En un para¨ªso continuo

1. Calle de Eugenio Salazar. Cuando ensayaba all¨ª con el Cl¨¢sico, el planazo era ir a comer al restaurante La Tachuela, donde lo hacen todo con mucho cari?o, y despu¨¦s a la pasteler¨ªa Astur, que tiene unos t¨¦s y una boller¨ªa riqu¨ªsimos. Luego puedes acercarte al Teatro Pradillo, que tiene una programaci¨®n fant¨¢stica, y para terminar, tomarte algo en El Garaje Herm¨¦tico, un garito con rock del bueno, bueno.

2. Calle de Serrano. Me encanta bajarla en bicicleta, es uno de los momentazos del d¨ªa porque es cuesta abajo y pillas todos los sem¨¢foros en verde. Tambi¨¦n me gusta recorrerla en la San Silvestre. Vas meditando sobre el a?o que se va, te reubicas y coges fuerzas para lo que viene.

3. Museo del Prado. Para ir en soledad o en muy buena compa?¨ªa. Me gusta much¨ªsimo Ribera, c¨®mo pinta la expresi¨®n, la mirada¡­ Cuando contemplo sus cuadros y paso al siguiente, a veces tengo que volver porque hay algo que me llama. Me olvido de m¨ª mismo al abordar esas maravillas (paseo del Prado, s/n).

4. Parque de El Capricho. De peque?o hac¨ªamos muchas excursiones desde casa hasta all¨ª y me parec¨ªa como ir a otra dimensi¨®n. Lo que m¨¢s me gusta es su flora que en oto?o y primavera es espectacular. Parece el para¨ªso (paseo de Alameda de Osuna, 25).

5. Sala El Sol. Siempre hay un momento de la noche en el que mi cuerpo se pone a bailar por el music¨®n que ponen. La selecci¨®n es bastante cambiante y siempre me sorprende. Me lleva tambi¨¦n a ese lugar en la linde entre olvidarme de m¨ª y, al mismo tiempo, estar conmigo mismo del todo (Jardines, 3).

6. Sala Siroco. No estoy muy puesto en la m¨²sica, pero siempre que voy, me sorprenden con grupos que me encantan. Hay muy buen ambiente y todo fluye. Me gusta sobre todo por la energ¨ªa que vibra all¨ª (San Dimas, 5).

7. Naves del Espa?ol. Es un espacio de di¨¢logo de los artistas con el p¨²blico, de disfrute, apertura y teatro. La historia que tiene detr¨¢s es important¨ªsima y como espectador me siento muy a gusto. Tuve la suerte de hilar un par de trabajos all¨ª y desde entonces me siento siempre como en casa (plaza de Legazpi, 8).

8. Parque de El Retiro. Cuando estudiaba en la Resad, me escapaba con mi tupper o mi bocata a comer enfrente del Palacio de Cristal y luego me pasaba por la exposici¨®n que hubiera en ese momento. Me gusta la sensaci¨®n que me dejan los cipreses que hay en el lago, ahora en oto?o se ponen de un color anaranjado espectacular.

9. Pico Pe?alara. Voy con familia o amigos. Est¨¢ bien cerca de Madrid pero, de repente, te descubres en la naturaleza m¨¢s salvaje. Tanta grandeza te hace olvidarte de ti, ver a la vez lo peque?o y lo grande que eres. Es un lugar para dejarte estar y disfrutar, que te sobrecoge y te abruma. Si tienes suerte, hasta puedes ver un grupo de cabras montesas.

10. Cerro del T¨ªo P¨ªo. Es un lugar id¨®neo para pasar una tarde tranquila en primavera o verano. Me llevo un buen bocata, algo de beber y veo la puesta del sol. Es otro de esos rincones en los que te das cuenta de que vivimos en un para¨ªso continuo (Benjam¨ªn Palencia, 2).