La Sociedad Matritense busca un mecenas para evitar su desaparici¨®n
La asociaci¨®n cultural, creada en 1775, necesita 70.000 euros para sobrevivir

Ha sobrevivido al paso del tiempo, a guerras y golpes de Estado, a las ¨¦pocas m¨¢s tumultuosas de la historia de Espa?a. Pero la crisis est¨¢ a punto de terminar con el ¨²ltimo reducto ilustrado que a¨²n pervive en Madrid. La falta de ayudas y de financiaci¨®n ahoga desde hace meses a la Real Sociedad Econ¨®mica Matritense de Amigos del Pa¨ªs, una de las asociaciones culturales m¨¢s antiguas de la capital. Fundada en 1775 para difundir la educaci¨®n y la cultura, busca mecenas para evitar el cierre inminente.
Socorre ense?ando es el lema que figura en el escudo de la Matritense, que cuenta con 220 socios. Pilar Becerril, presidenta desde 2011 ¡ªla primera mujer en ocupar el cargo en sus casi 240 a?os de historia¡ª recita esa frase con orgullo. ¡°Llevamos m¨¢s de dos siglos ense?ando lo que nos ense?aron los maestros de la Ilustraci¨®n. Seguimos creyendo en la libertad y en la virtud. Aqu¨ª lo que se hace es impartir cultura, educaci¨®n, libertad¡±.
En su seno, se idearon y gestaron el Ateneo, la Caja de Ahorros de Madrid, los primeros colegios para ciegos y sordomudos y las escuelas patri¨®ticas, que ense?aron a leer y escribir a las clases m¨¢s populares. ¡°Fue una sociedad de emprendimiento¡±, asegura Becerril. Naci¨® por iniciativa del ilustrado Pedro Rodr¨ªguez Campomanes, siguiendo el ejemplo de la primera Sociedad Econ¨®mica creada en Espa?a, la Bascongada. El modelo se replic¨® en otro centenar de asociaciones, de las que hoy perviven alrededor de 30. Algunas, con mucha mejor salud que la madrile?a. ¡°Las del Pa¨ªs Vasco y Barcelona est¨¢n muy bien cuidadas por los poderes p¨²blicos¡±, afirma Becerril.
La Matritense cuenta con uno de los mejores archivos del siglo XVIII
Pero ni la historia que les avala ni los tesoros que custodian les han servido para recabar apoyos. ¡°No recibimos ayudas ni del Ayuntamiento, ni de la Comunidad. El Gobierno regional nos lleg¨® a dar 50.000 euros, pero hace seis a?os retir¨® la subvenci¨®n¡±, explica Becerril. La Matritense se sostiene fundamentalmente con los ingresos ¡ªunos 70.000 euros anuales¡ª que consigue su centro de estudios, en el que imparte clases, por ejemplo, de mecanograf¨ªa y contabilidad, o cursos de historia y econom¨ªa. Pero cada vez hay menos alumnos y la cifra va decayendo. Becerril dice que necesitan otros 70.000 euros al a?o para sobrevivir.
Este a?o han decidido tambi¨¦n organizar visitas guiadas a la Torre de los Lujanes, sede de la sociedad, para obtener m¨¢s financiaci¨®n. En este antiguo palacio, en la plaza de la Villa, el tiempo parece haberse quedado congelado en 1866, fecha en la que O'Donnell decidi¨® trasladar a la Matritense a este edificio hist¨®rico, el ejemplo de arquitectura civil m¨¢s antiguo que se conserva en Madrid.
Un retrato firmado por el pintor alem¨¢n Mengs de Carlos III, bajo cuyo reinado naci¨® la sociedad, preside el sal¨®n principal de la sede de la Matritense. En el edificio, con m¨¢s historia a¨²n que la sociedad, cuenta la leyenda que estuvo preso el rey Francisco I de Francia. A la Torre de los Lujanes se accede por la calle del Codo a trav¨¦s de un arco t¨²mido y en ella la instituci¨®n comparte espacio con la Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas.

El suelo de parqu¨¦ cruje bajo los pies y vitrinas con libros recorren las salas: la de reuniones, el despacho del secretario y el de la presidenta, y la principal, con capacidad para 135 personas y en la que se organizan conferencias sobre filosof¨ªa, historia, econom¨ªa, astronom¨ªa... Tambi¨¦n se alquila el espacio para otros eventos culturales, como presentaciones de libros, a modo de v¨ªa alternativa de financiaci¨®n. Becerril piensa, incluso, en celebrar bodas en el sal¨®n cuando los notarios puedan oficiarlas.
Por los salones de la sede de la Matritense han pasado sus socios m¨¢s ilustres, como Jovellanos, Larra o Floridablanca. La instituci¨®n tiene en dep¨®sito 14 pinturas del Museo del Prado, que exhibe en las paredes de la torre y cuya restauraci¨®n corri¨® a su cargo. Su biblioteca, aunque modesta en n¨²mero, es valiosa por los vol¨²menes antiguos que conserva. Y su archivo atesora, por ejemplo, el informe forense de Franco, el de la ley agraria de Jovellanos o el acta fundacional de la propia instituci¨®n, firmada por Carlos III; la presidenta la muestra orgullosa: ¡°El lacre ya casi ha desaparecido por completo, pero mira qu¨¦ letra tan bonita ten¨ªa¡±.
El que fuera director de la Academia de Historia Gonzalo Anes, ya fallecido, dec¨ªa que el de la Matritense era, junto con el de la instituci¨®n que ¨¦l dirig¨ªa, el mejor archivo sobre el siglo XVIII que se conserva en Espa?a. ¡°Solo por las actas de nuestras reuniones se puede seguir el hilo de la historia de Espa?a en los ¨²ltimos siglos, prestando atenci¨®n a los temas que se trataban en cada momento. Ahora estamos luchando para que nos lo digitalicen¡±, cuenta Becerril.
La instituci¨®n ha reducido la jornada y el sueldo de sus empleados
Economistas, arquitectos o historiadores componen la junta directiva de la Sociedad Matritense, en la que por primera vez en la historia de la instituci¨®n hay cuatro mujeres. No es una labor remunerada e incluso en su ¨²ltima reuni¨®n, los 12 miembros decidieron aportar 250 euros cada uno para pagar el recibo de la luz. En agosto, la sociedad no pudo abonar la n¨®mina de sus cinco empleados. A uno de ellos acaban de despedirle y al resto les han reducido la jornada y el sueldo. Se han puesto al corriente de los pagos de ese mes y de septiembre gracias a un pr¨¦stamo particular, pero todav¨ªa tienen pendientes octubre y noviembre.
La programaci¨®n de actividades para 2015 ya est¨¢ ideada, pero su presidenta ni siquiera sabe si podr¨¢n ponerla en marcha. Becerril, que lleva vinculada a la instituci¨®n m¨¢s de tres d¨¦cadas y ocupa el cargo que ya desempe?¨® su padre, lamenta: ¡°Ser¨ªa una rabia tener que ser yo quien la cerrara. Pero sin encontrar una ayuda, solos no podemos aguantar m¨¢s¡±.
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