El Greco pinta en Barcelona

Cuesta creer que durante siglos la obra y la figura de Dom¨¦nikos Theotok¨®poulos, el Greco, fueran totalmente desconocidas y marginadas por todo el mundo, despu¨¦s de haber sido uno de los pintores m¨¢s destacados de su momento. Tambi¨¦n que su redescubrimiento fuera tan tard¨ªo, a comienzos del siglo XX, y que tuviera mucho que ver con un catal¨¢n de pro como Santiago Rusi?ol. La exposici¨®n El Greco. La mirada de Santiago Rusi?ol, que abre sus puertas hoy en la Fundaci¨®n Godia de Barcelona reivindica el papel protagonista de Rusi?ol en la revitalizaci¨®n del Greco, as¨ª como la influencia que ejerci¨® el griego en el artista catal¨¢n, tanto en su paleta, utilizando intensos amarillos, como en la composici¨®n de sus obras, con los t¨ªpicos cielos a jirones. La exposici¨®n ser¨¢ el d¨ªa 22 el marco escogido por la Fundaci¨®n Greco 2014 para poner el broche final a los actos organizados dentro del cuarto centenario del nacimiento del pintor que se han llevado a cabo todo este a?o.

La exposici¨®n re¨²ne, adem¨¢s de documentos y publicaciones, unas 40 obras, entre ellas, una decena firmadas por el griego, provenientes de colecciones p¨²blicas y privadas, algunas de ellas casi nunca vistas, como Cristo con la cruz y San Franciso en meditaci¨®n, que es la segunda vez que se muestran en p¨²blico (la primera vez fue en la exposici¨®n El Griego de Toledo celebrada hasta junio en la capital castellano manchega). El Consorcio del Patrimoni de Sitges es quien m¨¢s pinturas aporta, en total 17, entre ellas dos de las estrellas de la muestra: Las l¨¢grimas de San Pedro y Magdalena penitente con la cruz, que Rusi?ol compr¨® en Par¨ªs por 1.000 francos y que incorpor¨® a su colecci¨®n de arte reunida en el Cau Ferrat en una aparatosa procesi¨®n laica celebrada el 4 de noviembre de 1894 con banda de m¨²sica incluida, en un aut¨¦ntico acto de culto al arte, por las calles de la ciudad, desde la estaci¨®n hasta el Cau Ferrat, que acab¨® siendo uno de los santuarios del modernismo catal¨¢n. Celebrada durante las terceras Fiestas Modernistas, asistieron al acto Ramon Casas, Eliseu Meifr¨¦n, Ramon Casellas, Enric Clarass¨®, Joan Maragall y Josep Puig i Cadafalch, entre otras m¨¢ximas autoridades art¨ªsticas del momento que asistieron a la ¡°entronizaci¨®n¡± de El Greco, mientras los sigetanos lanzaban flores desde las ventanas de sus casas.

La exposici¨®n cuenta, adem¨¢s, con obras del MNAC (Cristo con la cruz y San Juan Bautista y San Francisco de As¨ªs), el Museo de Montserrat o el Museo Picasso de Barcelona, entre otros centros.

La llegada de las obras a Sitges supuso, seg¨²n explicaron las comisarias de la exposici¨®n, Vinyet Panyella, directora de los museos de Sitges y bi¨®grafa de Rusi?ol y la historia del arte Nadia Hern¨¢ndez, el nacimiento de una aut¨¦ntica grecoman¨ªa en Catalu?a. Y muchos coleccionistas comenzaron a comprar obras de El Greco o de su taller, como Bosch i Catarineu, Plandiura, Camb¨®, Mateu, Graells, Mil¨¤ i Camps, Roviralta y Soler i March fueron algunos de los industriales burgueses que se hicieron con alguna de sus obras, seg¨²n explic¨® Ignasi Dom¨¨nech, jefe de colecciones de los Museos de Sitges, que ha colaborado en uno de los cap¨ªtulos del cat¨¢logo.

En esta localidad costera se erigi¨® en 1898, por suscripci¨®n popular, tal y como se puede ver en uno de los documentos expuestos, el primer monumento al pintor. La idea fue anterior al que se levant¨® en Toledo o que Madrid dedicara la primera exposici¨®n en 1902. Lo impuls¨® tambi¨¦n Rusi?ol. La revista Hispania en 1902 le dedic¨® un n¨²mero entero al artista y en 1905 Miquel Utrillo firm¨® el primer libro sobre el pintor, las dos publicaciones tienen un lugar destacado en el recorrido.

La exposici¨®n tambi¨¦n pondr¨¢ en evidencia como Rusi?ol fue el que dio a conocer a un joven Picasso la obra del Greco. Su museo de Barcelona conserva un esbozo de 1898 en el que escribi¨® ¡°Greco, Vel¨¢zquez, inspirarme¡±. En otro contempor¨¢neo escribi¨®: ¡°Yo, el Greco¡±, e incluso pint¨® una obra que llam¨® Retrato de un desconocido al estilo de El Greco, que cuelga en una de las paredes.

La exposici¨®n concluye con obras de Zuloaga, que compart¨ªa estudio con Rusi?ol en Par¨ªs, y Dario de Regoyos, uno de los primeros en copiar al caballero de la mano en el pecho. ¡°Pero mientras Rusi?ol defend¨ªa que el Greco representaba la modernidad y representaba como ninguno las innovaciones del cambio de siglo. Desde el resto de Espa?a, se pon¨ªa el acento en su espa?olidad, austeridad y religiosidad. Unos t¨®picos que son los que han perdurado hasta hoy¡±, asegura la comisaria Nadia Hern¨¢ndez.