Luca Masala selecciona a j¨®venes para los Ballets de Monte-Carlo
80 j¨®venes participan en las pruebas para la prestigiosa escuela de danza
Nervios, excitaci¨®n, ilusi¨®n. Las aulas de danza del Institut del Teatre de Barcelona han acogido este fin de semana una clase muy especial. Una audici¨®n para cubrir tres plazas becadas para cursar estudios de danza en la prestigiosa Academia de Danza Princesa Gracia, la escuela de los c¨¦lebres Ballets de Monte-Carlo. Un total de 80 j¨®venes entre 11 y 18 a?os procedentes de toda Espa?a, Portugal y Andorra participan en las pruebas con el anhelo de ser uno de los elegidos. La exigente y selecta formaci¨®n de la Academia de Danza de los Ballets de Monte-Carlo asegura un contrato al final de los estudios, los 80 aspirantes saben que la oportunidad es ¨²nica.
El exbailar¨ªn Luca Masala es el director de la Academia, en la que ¨¦l mismo estudi¨® y ahora vela por mantener su alto nivel. La audici¨®n que preside dista mucho de ser un simple desfile de j¨®venes estudiantes de danza que exhiben sus cualidades. Masala convierte la audici¨®n en una clase magistral de casi dos horas de la que no pierde detalle mientras los j¨®venes estudiantes bailan y bailan aunque algo intimidados. Se mezcla entre los estudiantes a los que corrige de forma directa e insistente sus evoluciones buscando la concentraci¨®n y la chispa de la pasi¨®n.
¡°Lo importante es que el estudiante est¨¦ motivado, que sea inteligente a la hora de asimilar la t¨¦cnica¡±, se?ala jovial Masala. ¡°Exijo a mis alumnos que cuando lleguen a clase se liberen de sus problemas e inseguridades y trabajen duro, apasionadamente. Es la ¨²nica manera de llegar a ser un buen bailar¨ªn¡±.
Llegar a ser buenos bailarines es a lo que aspiran los 80 j¨®venes que optan a la beca. La garant¨ªa de un contrato tras la s¨®lida formaci¨®n que se puede obtener en la Academia de los Ballets de Monte-Carlo es un aliciente para unos aspirantes a bailarines cuyo futuro pasa mayoritariamente por encontrar un hueco en una compa?¨ªa de danza extranjera ante el desolador panorama de la danza en la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Para Tatiana, de Huesca, esta es su primera audici¨®n y valora muy positivamente la experiencia. ¡°Esta experiencia me ayudar¨¢ a perder la timidez¡±, se?ala. Enrique, de Albacete, no oculta como la mayor¨ªa¡± el sue?o que significar¨ªa ¡°ser uno de los elegidos¡±.
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