Las mujeres no quieren bajarse del andamio
La pel¨ªcula ¡®Los Fen¨®menos¡¯ refleja la situaci¨®n de la mujer en las obras
¡°?T¨² eres el jefe de obra?¡±. ¡°S¨ª¡±. ¡°Pero eres una mujer. Yo no trabajo con mujeres¡±.
Mar¨ªa Jos¨¦ Rodr¨ªguez empez¨® en la construcci¨®n con 25 a?os, reci¨¦n diplomada en arquitectura t¨¦cnica, como ayudante del jefe de producci¨®n. Ahora, con 42 y directora de compras, relata la primera conversaci¨®n que mantuvo con el due?o de una de las compa?¨ªas en las que ha trabajado. ¡°Me dijo que las mujeres d¨¢bamos mal rollo¡±, recuerda. ¡°Le propuse que prob¨¢semos unos d¨ªas. Al final no quer¨ªa trabajar con nadie que no fuera yo¡±.
Situaciones como esta son las que refleja la pel¨ªcula Los Fen¨®menos, de Alfonso Zarauza, protagonizada por Lola Due?as, que se preestren¨® este mi¨¦rcoles en el cine Palafox. Unas 200 empleadas de la construcci¨®n?¡ªconvocadas por UGT y CC OO¡ª se manifestaron antes del visionado para reivindicar su papel en el sector y pedir que no se d¨¦ ¡°ni un paso atr¨¢s¡±, reclama Elena Blasco, secretaria de Salud Laboral de CC OO, quien teme que la crisis reactive ¡°actitudes pr¨¢cticamente erradicadas¡±.
La incorporaci¨®n de la mujer a la construcci¨®n, un sector considerado hist¨®ricamente masculino, aument¨® con el boom inmobiliario. ¡°Durante aquellos a?os, era f¨¢cil encontrar trabajo¡±, explica Blasco. Entre 1990 y 2000, se duplic¨® la cifra de mujeres que trabajaban en ¨¦l en Espa?a: de 40.480 a 83.200. 2008 marc¨® un m¨¢ximo, con 177.650 trabajadoras, de las cuales 33.675 estaban contratadas en Madrid. Representaban un 7,2% de los empleados.
Las trabajadoras en el sector se han quedado en menos de la mitad
¡°Antes de la crisis, hab¨ªa mujeres alba?iles, electricistas o gruistas. Pocas, pero hab¨ªa¡±, apunta Dolores Guerrero, administrativa en Grupo Ortiz. ¡°Ahora el porcentaje de mujeres a pie de obra es casi anecd¨®tico¡±. Rodr¨ªguez solo ha coincidido con otra mujer en sus 17 a?os de profesi¨®n, ¡°una oficiala electricista¡±. Los ¨²ltimos datos publicados, del tercer trimestre de este a?o, reflejan una ca¨ªda hasta las 14.633 trabajadoras en Madrid. ¡°La mayor¨ªa son t¨¦cnicos, ingenieras y administrativas¡±, informa Blasco.
¡°Antes te miraban como si fueras un p¨¢jaro ex¨®tico, pero ya no es extra?o ver a una jefa de obra¡±, se?ala Rodr¨ªguez. El camino no ha sido f¨¢cil. Han tenido que luchar contra prejuicios propios y ajenos. ¡°La primera vez que entr¨¦ en una obra, los alba?iles se pusieron a silbarme desde andamios y ventanas¡±, cuenta Blasco, de 34 a?os y con m¨¢s de una d¨¦cada de experiencia como t¨¦cnico de prevenci¨®n de riesgos. ¡°Era complicado hacer valer mi criterio. Fuera de la obra, ca¨ªa bien, pero en cuanto les dec¨ªa que se pusieran los guantes o que no quitasen la barandilla, me respond¨ªan cosas como ¡®t¨² a m¨ª no me vas a ense?ar¡¯, ¡®una mujer no me va a decir c¨®mo hacer mi trabajo¡¯ o ¡®seguro que no sabes ni ponerte el casco¡±.
Todas las trabajadoras consultadas perciben una mejora de la situaci¨®n, pero aseguran que contin¨²an sinti¨¦ndose a prueba todos los d¨ªas. ¡°Es muy duro, porque no puedes cometer ning¨²n fallo¡±, comenta Rodr¨ªguez. ¡°A un hombre se le perdona que tenga un mal d¨ªa. Una mujer no se puede permitir ese lujo¡±.
En el salario y en los puestos directivos, las mujeres siguen perdiendo. En Madrid, las mujeres de la construcci¨®n cobran 621 euros menos de media que sus compa?eros hombres. En cuanto a los cargos, Guerrero pone el ejemplo de su empresa: ¡°De los 21 directores, solo cuatro son mujeres¡±.
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