Gobierno y Junta discrepan sobre el destino de los suelos de Delphi

Durante casi un cuarto de siglo los 170.000 metros cuadrados que la multinacional de automoci¨®n Delphi adquiri¨® en Puerto Real (C¨¢diz) dieron trabajo simult¨¢neo a casi 2.000 personas. Desde hace siete a?os el vac¨ªo que resuena entre sus paredes es el peor s¨ªmbolo de la situaci¨®n econ¨®mica de la bah¨ªa gaditana, donde sobra suelo y faltan empresas para ocuparlo. La empresa ech¨® el cerrojo en 2007 y esos terrenos y edificios a¨²n en pie, pendientes de la decisi¨®n de los administradores concursales que los gestionan, son fruto constante de fricciones. Los ex trabajadores piden la llegada de inversores. La Junta quiere comprarlos pero la f¨®rmula elegida no gusta al Gobierno central. S¨®lo una compa?¨ªa, Recuperaciones Ecol¨®gicas del Sur (Redelsur), ha comprado 39.000 metros cuadrados para montar una planta de reciclaje. Uno de sus socios se acaba de declarar en concurso voluntario de acreedores.

Dos a?os despu¨¦s del cierre, en 2009, el plan de liquidaci¨®n de Delphi valor¨® el terreno y los edificios a¨²n en pie en 44 millones. Entonces se propon¨ªa poner todo a la venta, identificar a posibles inversores y abrir un plazo para presentar ofertas. El plan contaba con tres fases pero ni una sola arranc¨® porque ning¨²n inter¨¦s por comprar los suelos floreci¨®. Lleg¨® a sonar una empresa china que se difumin¨® en el camino.

Los administradores concursales no quieren esperar m¨¢s. Ya tienen claro que el futuro de los terrenos de Delphi, ante la falta de claros inversores privados, es derribarlo todo y dejar esos suelos bald¨ªos. Al menos as¨ª se ahorrar¨¢ tener que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles el a?o que viene, un cuarto de mill¨®n de euros. La chatarra que se genere, rica en cobre, podr¨ªa servir para reducir la elevada deuda que todav¨ªa se mantiene con Administraciones y proveedores, cifrada en m¨¢s de ocho millones. Un reciente informe difundido por el Ayuntamiento de Puerto Real destacaba que mantener en pie esa f¨¢brica ha costado s¨®lo en los tres ¨²ltimos a?os 2.324.380 euros.

Los sindicatos, que representan los intereses de m¨¢s de 600 extrabajadores que no pudieron ser recolocados a pesar de los importantes planes de recolocaci¨®n y cursos de formaci¨®n ¡ªahora investigados por la juez Mercedes Alaya¡ª, no quieren la demolici¨®n porque, con ella, se esfumar¨ªan las posibilidades de una r¨¢pida instalaci¨®n de una empresa. Tampoco lo quiere el Ayuntamiento de Puerto Real (PA), que, adem¨¢s de unirse a la causa sindical, ver¨ªa mermar sus ingresos anuales en 250.000 euros, lo que cuesta el IBI de Delphi. ¡°Queremos consenso pol¨ªtico para que todos los partidos rechacen este derribo¡±, reclama Miguel Paramio, de la central USO.

Pero ese consenso no existe. Junta y Gobierno central no discrepan en la necesidad o no del derribo sino en la f¨®rmula por reactivar los suelos. Conscientes de que ning¨²n inversor privado llegar¨¢ ca¨ªdo del cielo, el Gobierno andaluz ha propuesto comprar los terrenos con dinero propio. No ha dicho qu¨¦ cantidad est¨¢ dispuesta a pagar pero su intenci¨®n es que una vez bajo su titularidad pase a formar del Consorcio de Las Aletas, un proyecto de parque empresarial vecino, que tambi¨¦n ha atravesado un largo tiempo de letargo. Pero la decisi¨®n corresponde al Gobierno central, que preside ese Consorcio, y ya el PP ha dicho que no. Los populares quieren que la Junta compre Delphi pero para que los ponga en uso dentro de un parque industrial ya existente, el Tecnobah¨ªa. Lo otro lo interpretan como una trampa legal de dif¨ªcil encaje jur¨ªdico.

Mientras, la firma Redelusur compr¨® el a?o pasado 39.000 metros cuadrados. Invirti¨® dos millones para montar una planta de reciclaje de residuos de barcos, donde, a partir de febrero, espera dar trabajo a 40 personas. Adem¨¢s sus impulsores han anunciado que quieren comprar otros 15.000 para ampliar el negocio. La buena noticia ha sido acogida con enorme frialdad por Administraciones y sindicatos, que no terminan de fiarse de un conglomerado liderado por la empresa gaditana Ecogades y socios albaneses. Ecogades, adem¨¢s, acaba de presentar concurso voluntario de acreedores, por las deudas que mantiene y no puede pagar. Su presidente, Jos¨¦ Antonio Moreno presume de que ha despertado la actividad a un suelo dormido desde hace siete a?os. Aunque no est¨¦ claro si la realidad es mejor o peor que el sue?o.