Un siglo reinventando la f¨¢brica

Un grupo de j¨®venes trabajadores, con cierta responsabilidad, pero sin la etiqueta de directivos, sin corbatas ni privilegios se plantaron un d¨ªa delante del jefe y copropietario de Lazpiur SA, Miguel Lazpiur ¡ªjunto a su hermano Agust¨ªn¡ª, y le soltaron a bocajarro que hab¨ªa que cambiar la organizaci¨®n. Terminaba el aciago a?o 2011, y llevaban cinco resistiendo y sufriendo una brutal crisis.

Le dijeron algunas cosas que ya sospechaba despu¨¦s de tanto tiempo apretando los dientes para superar la situaci¨®n. Lo hicieron porque confiaban en ¨¦l, despu¨¦s de comprobar que, pese a ca¨ªdas de las ventas de m¨¢s del 50% en un solo ejercicio, todos segu¨ªan trabajando, jam¨¢s se plante¨® un despido, las condiciones segu¨ªan siendo dignas y los salarios, fruto de los pactos, ¡ªdirectos con los trabajadores, no hay comit¨¦ de empresa¡ª hab¨ªan subido el 18% desde 2006 hasta 2011.

Miguel Lazpiur, el expresidente de Confebask, y ex miembro del comit¨¦ ejecutivo de la CEOE, escuch¨®. Despu¨¦s de muchos a?os al frente de la firma de Bergara, de ser la cuarta generaci¨®n de Lazpiur que mantiene la actividad fabril, y de tener la Q de oro brillando desde 2006, era plenamente consciente de que son las personas las que obran los cambios y despu¨¦s de tantos como estaban sufriendo ten¨ªa muy claro que sobrevivir es adaptarse cada minuto a lo que viene. A Lazpiur le son¨® bien que sus propios empleados tomaran la iniciativa de dar un paso al frente, y de comprometerse con el presente y el futuro de la empresa, pero adem¨¢s le gust¨® que en sus palabras hubiera conocimiento, criterio y mucho sentido com¨²n.

Ese mismo d¨ªa de finales de 2011 se conjuraron en el proyecto F¨¦nix. ¡°Le pusimos ese nombre porque quer¨ªamos resurgir, sacar lo mejor de cada uno de nosotros, mejorar todos y cada uno de los aspectos de la firma¡±, describi¨® el viernes pasado Aroa Agirrezabal, una de las impulsoras. Hartos ya de resistir, de controlar los gastos en puros actos de resistencia y de ajustar todo lo ajustable, decidieron que era hora de pasar a la ofensiva y ajustar para conocer c¨®mo mejorar, no s¨®lo para cuadrar la cada vez m¨¢s encogida caja. En 2012 salieron de n¨²meros rojos y en 2013 el resultado fue, como el actual curso, mucho mejor.

Eeste pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el lehendakari, I?igo Urkullu; el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y los 113 empleados del Grupo Lazpiur celebrar¨¢n su centenario en uno de los pabellones de la empresa, en Bergara. Una longevidad poco usual para una empresa familiar y t¨ªpica del tejido industrial vasco, que ha aguantado 100 a?os entre el b¨¦lico siglo XX y el transformador e inestable inicio del XXI.

¡°Esta crisis nos ha ense?ado mucho¡±, reconoce Miguel Lazpiur con cierto dolor por los a?os de dura pelea que todav¨ªa mantienen con un mercado que remolonea en la UE y no arranca en el resto de Espa?a. ¡°Pero hemos aprendido que hay que trabajar en dos planos, siempre en dos planos, el d¨ªa a d¨ªa, las urgencias, pero de igual manera hay que observar el proyecto global, el futuro, las ideas, renovarlo y mirar m¨¢s all¨¢¡±.

Miguel est¨¢ orgulloso de sus empleados, de su empresa, de c¨®mo siguen avanzando pese a las resistencias, de no tener un despacho, y trabajar con los dem¨¢s en la zona de oficinas. Explica satisfecho mientras pasea entre las m¨¢quinas que ahora est¨¢n ya en 25 pa¨ªses, con presencia en lugares como Alemania, Francia y Estados Unidos.

Lazpiur fue invitado el pasado julio como ponente de referencia al mayor congreso mundial de forja (IFC, celebrado en julio en Berl¨ªn), donde hablaron de las nuevas tendencias en el utillaje de forja para el futuro. Sus clientes son multinacionales como Ford, Mercedes, Volkswagen, y otros como Lear, o GKN.

Otro de los empleados que se involucr¨® en dise?o del proyecto de transformaci¨®n, Josu Lete, reconoce que en Lazpiur ¡°somos afortunados porque el compromiso es total y est¨¢ dando sus frutos¡±. Tras el pacto de finales de 2011 reorganizaron los equipos de trabajo, d¨¢ndole especial relevancia no tanto a los conocimientos de las personas, que tambi¨¦n, como a sus capacidades. La hija de Miguel abri¨® la lata de la informaci¨®n econ¨®mica e implant¨® la transparencia, ense?ando a la plantilla a interpretar los balances para conocer todos los aspectos econ¨®micos de la planta, y empezaron a redise?ar todos los procesos para mejorar la eficiencia y los gastos. ¡°La crisis nos ha ense?ado muchas cosas¡±, repite Lazpiur.