Una Nadala de paja llameante

Un ni?o Jes¨²s c¨®modamente sentado en la cima de una gran bala de paja da la bienvenida a los visitantes de la Fundaci¨®n Mir¨®. Desde que en 2007 se instituyera el ritual art¨ªstico navide?o de la Nadala, es la primera vez que un artista traspasa las puertas del inmaculado edificio y la coloca en el exterior. Ha sido Fina Miralles (Sabadell, 1950), artista conceptual, performer y en su ¨²ltima ¨¦poca tambi¨¦n pintora, conocida por obras vinculadas con la naturaleza, el cuerpo y los ritmos biol¨®gicos. "He aprovechado la feliz coincidencia que de el personaje en bronce de Mir¨®, que normalmente ocupa este lugar, hab¨ªa sido prestado para una muestra en Turqu¨ªa", explica Miralles.

La instalaci¨®n, bautizada Fina siembra, que otros ya recoger¨¢n, evoca el ciclo anual de regeneraci¨®n unido por los dos solsticios, el de invierno y el de verano. "Es el ciclo de las simientes y tambi¨¦n de la luz. El tiempo del solsticio invernal es el tiempo del nacimiento de la luz y el inicio del ciclo del cereal. Durante el solsticio de verano es tiempo de recolectar y quemar las ¨²ltimas gavillas para que el nuevo esp¨ªritu pueda volver a brotar", indica Miralles, que cerrar¨¢ el ciclo de su obra, el 11 de enero, cuando la instalaci¨®n se desmantelar¨¢ y la paja se convertir¨¢ en alimento para los animales del zool¨®gico.

Para que la pieza reflejara la luz, transform¨¢ndose con los rayos del sol en lo m¨¢s parecido a un disco llameante, la artista utiliz¨® cebada, "mucho m¨¢s blanca y pura del trigo", asegura. Finalmente, m¨¢s all¨¢ de la tradicional iconograf¨ªa religiosa, el ni?o simboliza el germen de la vida.

"Una criatura, una nueva vida nace de un entorno sumamente inf¨¦rtil, donde hay una mujer que nunca ha sido fecundada, un hombre viejo que ya ha sublimado la sexualidad, un ¨¢ngel que no tiene sexo y dos animales ¡ªun buey y una mula¡ª que no pueden reproducirse. Este es el mensaje del bel¨¦n", afirma Miralles, lamentando que la evangelizaci¨®n cristiana haya desvirtuado los rituales ancestrales, convirti¨¦ndolos en celebraciones religiosas ajenas a su sentido originario.

El rito de la Nadala empez¨® con una monta?a de corcho de Perejaume que, como muchos de los artistas que le siguieron (Ignasi Aball¨ª, Tere Recarens, Antoni Llena, Fernando Prats, Jaume Pitarch y Eul¨¤lia Valldosera), trabaj¨® con materiales org¨¢nicos y vegetales e instal¨® su obra en el patio interior en di¨¢logo con el viejo olivo que all¨ª vive de forma permanente.