La salud, a concurso

Dentro de unos d¨ªas saldremos de dudas. En unas semanas sabremos si el grupo Eulen se va a encargar de gestionar al menos dos de las cuatro ¨¢reas b¨¢sicas de salud que salen a concurso: en l'Escala (Alt Empord¨¤) y Alcover (Alt Camp). Algunos ayuntamientos han puesto el grito en el cielo ante la eventualidad de que la salud de sus ciudadanos pase a estar gestionada por una multinacional de los servicios, como limpieza o seguridad, a empresas.

Las aguas tranquilas de la sanidad catalana, que pretend¨ªan ser reflejo de un orgulloso modelo propio, de calidad, con un marchamo de prestigio frente a la primitiva Espa?a, de pronto bajan turbias. Alguien ha descubierto que la zorra caza impunemente en el gallinero. El depredador hab¨ªa entrado por la puerta y llevaba a?os gan¨¢ndose la confianza del corral completo, con la incre¨ªble connivencia de los payeses.

La zorra vio las puertas abiertas desde el inicio del r¨¦gimen pujolista. Un primer paso fue la creaci¨®n de los consorcios sanitarios ¡ªdefendidos desde la izquierda por PSC y ERC¡ª con el ¨¢nimo de cederles los hospitales construidos por la Generalitat. De esta manera, el pastel se repart¨ªa entre mutuas, fundaciones religiosas, ayuntamientos, cajas de ahorro y, en suma, partidos pol¨ªticos. La voluntad de la administraci¨®n era no modificar el futuro y dejar que el pasado adquiriera carta de naturaleza. En 1981, a?o de las transferencias sanitarias, solo el 10% de los hospitales catalanes proced¨ªan del Insalud, el resto pertenec¨ªan a entidades p¨²blicas locales o eran privados concertados. Lo mismo suced¨ªa en la ense?anza, aunque con cifras no tan escandalosas. La sociedad o, en el caso de la cultura tuvo que hacer tareas de suplencia de un Estado ausente en Catalu?a durante la dictadura franquista. La famosa vitalidad de la llamada sociedad civil catalana es tambi¨¦n hija de esa desafecci¨®n de la Administraci¨®n central respecto a Catalu?a.

As¨ª que poco a poco la presencia del sector privado se convirti¨® en parte del paisaje de la sanidad p¨²blica. La Ley Org¨¢nica de la Sanidad Catalana, de 1990, cre¨® la Red de Hospitales de Utilizaci¨®n P¨²blica (XHUP) que favorec¨ªa la provisi¨®n privada con financiaci¨®n p¨²blica. Seis a?os despu¨¦s entr¨® en funcionamiento la experiencia de las Entidades Base Asociativa (EBA), sociedades de m¨¦dicos que gestionaban centros de salud. La continuaci¨®n l¨®gica de todos esos episodios ha culminado en el asunto que ahora nos ocupa: una multinacional gestionando los centros de salud p¨²blicos.

Esa convergencia p¨²blico-privado ha sido para algunos una oportunidad de negocio. Daniel de Alfonso, director de la Oficina Antifraude de Catalu?a, arremeti¨® en 2013 contra los consorcios sanitarios que gestionan algunos hospitales. En su opini¨®n se trata de un modelo que provoca ¡°confusi¨®n¡±. Prueba de ello es el Grupo Serhs S.A., de Ramon Bag¨®, que se benefici¨® de diversos contratos por un total de 50 millones de euros otorgados por organismos p¨²blicos de los que ¨¦l formaba parte. Bag¨®, que fue alcalde de Calella por CiU, presidi¨® las sociedades del holding del Consorcio de Salud y Social de Catalu?a (CSC) hasta marzo de 2008. A finales de 2011 se reincorpor¨® al Consejo de Administraci¨®n de las empresas p¨²blicas del CSC, y se integr¨® en la comisi¨®n ejecutiva de ese holding p¨²blico. Eso significa que estuvo en el grupo directivo desde el que se tramitaban, informaban y resolv¨ªan adjudicaciones que beneficiaron a Serhs, del que Bag¨® es fundador, accionista principal y presidente. Pero el fiscal no vio delito en ese negocio.

Algo distinto ha sucedido en Reus, donde el juez que investiga el caso Innova ¡ªotro ¨¦xito rutilante de modelo sanitario catal¨¢n que ha dejado en el Ayuntamiento de Reus un agujero de m¨¢s de 300 millones de euros¡ª quiere aclarar en pieza separada si la Generalitat pag¨® con fondos p¨²blicos la defensa judicial de Josep Prat, principal imputado en el macroproceso. Prat, considerado por muchos socialistas y convergentes un gran activo gran activo del modelo sanitario catal¨¢n, compatibilizaba la presidencia del Instituto Catal¨¢n de la Salud ¡ªdel que no cobraba¡ª con la direcci¨®n general del holding municipal Innova, de donde percib¨ªa unos 280.000 euros. Simult¨¢neamente, tambi¨¦n vicepresid¨ªa el grupo sanitario privado USP Hospitales.

Con tales campeones del pluriempleo, queda claro que la zorra no se ha movido del corral. Por eso cuando se desvelan ¡°auditor¨ªas gratuitas¡± de renombradas consultoras ¡ªcomo PricewaterhouseCoopers¡ª que recomiendan la venta de una decena de entidades y empresas p¨²blicas y la entrega a la gesti¨®n privada 18 hospitales y hasta 45 centros de atenci¨®n primaria, muchos se echan preventivamente la mano a la cartera . Poco importa que el titular de Salud, Boi Ruiz, jure que no va a hacer caso de tales informes. Un consejero que recomienda a sus conciudadanos apuntarse a una mutua privada f¨¢cilmente puede dejar que la zorra gobierne el gallinero a su antojo. Al fin y al cabo, en ¨¦pocas de crisis hay que dejarse de paternalismos y que gane el mejor.