Trauma familiar sobre mojado
¡®Cuando deje de llover¡¯ narra la vida de cuatro generaciones tocadas por un turbio pasado
Si Moli¨¨re o uno de sus cong¨¦neres neocl¨¢sicos levantara la cabeza y se diera de bruces contra Cuando deje de llover, volver¨ªa espantado a su tumba. La obra, que ocupa una de las Naves del Espa?ol (en Matadero) hasta el 21 de diciembre, no respeta ni por asomo las reglas: ni unidad de tiempo, ni unidad de acci¨®n, ni unidad de lugar. El texto del autor australiano Andrew Bovell (representado por primera vez en Espa?a bajo la batuta de Juli¨¢n Fuentes Reta) lleva la ruptura hasta el extremo de la ciencia ficci¨®n. Por el enorme espacio esc¨¦nico circulan cuatro generaciones de una saga familiar durante 80 a?os (saltos temporales a un futuro pr¨®ximo incluidos), con un pie en Inglaterra y otro en las ant¨ªpodas.
Lo ¨²nico que parece haber en la pieza es unidad clim¨¢tica. El diluvio universal cubre como un manto los secretos de abuelos, hijos y nietos, aparentemente condenados a repetir los mismos errores. Los Law est¨¢n interpretados por nueve actores que comparten en ocasiones un mismo personaje con distinta edad (Jorge Muriel, Pilar G¨®mez, Consuelo Trujillo, Pepe Ocio, Susi S¨¢nchez, ?ngela Villar, Felipe G. V¨¦lez, ?ngel Sav¨ªn y Borja Maestre). ¡°Nos divert¨ªamos imaginando tics comunes o una forma de hablar parecida¡±, explica Fuentes, acostumbrado a dirigir obras de un elenco considerable en ¨¦poca de penurias econ¨®micas. El proyecto Laramie se estren¨® con ocho actores en 2011, e Iluminados lo hizo con seis en 2013, ambas en la Sala Peque?a del Espa?ol.
El texto de Andrew Bovell llega por primera vez a Espa?a
El viaje por la vida de las cuatro generaciones entre 1959 y 2039 tiene, como explica el director, mucho de cinematogr¨¢fico. ¡°El espectador est¨¢ preparado para este tipo de historias no lineales. El cine, con ejemplos como Magnolia, Origen o Interstellar nos ha entrenado. No es extra?o que Bovell lo integrara en su texto¡±, opina Fuentes. El recurso, asegura, no es meramente formal: el espectador se adentra en los secretos familiares con la misma extra?eza que los protagonistas. ¡°El p¨²blico va atando cabos y no hay una sola manera de interpretar lo que pasa. Los espectadores parecen estar m¨¢s preparados que los empresarios para este tipo de historias¡±, suelta el director.
Sin embargo, asegura Fuentes, no ha sido su excepcional estructura narrativa lo que ha mantenido el texto (un ¨¦xito en Londres y Nueva York) lejos de la cartelera espa?ola. ¡°Australia tiene una puerta abierta en el mundo angl¨®fono, pero para nosotros es la periferia de la periferia¡±, cuenta. ?l lleg¨® a la obra por casualidad y su lazo con el pa¨ªs, donde estudi¨® teatro, hizo el resto.
Fuentes asegura que la lejan¨ªa geogr¨¢fica con Espa?a no se traduce en una distancia emocional con la obra. El espectador patrio, explica, no es ajeno a los puntos ciegos en el relato familiar: ¡°Cuando contamos la historia de nuestros antepasados, perdemos la pista en la Guerra Civil. El p¨²blico espa?ol tiene sus propios traumas heredados¡±.
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