El amarillo chill¨®n del viol¨ªn
Los alumnos del curso 'Dibujando la m¨²sica' convierten melod¨ªas en im¨¢genes
La primera nota retumba sobre el silencio y mueve de un latigazo la mano que descansa sobre el papel. En la oscuridad del Gran Teatro Falla la pintura se hace m¨¢s intuitiva y sobre la hoja que sostiene Manuel Br¨² el sonido del viol¨ªn se convierte en un anguloso trazo amarillo chill¨®n. Los colores c¨¢lidos se los reserva para los instrumentos de voces agudas. El viento y los graves son de una fr¨ªa y redondeada l¨ªnea azulona. El pintor Manuel Br¨² participa por cuarta vez en el curso Dibujando la m¨²sica en el Festival de M¨²sica Espa?ola, en el que 25 estudiantes de Bellas Artes de las Universidades de Granada y C¨¢diz se inspiran en conciertos en directo para crear sus obras.
Cada noche, entre los d¨ªas 20 y 23 de noviembre, los alumnos se repliegan sobre sus cuadernos y ense?an sus nucas al techo del c¨¦lebre teatro gaditano. Con los o¨ªdos bien dispuestos reprimen sus deseos de embobarse con la m¨²sica y empu?an l¨¢pices, ceras y rotuladores con los que garabatean las emociones que sienten con cada nota. ¡°Es tan grande lo que percibes que ponerte a dibujar cuesta. Pero al final todo es dejarse llevar¡±, confiesa el pintor.
El p¨²blico ver¨¢ a los estudiantes pintar en directo en la ¨²ltima jornada
Las ma?anas son para las clases, en las que profesores especializados en dibujar la m¨²sica les dan las pautas necesarias para plasmar sobre un papel aquello que escuchan. Y por la tarde, si hay suerte y ganas, tambi¨¦n puede caer alg¨²n que otro concierto. ¡°La m¨²sica se puede ver, al igual que cuando nos ponemos delante de un objeto sabemos de qu¨¦ color es o si es grande o peque?o. En nuestro caso te lo est¨¢s imaginando, pero el arte es as¨ª¡±, afirma Asunci¨®n J¨®dar, directora del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Granada y una de las profesoras del curso. La uni¨®n entre m¨²sica y pintura surgi¨®, explica J¨®dar, cuando ambas disciplinas experimentaron el deseo de huir del arte figurativo, a principios del siglo XX. ¡°Reflejar la realidad es una mirada hacia fuera y al pintar la m¨²sica miramos hacia dentro¡±, matiza la profesora.
Sin embargo, no es posible atrapar el sonido completamente, aclara J¨®dar, por lo que el resultado de este ejercicio es una serie de recuerdos sonoros que sobreviven a las ef¨ªmeras notas. ¡°Los dibujos son como huellas que puedes seguir. Con ellas te acuerdas de lo que sent¨ªas en cada momento¡±, describe Br¨². Cualquier partitura vale para pintarla, asegura J¨®dar, sin embargo, a Br¨² le resulta m¨¢s f¨¢cil captar la m¨²sica cl¨¢sica y la instrumental que otros estilos, por la intensidad y las emociones que encierran.
El ritmo de producci¨®n durante estas jornadas es m¨¢ximo, tanto que entre 25 alumnos pueden llegar a realizar m¨¢s de 200 obras. En los tres a?os que ha participado en el curso, Br¨² ha notado un cambio en su t¨¦cnica. ¡°El a?o pasado, por ejemplo, saqu¨¦ cosas m¨¢s l¨ªricas, m¨¢s refinadas que los trabajos del principio¡±, comenta.
Como colof¨®n final del curso, los alumnos tendr¨¢n que pasar la prueba del directo con una actividad que han bautizado como La noche en blanco. El ¨²ltimo d¨ªa, en el Gran Teatro Falla, el p¨²blico podr¨¢ observar los dibujos de los estudiantes en una pantalla situada junto a los int¨¦rpretes. Los artistas trabajar¨¢n sobre tres proyectores y sus obras saldr¨¢n reflejadas a tiempo real sobre el escenario. Se podr¨¢ ver entonces el sonido, con 25 colores y formas, cada una de una mano diferente.
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