N¨²?ez y el final de franquismo
La revoluci¨®n democr¨¢tica a la que vamos ha de acabar con las pr¨¢cticas corruptas disfrazadas de auge econ¨®mico
La entrada en prisi¨®n del promotor Josep Llu¨ªs N¨²?ez y de su hijo, condenados por los sistem¨¢ticos sobornos a inspectores de Hacienda, da la impresi¨®n del final de un largo ciclo, en estos ep¨ªgonos en los que han reventado las alcantarillas de a?os de corrupci¨®n pol¨ªtica e inmobiliaria. El caso de Josep Llu¨ªs N¨²?ez es especialmente emblem¨¢tico, ya que su grupo inmobiliario N¨²?ez y Navarro, que emergi¨® en las aguas turbias del porciolismo, ha dejado una huella muy negativa en Barcelona, desde las d¨¦cadas del franquismo hasta hoy. N¨²?ez ha sido un aut¨¦ntico enemigo del pueblo para los movimientos sociales, urbanos y defensores del patrimonio a partir de principios de los a?os setenta.
Recuerdo y compruebo que mi primer texto publicado, en abril de 1977, fue una carta al director del Diario de Barcelona, entonces Trist¨¢n La Rosa, defendiendo que la casa Golferichs, proyectada por Joan Rubi¨® i Bellver, no fuera derribada. Era la respuesta a un art¨ªculo publicado en el mismo diario en el que, desde el I Sal¨®n Inmobiliario Nacional, un articulista an¨®nimo insist¨ªa en el derribo del llamado popularmente el Xalet.
Este chalet modernista hab¨ªa tenido el infortunio de estar en una esquina del Ensanche que N¨²?ez y Navarro hab¨ªa comprado con la intenci¨®n de eliminarlo, tal como ya hab¨ªa hecho con la Casa Trinxet de Josep Puig i Cadafalch en otra esquina. Por suerte, acab¨® siendo una de las victorias del movimiento vecinal. Desde 1973 las Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Sant Antoni y de l'Esquerra de l'Eixample luchaban, junto al Archivo Hist¨®rico del Colegio de Arquitectos de Catalu?a y con la complicidad de una parte de la prensa, para revocar la licencia municipal otorgada al promotor. En el 1979, despu¨¦s de que la inmobiliaria destrozase la casa por dentro, lleg¨® a un acuerdo con el Ayuntamiento; y en el 1989 se inaugur¨® la rehabilitada y ampliada Casa Golferichs, convertida en un Centro C¨ªvico proyectado por Pere Joan Ravetllat y Carme Ribes, que en el 1985 hab¨ªan ganado el concurso restringido convocado por el Ayuntamiento.
N¨²?ez ha sido el m¨¢ximo representante de los que se han lucrado descaradamente con la especulaci¨®n
La experiencia le sirvi¨® a N¨²?ez para perfeccionar sus malas pr¨¢cticas. Durante d¨¦cadas ha conseguido imponer casi siempre sus intereses a cualquiera de los diversos ayuntamientos (franquistas, socialistas o convergentes) con los que ha negociado durante cincuenta a?os, comprando solares y edificios en lugares estrat¨¦gicos por su planeamiento o su valor patrimonial, para conseguir despu¨¦s suculentas compensaciones con los cambios.
Aprovech¨® su poder como presidente del F¨²tbol Club Barcelona para intentar el abusivo proyecto del Bar?a 2000, ampliamente contestado y, de momento, neutralizado. Ha continuado hasta hoy construyendo dentro de los l¨ªmites del Parc de Collserola; derribando gran parte de La Rotonda, a pesar de la lucha de la plataforma Salvem La Rotonda; intentando construir viviendas de lujo en el Parc de la Oreneta; y consiguiendo recuperar una licencia caducada para hacer un hotel de siete plantas en el solar del Rec Comtal, donde deb¨ªan ir viviendas protegidas.
Posee edificios patrimoniales infrautilizados en el centro de Barcelona, a la espera del nuevo pelotazo. Ha sido, por lo tanto, el m¨¢ximo representante de los que, con su poder y artima?as, se han lucrado descaradamente con la especulaci¨®n; los que se han cre¨ªdo uncidos del privilegio para tomar Barcelona, o Catalu?a, como sus feudos, utilizado todo tipo de estratagemas para salirse con la suya. Y los sobornos a inspectores para no pagar impuestos eran una parte del engranaje especulativo.
?Puede ser que este encarcelamiento, aunque dure un breve tiempo, sea un indicio de que se est¨¢ llegando al fin de un largo ciclo de pervivencia del franquismo? Es cierto que a¨²n sufrimos los efectos del r¨¦gimen: en la manera de gobernar del Partido Popular y en el actual anticatalanismo, tan similar a los argumentos mezquinos de la unidad indisoluble que inculc¨® la dictadura militar. Un tema pendiente es el cap¨ªtulo de la corrupci¨®n que ha aflorado debajo de las arenas putrefactas de lo que se denomin¨® el oasis catal¨¢n (Millet, Montull, los Pujol y muchos otros) y que deber¨ªa pasar por una auditor¨ªa global.
La posible victoria de nuevos partidos y plataformas, como Podemos, Guanyem Barcelona y otros muchos Ganemos, herederos de los indignados y del 15-M, junto a la labor de las personas y partidos con una larga trayectoria de conciencia y lucha pol¨ªtica, anuncian la necesidad de un aut¨¦ntico cambio. Esta revoluci¨®n democr¨¢tica, hacia la que parece que va el sentido de nuestra historia, ha de conseguir superar definitivamente el pensamiento y las malas pr¨¢cticas del r¨¦gimen franquista, disfrazadas durante los a?os de auge econ¨®mico en la corrupci¨®n auspiciada por la denominada casta pol¨ªtica, con la complicidad de una parte de la sociedad, aquella que sigue teniendo nostalgia de la ausencia de transparencia, del favoritismo y de la mano dura caracter¨ªsticos de la dictadura.
Josep Maria Montaner, arquitecto y catedr¨¢tico de la ETSAB-UPC.
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