Granados llen¨® de militantes del PP la agrupaci¨®n socialista de Valdemoro

Francisco Granados, el principal implicado en la Operaci¨®n P¨²nica, y su amigo desde la infancia, el empresario David Marjaliza, ten¨ªan la Agrupaci¨®n Socialista de Valdemoro completamente controlada entre los a?os 2005 y 2006. De los 300 militantes socialistas, m¨¢s de la mitad estaba relacionado con el PP o eran familiares suyos. As¨ª lo demostr¨® un grupo de afiliados del PSOE local que consigui¨® que estos infiltrados fueran expulsados del colectivo. A lo largo de esos a?os, en especial en los meses m¨¢s pr¨®ximos a las elecciones municipales, la afiliaci¨®n se hab¨ªa disparado de forma incomprensible.

La crisis de la Agrupaci¨®n Socialista de Valdemoro comenz¨® con la p¨¦rdida de concejales en las elecciones de 2003. El PSOE baj¨® de seis a cuatro ediles, justo cuando Rafael Simancas ten¨ªa opciones de gobernar. El PP, con Esperanza Aguirre a la cabeza, no hab¨ªa conseguido la mayor¨ªa absoluta en las elecciones regionales. La noche de los comicios acudi¨® a la agrupaci¨®n socialista el empresario David Marjaliza, seg¨²n fuentes del PSOE. Iba acompa?ado de otras dos personas y estuvo reunido con el entonces secretario local, Antonio Serrano. Este, que despu¨¦s fue jefe de gabinete del alcalde socialista de Aranjuez, tambi¨¦n est¨¢ imputado en la Operaci¨®n P¨²nica. El juez Eloy Velasco aprecia que ha podido cometer delitos de blanqueo de capitales, organizaci¨®n criminal, malversaci¨®n, cohecho y falsedad documental. Se sospecha que es socio y administrador de Marjaliza y que actuaba como su testaferro.

La agrupaci¨®n a partir de ese momento se empez¨® a llenar de militantes. ¡°Eran ¨¦pocas muy llamativas. En un solo mes se pod¨ªa conseguir hasta 50 afiliados. Los que estaban dentro no paraban de sorprenderse. Algunos quer¨ªan explicarlo con el llamado efecto Zapatero¡±, reconocen fuentes socialistas. Pero las cr¨ªticas internas hicieron que Antonio Serrano dejase el cargo y entrase un afiliado del sector minoritario, el exconcejal ?ngel V¨¢zquez, a dirigir la agrupaci¨®n.

Lo que no sab¨ªan los responsables de la agrupaci¨®n es que el proceso era controlado por un grupo de militantes. Cada vez que entraba un afiliado nuevo, hab¨ªa personas que se dedicaban a investigarlos. ¡°Lo que era muy sospechoso es que en un pueblo de 19.000 habitantes hubiera m¨¢s de 300 militantes, lo que convert¨ªa a Valdemoro en la tercera agrupaci¨®n m¨¢s importante de la regi¨®n. Hab¨ªa cosas muy raras¡±, reconocen las mismas fuentes.

El trabajo de campo no fue especialmente f¨¢cil, reconocen esas fuentes. Los nombres de los respectivos afiliados fueron cotejados uno a uno. No fue tan f¨¢cil porque muchos de los registros no estaban en Internet, como en la actualidad. El grupo que sospech¨® de una afiliaci¨®n irregular tuvo que brujulear mucho en muchos archivos. Tuvieron que ir a la hemeroteca del Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid y comprobar las listas de la desaparecida Alianza Popular (AP) y del PP en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.

Hubo suerte. Parte de los afiliados hab¨ªan concurrido en las listas de ambos partidos. En otros casos, a trav¨¦s de estos nombres sacaron los de otros familiares. ¡°Hab¨ªa apellidos no tan comunes. Una vez que hallaban un nombre, ya pod¨ªan cotejarlos con otros de la lista¡±, recuerdan las fuentes. ¡°No ten¨ªamos ninguna garant¨ªa de qui¨¦n era del PSOE o quien era un infiltrado para dinamitar todo lo que hab¨ªamos hecho¡±, mantienen.

Otro aspecto que comprobaron parte de los militantes, con la exconcejal y exportavoz municipal Margarita Pe?a a la cabeza, se centr¨® en el Registro Mercantil. Fue necesario ver una por una las empresas que formaban el entramado de David. Se trataba de ver qui¨¦nes figuraban como administradores, consejeros o alg¨²n cargo destacado. ¡°Tambi¨¦n salieron nombres muy interesantes de personas estrechamente vinculadas a esta persona¡±, a?aden fuentes socialistas.

Toda la investigaci¨®n, que llev¨® meses y que fue necesario argumentar, termin¨® en un expediente de cierto grosor. M¨¢s de la mitad de los militantes estaba o hab¨ªa estado vinculada con el PP o con David Marjaliza. El dossier fue remitido a la sede de la FSM, en la calle de Miguel Fleta, cuando Rafael Simancas era secretario regional. ¡°Lo que nos dimos cuenta es que era un porcentaje lo suficientemente grande para que no hubiera garant¨ªas de la autonom¨ªa de nuestra agrupaci¨®n. Es decir, pod¨ªan estar en manos de la especulaci¨®n. No pod¨ªa permitir aquello¡±, record¨® ayer Rafael Simancas en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°La informaci¨®n que recib¨ª en el PSM era muy indiciaria y clarificadora de la que se nos pod¨ªa venir encima. Ten¨ªamos hasta varios testimonios que confirmaban que el propio Marjaliza estuvo en la agrupaci¨®n¡±, resume.

Esos testimonios inclu¨ªan hasta fotos, seg¨²n fuentes socialistas. Estas aseguran que el empresario se hab¨ªa reunido con la posible candidata del PSOE en Valdemoro, Eva Borox, y con Antonio Serrano. ¡°Decidimos expulsarlos a todos del partido porque era preferible perder las elecciones a tener un alcalde corrupto. Una vez que llegara al cargo, s¨ª que no podr¨ªamos controlarlo¡±, a?ade Simancas.

Se nombr¨® una gestora tras disolver la agrupaci¨®n. Los cargos fueron directamente expulsados o se marcharon tras comprobarse la veracidad de las acusaciones. Con ese plantel acudieron a las elecciones municipales de 2007 con Margarita Pe?a como candidata.

Los comicios fueron ¡°especialmente duros¡± en Valdemoro, seg¨²n fuentes socialistas. Los expulsados arremetieron contra los integrantes de la exigua agrupaci¨®n. Algunos recuerdan que ten¨ªan que ir escoltados por la Guardia Civil a pegar los carteles de la candidata. ¡°Fue muy duro porque les atacaban desde todos los lados: tanto los del PP como los que antes hab¨ªan sido compa?eros¡±, destacan fuentes socialistas.