Nikola Tesla: rayos y centellas
Una exposici¨®n en el Espacio Telef¨®nica ahonda en la figura del cient¨ªfico


Nikola Tesla era un hombre muy alto para su ¨¦poca, enjuto y erguido, de mirada hipn¨®tica, que siempre hac¨ªa gala de una elegancia impoluta. Su voz aguda de acento serbio, a la par que sus conocimientos cient¨ªficos, llamaban la atenci¨®n en las fiestas neoyorquinas. Tesla (1856-1943) pas¨® a la historia de la ciencia por sus avances en el campo de la electricidad y el magnetismo, que le condujeron a inventos hoy ubicuos como la corriente alterna, el motor de inducci¨®n o la radio (en realidad una invenci¨®n colectiva). Pero Tesla, en s¨ª mismo, tambi¨¦n fue una persona magn¨¦tica y el¨¦ctrica, que de un tiempo a esta parte ha sido rescatada de la mano de libros, pel¨ªculas, videojuegos y todo tipo de productos culturales hasta conferirle el aura de icono pop. La teslaman¨ªa.
Nikola Tesla. Suyo es el futuro es una gran exposici¨®n sobre la figura del cient¨ªfico, que va de su faceta cient¨ªfica a su faceta digamos cultural, por aquello de que la ciencia tambi¨¦n es cultura, como se ocupan en divulgar tenazmente desde la Fundaci¨®n Telef¨®nica, que alberga la muestra en su Espacio de Fuencarral 3 hasta el 15 de febrero.
¡°Se ve como una figura olvidada, contracultural y revolucionaria pero no es solo una personaje curioso del siglo XIX o el padre de la tecnolog¨ªa el¨¦ctrica. Tesla es ante todo un innovador, de donde viene el esp¨ªritu del emprendedor¡±, dice Mar¨ªa Santoyo, comisaria de la muestra junto con Miguel A. Delgado. En la exposici¨®n se hace un repaso por sus inventos m¨¢s importantes, que hacen que ahora disfrutemos electricidad en cada casa y todo tipo de aparatos el¨¦ctricos y electrodom¨¦sticos. Avances que cambiaron el rumbo de la civilizaci¨®n.
Se puede ver la famosa y espectacular bobina de Tesla, que genera rayos visibles cuando se le acerca un tubo fluorescente o el llamado Huevo de Col¨®n, un ingenio que mediante fuerzas electromagn¨¦ticas pone en pie un huevo, como por arte de magia. Estas demostraciones cient¨ªficas ten¨ªan gran aceptaci¨®n en un tiempo en el que se viv¨ªan con fascinaci¨®n los espect¨¢culos de magos, espiritistas e ilusionistas. Las fotograf¨ªas de Tesla, con su enigm¨¢tica figura rodeada de rayos y centellas, muchas veces le asemejan a uno de ellos, m¨¢s que a un investigador.
Otra idea seminal del cient¨ªfico fue la del Sistema Mundial, una red de torres que asegurar¨ªa suministro el¨¦ctrico por todo el planeta, sin necesidad de cables y de forma gratuita, y tambi¨¦n permitir¨ªa la comunicaci¨®n. Se lleg¨® a construir la primera torre, en Wardenclyffe, Long Island, aunque pronto perdi¨® su financiaci¨®n por parte del banquero J. P. Morgan, que no le auguraba rentabilidad. Hay quien ve en este sistema un antepasado de Internet.
Aunque tambi¨¦n se da cuenta en la muestra de algunas de sus visiones m¨¢s exc¨¦ntricas, como la comunicaci¨®n interplanetaria (Tesla crey¨® recibir se?ales extraterrestres y teoriz¨® sobre el modo de comunicarse con otros mundos), el control del clima, la capacidad de generar terremotos o el rayo de la muerte, una hipot¨¦tica arma de part¨ªculas hiperdestructivas, que le granje¨® la desconfianza del Gobierno estadounidense durante la Primera Guerra Mundial. ¡°No hemos querido poner al mismo nivel sus logros cient¨ªficos que sus derivas de sus ¨²ltimos a?os¡±, dice Delgado, ¡°tanto da?o le han hecho los que le han querido borrar de la historia de la ciencia como aquellos mit¨®manos que han reivindicado sus ideas m¨¢s exc¨¦ntricas. Eso es caricaturizarle¡±.
En otras partes de la exposici¨®n se hace un repaso por el Imperio Austroh¨²ngaro y el Nueva York de su ¨¦poca y tambi¨¦n por algunos genios olvidados de la ingenier¨ªa y la ciencia espa?ola, como M¨®nico S¨¢nchez; tambi¨¦n por algunas de las grandes figuras que rodearon su existencia: su amigo Mark Twain o su enemigo Thomas Alba Edison, con el que mantuvo la llamada Guerra de las Corrientes. Mientras que Edison defend¨ªa el uso de corriente continua para el transporte de electricidad (que supon¨ªa construir una subestaci¨®n el¨¦ctrica en cada esquina y generaba grandes p¨¦rdidas en calor), Tesla apostaba por la corriente alterna, que es la que hoy llega a los enchufes de nuestras casas.
Una ¨²ltima secci¨®n es un caj¨®n desastre, llamado Tesla Pop, en el que se recogen diferentes expresiones de la cultura popular en la que se utiliza la figura de Tesla: tatuajes, pel¨ªculas, videojuegos, arte urbano (hay pintadas dedicadas al inventor en el barrio de Santa Eugenia y en la Plaza de Espa?a, seg¨²n afirma Delgado), entradas de la banda de rock Tesla o la novela de Jean Echenoz Rel¨¢mpagos (Anagrama) basada de forma libre en la biograf¨ªa del cient¨ªfico. ¡°Es un caso muy raro en el que un cient¨ªfico logra inspirar a creadores art¨ªsticos¡±, dice el comisario, ¡°pero es que es una aberraci¨®n diferenciar entre ciencia y cultura. Todo lo que forma parte del progreso humano es cultura¡±.
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