primeros ritmos anal¨®gicos.
Propuestas cercanas y confortables donde la selecci¨®n, el ambiente y, por qu¨¦ no, el apoyo a la escena local se cuidan todo lo posible. Algo m¨¢s que necesario en estos tiempos que corren.
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