Atraco a las diez (en el cine Capitol)
La polic¨ªa desenmascara el plan urdido por el gerente de la sala para robar 10.000 euros
Visto el plan, y vista la pel¨ªcula de Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ (Atraco a las tres, 1962), podr¨ªa decirse que la idea del robo no fue suya. De hecho, el ide¨®logo fue un amigo de Rub¨¦n G. R., antiguo gerente del m¨ªtico cine Capitol de la Gran V¨ªa. A sus 32 a?os, las estaba pasando canutas. ¡°Necesitaba pasta¡±, o al menos eso dijo finalmente en su confesi¨®n, el pasado 27 de noviembre ante los agentes del Grupo II de Robo con Violencia de la comisar¨ªa de Centro, que le hab¨ªan citado por cuarta vez ante las incongruencias de sus declaraciones.
El d¨ªa elegido para actuar fue el 31 de agosto pasado. ?l dejar¨ªa abierta la puerta trasera del cine por la noche, despu¨¦s del pase de la ¨²ltima sesi¨®n de las 22.00. Sus dos colegas entrar¨ªan, subir¨ªan a su oficina y le encontrar¨ªan contando el dinero de la recaudaci¨®n del fin de semana, unos 10.000 euros. Luego sustraer¨ªan el bot¨ªn y le atar¨ªan con unas bridas de pies y manos, lo dejar¨ªan all¨ª a su suerte ¡ªaparentemente¡ª y se ir¨ªan por donde hab¨ªan venido. ?l dejar¨ªa que pasase el tiempo para asegurar su huida ¡ª¡°aproximadamente una hora¡±¡ª, conseguir¨ªa liberar una mano y llamar¨ªa al tel¨¦fono de emergencias (eligi¨® uno internacional). Entonces contar¨ªa que hab¨ªa sido v¨ªctima de un atraco. Y ya est¨¢. A repartir. Era un plan perfecto.
Pero quiso el destino que, en lugar de toparse con unos verdaderos atracadores como ocurre en la pel¨ªcula de Forqu¨¦, estos ladrones de medio pelo ¡ªno estaban fichados¡ª se encontraran con unos polic¨ªas bregados en las simulaciones de delitos, ¡°sobre todo de robos violentos de tel¨¦fonos para cobrar los seguros, pero simular un atraco es a¨²n m¨¢s complicado¡±.
Algo les oli¨® mal a los agentes: ¡°Era raro, nadie vio ni oy¨® nada, y estaban las nueve o diez personas que trabajan en el cine, a las que se tom¨® declaraci¨®n; la oficina del gerente se encuentra en un lugar rec¨®ndito, un esquinazo del cine al que no es f¨¢cil llegar r¨¢pido si no lo conoces; primero dijo que era uno (¡°con acento latino¡±) y luego que dos los atracadores, pero no sab¨ªa describir al segundo; las c¨¢maras de seguridad no registraron nada; todo era como demasiado matem¨¢tico, demasiado cuadrado¡¡±.
El plan parec¨ªa perfecto, pero tanto el ide¨®logo como los autores materiales (uno ahora en prisi¨®n por otro delito) y la supuesta v¨ªctima se olvidaron de inventarse un buen relato de los hechos. ¡°Me pusieron un objeto met¨¢lico en la tripa y me dijeron: ¡®Ya sabes a lo que venimos, dame la recaudaci¨®n¡±, fue la versi¨®n del gerente en un principio.
Pero el pasado 27 de noviembre Rub¨¦n G. R. se volv¨ªa a presentar en la comisar¨ªa del distrito de Centro y se derrumbaba ante las evidentes contradicciones y carencias de su historia. Nervioso, lo contaba todo. La verdad. Que necesitaba el dinero para una deuda, que sus c¨®mplices ¡ªa los que delat¨®¡ª eran ¡°unos conocidos¡±, que la idea fue de ¡°un colega¡± y que se hab¨ªa inventado los pormenores del falso atraco sobre la marcha. Los 10.000 euros no han aparecido, pero los cuatro tendr¨¢n que responder ahora por un delito contra la Administraci¨®n de justicia y otro de apropiaci¨®n indebida.
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