La monja imputada en el caso Beb¨¦ niega presiones a las madres

La que fue directora del Hogar Madre Encarnaci¨®n en Lugo, imputada en la operaci¨®n Beb¨¦ sobre supuestas irregularidades en los procesos de adopci¨®n de una quincena de ni?os, neg¨® ayer cualquier tipo de presiones sobre las madres para que entregasen y declar¨® que hab¨ªa monjas que dispon¨ªan de ¡°vivienda¡± en el viejo hospital p¨²blico de la ciudad, el Xeral Calde, y trabajaban en ¨¦l como "auxiliares" con "n¨®mina y contrato".

Isabel Torres Garc¨ªa fue la directora del 2002 a 2008, y despu¨¦s march¨®. El interrogatorio se realiz¨® por videoconferencia desde C¨¢diz y dur¨® algo m¨¢s de una hora. En el testimonio y con respecto a una de las mujeres a las que se habr¨ªa forzado a dar a su hija en adopci¨®n, motivo por el que se habr¨ªa intentado suicidar y qued¨® parapl¨¦jica, reconoci¨® que la chica estaba muy ilusionada y quer¨ªa quedarse con la ni?a. Seg¨²n la monja, en Madre Encarnaci¨®n "siempre intentan que se queden con sus hijos" todas las madres. Esta chica, sin embargo, "despu¨¦s de nacer dijo que iba a dar en adopci¨®n" al beb¨¦, relat¨® la monja ante la juez Sandra Pi?eiro, titular de Instrucci¨®n 3 de Lugo, y un buen n¨²mero de abogados presentes en la causa. Torres cuenta que le dijo "que se lo pensase". Y despu¨¦s "la acompa?¨® al servicio de Menores¡±, si bien ¡°no recuerda si estuvo presente en la renuncia". Tras entregar a su hija, esta madre denunciante asegura que las monjas le dieron dinero para un billete de autob¨²s, no obstante la religiosa que declar¨® ayer manifest¨® que "nunca" ech¨® "a ninguna chica¡±.

La monja tambi¨¦n explic¨® que ¡°hac¨ªan informes de los ni?os para Menores. De las madres no¡±. ¡°Menores nunca ped¨ªa informes relativos a las madres, excepto que tuviera el ni?o tutelado, en cuyo caso, si har¨ªan informes¡±, revelaba sin embargo a continuaci¨®n, durante la declaraci¨®n ante la juez a la que ha tenido acceso EL PA?S.

La religiosa se esforz¨® por dejar claro que "cuando una mujer ingresada manifiesta intenci¨®n de dar un ni?o en adopci¨®n", las monjas "tienen como misi¨®n que se quede con el ni?o", y "le ayudan con el ni?o, para que busque un trabajito¡±. Adem¨¢s, ¡°cuando manifiestan que quieren dar el ni?o en adopci¨®n", las integrantes de la orden "hablan con ellas. Intentan que se queden con sus ni?os, pero ellas son libres de tomar decisiones", sostuvo.

Con respecto a presiones que denunci¨® una de las mujeres que pasaron por el centro, Isabel Torres lo niega: ¡°eso lo dice ella¡±, concluye.

Sobre las inspecciones de la Xunta, una Administraci¨®n con varios funcionarios imputados en esta causa, dijo que en "Menores [de Lugo] hab¨ªa una encargada que iba todos los meses", "hablaban de cada ni?o en particular",? y "la inspecci¨®n de Santiago ven¨ªa cuando lo cre¨ªa conveniente. Pudiera ser que una vez al a?o". Tambi¨¦n dijo que "hab¨ªa muchos ni?os delicaditos¡±, y sobre esos hab¨ªa informar m¨¢s. Esos peque?os ven¨ªan de lugares con mucha "humedad" y llegaban a sufrir "convulsiones". Cuando alcanzaban los 39 de fiebre los llevaban a Urgencias, asegur¨® en un momento del interrogatorio en contestaci¨®n a las preguntas de los abogados. Varias libretas incautadas durante un registro a la residencia de las monjas revelan que algunos peque?os recib¨ªan abundante y constante medicaci¨®n.

Pero lo que m¨¢s sorprendi¨® a los interrogadores fue cuando desliz¨® que en el centro hab¨ªa ¡°dos comunidades¡±. ¡°En el hospital viv¨ªan unas hermanas y otras en Madre Encarnaci¨®n". Varias de estas religiosas "trabajaban en el hospital¡±. Ante estas declaraciones, alguno de los abogados dijo estar dispuesto investigar la existencia de una vivienda para las monjas ¡°en un centro p¨²blico¡±.