¡°No hace falta magia para desear a la persona que no toca¡±
Joan Oll¨¦ dirige en el TNC ¡®El somni d'una nit d'estiu¡¯ como ¡°pesadilla¡±
El bosque de A Midsummer night's dream, de Shakespeare, donde reina esa luna ¡°p¨¢lida de furia¡± que ¡°ba?a el aire de enfermedades¡± (Titania dixit) no es el lugar amable, de cuento infantil, poblado de haditas y tan caro a las funciones escolares de fin de curso. Es un lugar en el que el adjetivo ¡°fe¨¦rico¡± despliega todos sus connotaciones terribles y en el que suceden cosas graves y oscuras. As¨ª lo entiende Joan Oll¨¦ y lo ha plasmado en su montaje de la obra, un El somni d'una nit d'estiuque no considera precisamente sue?o sino ¡°pesadilla¡±.
El espect¨¢culo, con traducci¨®n de Joan Sellent y un reparto de 18 actores que mezcla int¨¦rpretes veteranos como Merc¨¨ Ar¨¢nega (Titania), Llu¨ªs Marco (Ober¨®n), Xicu Mas¨®, Enric Maj¨® o Joan Anguera, con muy j¨®venes, se estrena el mi¨¦rcoles en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Oll¨¦, embotado por un resfriado que le hac¨ªa hablar ayer con tono gutural como si llevara puesta la cabeza de Bottom (aqu¨ª denominado Troca y encarnado por Xicu Mas¨®), se?al¨® el gran respeto, hasta la intimidaci¨®n, que le merece Shakespeare (es el segundo que monta, tras un Romeo y Julieta) ¡°que siempre es mil veces m¨¢s inteligente y moderno que t¨² y con el que sabes que tienes de antemano la batalla perdida¡±.
Explic¨® que El somni ¡°como que no¡± (vamos que no le gustaba) y que Puck ¡ªel travieso y liante esp¨ªritu sirviente de Oberon, el rey de las hadas¡ª ¡°siempre me hab¨ªa dado yuyu¡±. Tras aceptar el encargo de Xavier Albert¨ª, director del TNC, de montar la pieza, encontr¨® varias lecturas iluminadoras ¡ªprincipalmente Shakespeare, los fuegos de la envidia, de Ren¨¦ Girard (Anagrama, 1995)¡ª que le hicieron pensar que se hab¨ªa equivocado hasta entonces con ella. Girard, dijo, califica la obra de ¡°aut¨¦ntica explosi¨®n de genialidad¡±, con apasionantes consideraciones sobre el ¡°deseo mim¨¦tico¡± , el sexo, la infidelidad y el amor. Ah¨ª estaban tambi¨¦n, record¨® Oll¨¦, los comentarios elogiosos de Jan Kott y Peter Brook. Descubri¨® pues el director que El somni ¡°es algo muy bestia¡± y ¡°la pesadilla de un mundo de amor¡± en el que ¡°todos lo piden pero mientras no llega imitan los gestos, la palabra, los deseos del otro¡±. Los amantes, continu¨®, huyen de la ciudad, de la Atenas de las leyes, a la libertad de la selva, pero encuentran que all¨ª tambi¨¦n hay unas leyes, raras, y ese lugar que salva a los amantes les hace a la vez vivir una pesadilla brutal, que casi acaba en sangre¡±. A Puck, apunt¨®, ¡°le va la marcha¡± y ¡°sus travesuras hacen verdadera pupa a los humanos¡±.
¡°Shakespeare es precursor de Freud y Lacan¡±, advierte el traductor Joan Sellent
Sobre las flores m¨¢gicas con las que el genio vuelve locos de amor a los personajes (y hacen que Titania se enamore del Bottom con cabeza de asno), reflexion¨® que no cree que sean diferentes ¡°de un gin tonic en Luz de Gas a las cinco de la ma?ana¡±; y ofreci¨® una frase memorable: ¡°No hace falta magia para desear a la persona que no toca¡±.
Record¨® Oll¨¦ que Shakespeare escribi¨® la obra para la boda de un amigo y con la pretensi¨®n de dejar a todo el mundo contento, pero no pudo evitar las cargas de profundidad y dosis de veneno.
Por su parte, Sellent, que ha trabajado el verso con los actores, abund¨® en que El somni ¡°parece una comedia rom¨¢ntica de hadas y follets, pero si rascas presenta muchas aristas oscuras¡±. Al respecto cit¨® alguna tirada po¨¦tica de Titania, que denota crueldad y tenebrosidad. ¡°Shakespeare es precursor de muchas cosas¡±, advirti¨®, ¡°y tambi¨¦n de Freud y Lacan¡±. A?adi¨® que Puck puede ser ¡°el inconsciente, las jugadas que nos hace¡±. El traductor quiso destacar el ¡°gran respeto, escrupuloso, y el amor a la palabra¡± que caracteriza el montaje. La escenograf¨ªa es de Sebasti¨¤ Brossa, Andr¨¦s Corchero ha colaborado en el movimiento y Oll¨¦ ha seleccionado, por la referencia ateniense, m¨²sica de Manos Hadjdakis, oscarizado por Nunca en domingo, de Jules Dassin (en la que Melina Mercouri cantaba la inolvidable Los chicos del Pireo), adem¨¢s de colaborador de Maurice B¨¦jart.
Merc¨¨ Ar¨¢nega destac¨® de Titania que no es madre aunque el conflicto con Oberon se produce por el ni?o que ella ha robado; que est¨¢ aburrida ¡°de 400 a?os de matrimonio¡± (!) y que su mon¨®logo del primer acto ¡°es un alegato ecol¨®gico sobre las desgracias de la naturaleza que hasta habla del cambio clim¨¢tico¡±.
El espect¨¢culo se acompa?ar¨¢ de varias actividades y proyecciones en el TNC (exposici¨®n en el vest¨ªbulo sobre Shakespeare a Catalunya) y en la Filmoteca (la pel¨ªcula de Max Reinhardt de 1935).
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