Vecinos con corbata tambi¨¦n cogen comida
El Ayuntamiento gastar¨¢ este a?o 19 millones de euros en planes de alimentaci¨®n
Pese a tener una renta superior a la media de Barcelona (110 sobre 100), ni el distrito del Eixample se libra de la brecha social y la pobreza que golpea a cada vez m¨¢s ciudadanos. El distrito asisti¨® ayer, en la parroquia de Sant Josep Oriol de la calle de Urgell, a la apertura de uno de los dos centros en los que C¨¢ritas y el Ayuntamiento centralizan el reparto de alimentos que antes distribu¨ªa cada parroquia por su cuenta.
Un ¡°antes¡± que los voluntarios describen recordando ¡°cuando la pobreza afectaba a ancianos solos, del barrio de toda la vida¡± o ¡°a los inmigrantes¡± que recibieron el primer impacto de la crisis; pero que ahora ha mutado de rostro y toma forma tambi¨¦n en ¡°se?ores con corbata, de los que nunca lo dir¨ªas¡±. Lo contaba ayer un autodenominado ¡°voluntario an¨®nimo¡± junto a otra voluntaria, Meritxell Casas, dos de las 120 personas que se encargan del reparto de comida. Una franja horaria para cada parroquia y con usuarios que acuden un d¨ªa al mes derivados por los servicios sociales. ¡°As¨ª se evita la picaresca que se produc¨ªa antes, hab¨ªa quien repet¨ªa cola¡±, explicaba Casas.
El nuevo Centro de Distribuci¨®n Solidaria de Alimentos (Disa), este es su nombre oficial, agrupa el reparto de 13 parroquias y se suma a los dos que ya existen en el distrito de Nou Barris y al de Sagrada Fam¨ªlia, tambi¨¦n en el Eixample. El nuevo Disa atiende ¡°a 650 familias que representan a unas 2.200 personas¡±, explicaron los voluntarios.
Justo el d¨ªa en que se conoc¨ªa el dato del paro registrado, el alcalde Xavier Trias vincul¨® la nueva pobreza al drama de la falta de empleo y reconoci¨® que ¡°una ciudad con 100.000 parados no es una ciudad de ¨¦xito¡±. El alcalde tambi¨¦n dio a conocer una cifra que constata que en Barcelona hay gente que pasa hambre: y es que el Ayuntamiento habr¨¢ destinado a finales de a?o 19 millones de euros a programas que tienen que ver con la alimentaci¨®n, un 33% m¨¢s que en 2013. Desde las becas comedor o las meriendas nutritivas de los centros abiertos, a los comedores sociales o ¡°ayudas econ¨®micas de inclusi¨®n¡±.
Entre quienes aguardaban ayer al reparto a las cuatro de la tarde estaban Luc¨ªa N¨²?ez, de 44 a?os, que recoge alimentos desde hace seis meses. O Nelson Yepes, 81 a?os y cinco personas en casa: ¨¦l, su hija y tres nietos. A ambos les toca el primer martes de cada mes. Y no olvidan su cartilla, la que fija cu¨¢ntos puntos tienen: entre los 16 que le corresponden a una persona sola y los 64 de m¨¢ximo, en funci¨®n de los miembros de la familia. Dentro, el centro de reparto est¨¢ organizado como si fuera un supermercado y cada alimento tiene una puntuaci¨®n: aceite de girasol, un punto; de oliva, dos; leche, uno; at¨²n, garbanzos o raviolis, tambi¨¦n uno, etc. La voluntaria Meritxell Casas valoraba un sistema que ¡°al coger cada persona sus alimentos, dignifica m¨¢s que la entrega de una bolsa que no ha podido elegir¡±.
El presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de l'Esquerra de l'Eixample, Llu¨ªs Rabell, consider¨® que la apertura del centro demuestra que en Barcelona la pobreza no entiende de barrios: ¡°La pobreza del Eixample es m¨¢s invisible que la del norte o la del este de la ciudad, pero tambi¨¦n existe¡±. Rabell a?adi¨® que estos puntos de distribuci¨®n de comida ¡°son el resultado de las carencias del Estado del Bienestar¡±. El tambi¨¦n presidente de la FAVB entiende que ¡°son armas de doble filo: por un lado dan respuesta a una situaci¨®n l¨ªmite, por otro son un modelo asistencialista y atomizan a los pobres, coloc¨¢ndoles en una situaci¨®n de dependencia y no consider¨¢ndoles sujetos de derecho¡±. Rabell insisti¨® en la defensa de la implantaci¨®n de una Renta Garantida de Ciudadan¨ªa que proporcionar¨ªa unos ingresos m¨ªnimos "para acceder a los derechos sin perder autonom¨ªa".
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