¡°En El Gallinero hay 298 ni?os que malviven como en Nigeria o Etiop¨ªa¡±
Son n¨®madas entre deposiciones, basura, ratas, serpientes y una violencia enorme
¡°A m¨ª no me gusta ser un ladr¨®n y seguir as¨ª de sucio, yo quiero trabajar limpio y coger mi dinero para mi casa¡±. Habla uno de los 298 ni?os que viven en el poblado chabolista El Gallinero (Villa de Vallecas). Una infancia n¨®mada entre deposiciones, basura, ratas, serpientes y una violencia extrema que tratan de evitar in¨²tilmente. La ONG Save the Children y la Universidad Pontificia de Comillas presentaron ayer un informe en el que equiparan la situaci¨®n de este enclave, a 12 kil¨®metros del centro de Madrid, con la que padecen las poblaciones de pa¨ªses africanos como Nigeria o Etiop¨ªa. ¡°Viven al margen de la sociedad espa?ola y en condiciones que se asemejan a los peores poblados del mundo. Su acceso al agua es limitado y sufren peligros permanentes todos los d¨ªas¡±, asegur¨® la directora de Pol¨ªticas de Infancia de Save the Children, Ana Sastre.
El informe, elaborado a trav¨¦s de 40 entrevistas con menores de El Gallinero, concluye que 298 de las 435 personas que habitan el poblado son menores de 18 a?os, seg¨²n los datos de las parroquias de Entrev¨ªas que efect¨²an el reparto de alimentos dos veces al mes. ¡°Est¨¢n completamente aisladas, a 35 minutos de los servicios p¨²blicos¡±, denuncia el director del Instituto de Familia de la universidad, Fernando Vidal. Con viviendas hacinadas y un solo punto de agua para todo el poblado, los ni?os tienen que cargar pesados bidones. Rodeados de desechos, conviven con animales salvajes y juegan en una carretera que las cundas de la droga atraviesan a gran velocidad. El estudio considera que estos ni?os tienen un 98% de posibilidades de morir antes de los 60 a?os, frente al 7% de la media espa?ola.
Ocho a?os en pie
- En El Gallinero, un poblado chabolista que lleva ocho a?os en pie, viven 435 personas. De ellas, 298 son ni?os. Hay 107 adultos y 162 menores empadronados, seg¨²n el estudio.
- El enclave est¨¢ a 12 kil¨®metros del centro de Madrid. La poblaci¨®n es rumana y de etnia gitana.
- Un 78% de los habitantes en edad de trabajar son analfabetos funcionales.
- El ?ndice de la Pobreza Humana, que mide el analfabetismo, la probabilidad de morir antes de 60 a?os o el desempleo a largo plazo, es de 93,07. En Madrid es 10,07.
- Los investigadores aseguran que solo reciben la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (483,98 euros) 13 de las 95 familias y que 27 la han solicitado.
Los menores perciben las chabolas improvisadas en las que viven con normalidad. ¡°La m¨ªa es un para¨ªso¡±, dice una ni?a. La violencia es el pilar de esa rutina. Tanto entre sus mayores, principalmente ligada al consumo de alcohol, como con las autoridades: el goteo constante de desalojos borra su noci¨®n de hogar. ¡°Tienen una percepci¨®n de invasi¨®n y no saben distinguir lo seguro de lo peligroso o lo sucio de lo limpio¡±, asegura Carlos Pitillas, profesor de Psicolog¨ªa encargado de interpretar decenas de dibujos en los que los menores representaron su entorno. ¡°Sienten un miedo permanente y una sensaci¨®n de indefensi¨®n ante la que no saben c¨®mo reaccionar¡±, a?ade.
Entre los escasos espacios que tienen para jugar destaca un campo de f¨²tbol, embarrado en invierno. La alternativa es una carretera que cruza el poblado. Uno de los ni?os explica su temor a que los coches, que ¡°van muy fuerte¡±, atropellen a su hermano o a su primo. ¡°Una chica peque?ita, de dos a?os, iba por all¨ª y la atropellaron. Tiene el pie roto y una herida grande¡±, dice otra menor. En el entorno tambi¨¦n hay ¨¢reas con un cableado el¨¦ctrico denso, donde un hombre muri¨® electrocutado. Los ni?os dibujan su casa como un lugar a evitar por miedo a encontrarse con su fantasma.
Viven hacinados y con un solo punto de agua para todo el poblado
Los altos niveles de escolarizaci¨®n y asistencia son una de las pocas buenas noticias que recoge el estudio, en gran parte gracias a los voluntarios, que gestionan un dispositivo de apoyo escolar en un barrac¨®n del enclave. ¡°La criminalidad es un problema muy gordo. En vez de ir al colegio a aprender, van a seguir robando y van a estar en El Gallinero para siempre¡±, dice un ni?o. Muchos llegan tarde a clase por las dificultades de transporte y el estudio pide un plan educativo para los menores de tres a?os, unos 60.
En sus dibujos, los menores presentan a la polic¨ªa como una amenaza. El estudio concluye que en los ¨²ltimos dos a?os las autoridades han desalojado a 82 de ellos, una traum¨¢tica experiencia que hasta el a?o pasado ten¨ªa lugar a primera hora de la ma?ana, antes de que fueran al colegio. ¡°Van a sufrir la exclusi¨®n social como una herencia maldita entre generaciones. Lo que hagamos hoy condiciona su vida adulta¡±, a?ade Sastre. Muchos llevan a?os madrugando entre chabolas.
Tienen el 98% de probabilidades de morir antes de los 60 a?os
La radiograf¨ªa es clara, pero ni Ayuntamiento ni asociaciones dan con el tratamiento. ¡°Cuando se emplea el miedo es complicado que accedan a los servicios p¨²blicos. Hay que generar confianza¡±, asegura Vidal. La fortaleza del v¨ªnculo familiar en los ni?os descarta la retirada de la tutela. ¡°El inter¨¦s superior del menor es no sacarles de su entorno. No es la soluci¨®n, agravar¨ªa las cosas¡±, a?ade Sastre.
Un ni?o dibuja con un l¨¢piz naranja qu¨¦ es El Gallinero para ¨¦l. Su modesto trazo solo muestra a sus mayores agredi¨¦ndose con palos y cuchillos.
"No permitiremos una ciudad sin ley"
Carlos Mart¨ªnez Serrano, coordinador del ¨¢rea de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, acudi¨® al acto de presentaci¨®n del estudio y pidi¨® la palabra en el turno de preguntas: ¡°El problema real de El Gallinero es que algunos quieren mantenerlo. Esos son los que explotan a sus hijos¡±. Mart¨ªnez asegur¨® no haber recibido el estudio, que seg¨²n el director del Instituto de Familia de la Universidad, Fernando Vidal, debi¨® llegar a sus manos en la ma?ana de ayer.
Unas horas m¨¢s tarde se reafirm¨® en su mensaje: ¡°Algunos grupos nos sugieren cederles un suelo municipal, pero eso no se puede hacer sin un concurso previo y sentar¨ªa un precedente para otros asentamientos. No podemos permitir la creaci¨®n de un gueto y una ciudad sin ley¡±.
La oferta municipal, basada en un programa de 2012 sobre educaci¨®n, salubridad y seguridad, busca la integraci¨®n individual de las familias: ¡°Los que dirigen esos asentamientos est¨¢n jugando con los voluntarios y con la propia Administraci¨®n. Si conseguimos que tengan servicios de apoyo, les coaccionan y cuando regresan un fin de semana al campamento ya no salen¡±. Mart¨ªnez niega que el dinero sea un impedimento. ¡°Si quieren realojarse, buscamos la forma, pero el cobre es mejor negocio¡±.
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