Xos¨¦ Luis Barreiro, el regreso del conservador pr¨®digo
Un premio period¨ªstico re¨²ne al polit¨®logo y a Rajoy, viejos adversarios en la ¨¦poca de AP
¡°Este acto de hoy lo interpreto como un alta m¨¦dica profundamente deseada, o como el triunfo del lejano aldeano que fui, frente a la falsa moral de los t¨®picos y de las apariencias¡±. Xos¨¦ Luis Barreiro Rivas, polit¨®logo y expol¨ªtico defin¨ªa as¨ª la sensaci¨®n de recibir el premio de periodismo Fern¨¢ndez Latorre, instituido por la fundaci¨®n Santiago Rey Fern¨¢ndez-Latorre, perteneciente al grupo editor de La Voz de Galicia. La ¡°enfermedad¡± de la que se cur¨® este jueves Barreiro se le declar¨® hace 25 a?os, cuando pas¨® de ser vicepresidente de Galicia a pionero de los condenados por prevaricaci¨®n, denunciado por sus ex compa?eros de Alianza Popular, a los que hab¨ªa contribuido a descabalgar de la Xunta. El vicepresidente de Galicia entonces destronado, Mariano Rajoy, asist¨ªa ayer al acto en calidad de presidente del Gobierno de Espa?a.
La presencia de Rajoy, para el galardonado ¡°es como si hoy recibiese dos premios en vez de uno¡±, y el mejor escenario posible para ¡°un fuerte y sincero abrazo que testimonia que, m¨¢s all¨¢ de las dificultades que ambos hemos superado, sigue vivo el cari?o y el compromiso con el que nos consagramos juntos, en 1981, al servicio del pa¨ªs¡±. En la pol¨ªtica, como en la vida, recalc¨® el compa?ero y despu¨¦s rival de Rajoy hace un cuarto de siglo, ¡°a ra¨ªz de toxo verde ¨¦ moi mala de arrincar, e os amori?os primeiros son moi malos de esquecer¡±.
Xos¨¦ Luis Barreiro, alabado por su papel en los primeros gobiernos auton¨®micos tanto por Rajoy ¨C¡°y yo soy el que mejor lo sabe¡±- como por el editor Santiago Rey, rememor¨® sin ambages, ante la crema de la sociedad gallega, encabezada por el presidente Alberto N¨²?ez Feij¨®o, su ¡°bajada al infierno de mi indignidad p¨²blica, que tanto hiri¨® a mi familia y amigos¡±. ¡°Le llamo infierno a mi expulsi¨®n del para¨ªso de la pol¨ªtica¡ del que sal¨ª triste como un virtuoso del arpa al que le frenaran su carrera d¨¢ndole un martillazo en un dedo¡±, ley¨® a un p¨²blico de autoridades diversas, banqueros, empresarios, y tambi¨¦n alg¨²n que otro expulsado del para¨ªso. Pero, como reza el apotegma de Rutilo Namaciano que el peque?o seminarista Barreiro tuvo que traducir del lat¨ªn a los 11 a?os y que cit¨® ayer, ¡°la ley de la supervivencia es crecer incluso en las desgracias¡±.
Y lo hizo, porque el otro episodio que defini¨® su vida ¡°fue el hecho de que, nada m¨¢s caer en el fondo, humillado y malherido, alguien me tendi¨® una mano por si me quer¨ªa levantar¡±. ¡°Aqu¨ª sabemos qui¨¦n eres, y estaremos encantados si te dejas ver en nuestras p¨¢ginas. Porque una herida p¨²blica requiere tambi¨¦n p¨²blico remedio¡±, reconstruy¨® Xos¨¦ Luis Barreiro el di¨¢logo con Santiago Rey con el que se inici¨® un cuarto de siglo de colaboraci¨®n del analista con el Grupo Voz. ¡°25 a?os subiendo por las rocas del abismo hasta llegar al hermoso valle en el que ahora me deleito¡±, explic¨® el analista su trayectoria.
¡°Siendo tan distintos como somos, los dos sabemos que todav¨ªa podemos perder una batalla que tanto hicimos por ganar, que no siempre analizamos con perspectivas coincidentes, y que siempre nos discute la victoria en el ¨²ltimo minuto. Quiz¨¢s sea as¨ª, porque Galicia necesita que nuestra pelea sea eterna¡±, cerr¨® de una manera un tanto cr¨ªptica su agradecimiento al editor de La Voz de Galicia.
Santiago Rey, el ¨²nico que mencion¨® que ayer era el tercer aniversario de la victoria en la urnas de su invitado de honor, aludi¨® al empe?o familiar de ¡°entender la nacionalidad de Galicia, con su lengua, su cultura, su tradici¨®n, su innovaci¨®n y su futuro como una riqueza f¨¦rtil que ofrecer al mundo, que ofrecer a Espa?a¡±, y record¨® a Rajoy que su abuelo, Enrique Rajoy Leloup, fue, con Bibiano Fern¨¢ndez-Osorio Tafall y Alexandre B¨®veda, una figura clave en el Estatuto de Autonom¨ªa de 1936, y por ello represaliado (aunque en distinto grado).
¡°Por eso, presidente, hace tanta falta combatir el virus de la ira y el veneno de la secesi¨®n. Quiz¨¢ no haya sido un acierto inventar banderas y crear de la nada inexistentes comunidades aut¨®nomas, pero tampoco lo es no esforzarse por encontrar acomodo a las que existen desde mucho antes que nosotros¡±, aconsej¨® el editor al presidente del Gobierno Rajoy. Rey atribuy¨® a los esfuerzos de Rajoy el inicio de la recuperaci¨®n econ¨®mica, pero tambi¨¦n le reclam¨® un liderazgo fuerte: ¡°Se necesita temple para dirigir el pa¨ªs, pero tambi¨¦n determinaci¨®n y audacia para gestionar un momento hist¨®rico tan complejo. Basta ver el terremoto que se est¨¢ produciendo en el mapa electoral tradicional para comprender que la sociedad tiene ansias que no ha visto satisfecha. Y ninguna estructura puede permanecer si se encierra en s¨ª misma¡±.
Rajoy no recogi¨® el guante. Ni el del premiado, si lo hubo, ni el del editor. Alab¨® al peri¨®dico y al analista. Sostuvo que la pol¨ªtica, ¡°lejos de ser el problema, es parte de la soluci¨®n y se lo dice alguien que lleva m¨¢s de treinta y tantos a?os en la vida pol¨ªtica y que est¨¢ enormemente orgulloso de ser un dirigente pol¨ªtico¡± y se bas¨® en el libro de Barreiro La Espa?a evidente ¨C¡° que tuve el gusto de que me lo dedicara¡±- para afirmar que Espa?a es una gran naci¨®n, ¡°la m¨¢s antigua de nuestro continente. Y es un proyecto en absoluto agotado, pues fue capaz de alumbrar hace apenas cuarenta a?os, y gracias a la generaci¨®n de la Transici¨®n, de la que yo no formaba parte y por eso puedo hablar con conocimiento de causa, una Constituci¨®n que ha brindado un per¨ªodo ejemplar de estabilidad pol¨ªtica¡±.
El caso es que el c¨ªrculo se ha cerrado y Xos¨¦ Luis Barreiro, gracias al Fern¨¢ndez Latorre, ha sido dado de alta.
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