La perplejidad de ICV
Los sondeos indican que el activismo de Coscubiela y Herrera en la oposici¨®n a Rajoy y Mas no logra reconocimiento
Si alguna fuerza pol¨ªtica tiene motivos para estar perpleja en la presente coyuntura pol¨ªtica es Iniciativa per Catalunya y su asociada Esquerra Unida i Alternativa. Y, dentro de ella, particularmente los dirigentes y diputados que llevan el peso de su confrontaci¨®n con el Gobierno del PP en el Congreso, y con el de CiU en el Parlamento catal¨¢n. Joan Coscubiela, tenaz y rotundo fustigador de la regresi¨®n llevada a cabo por la ministra F¨¢tima B¨¢?ez en las pol¨ªticas laborales y sociales, y Joan Herrera, feroz cr¨ªtico de las privatizaciones del Gobierno catal¨¢n, como las de los servicios del agua, o los recortes en la escuela y la sanidad p¨²blicas, por citar solo algunas de las materias objeto de oposici¨®n parlamentaria. Ambos han denunciado de forma implacable las pr¨¢cticas de corrupci¨®n que tienen acorralados tanto el PP como a CiU. Y sin embargo, los sondeos auguran a ICV-EUiA un descalabro total si ahora se celebraran elecciones, tanto legislativas como auton¨®micas.
El activismo de Coscubiela es sistem¨¢ticamente ignorado tanto en la prensa escrita como en los medios audiovisuales: medias columnas y r¨¢pidas menciones a final de los telediarios en el mejor de los casos. Ello se debe, en parte, a que su grupo parlamentario no constituye la alternativa al Gobierno ni por el n¨²mero de esca?os ni por las expectativas demosc¨®picas. El protagonismo en tanto que oposici¨®n parlamentaria es para otros, los socialistas, con independencia de los m¨¦ritos que tengan. Pero esto no basta para explicar la tendencia de ICV a la baja en las encuestas. La situaci¨®n es algo distinta en el Parlamento catal¨¢n. Herrera y su partido obtienen una consideraci¨®n y unos ecos medi¨¢ticos relativamente altos... cuando est¨¢n en sinton¨ªa con el proceso soberanista que promueven CiU y ERC. Pero las consecuencias son id¨¦nticas: su cr¨ªtica a las pol¨ªticas neoliberales del Gobierno de Artur Mas no obtiene eco ni reconocimiento apreciables.
El sostenido descenso de las expectativas electorales de ICV-EUiA se produce sin embargo justo cuando las mismas encuestas muestran un creciente rechazo a las pol¨ªticas de Rajoy y de Mas. El descontento es evidente en los amplios segmentos de la poblaci¨®n que han resultado perjudicados por las regresivas pol¨ªticas econ¨®micas, sociales y laborales aplicadas desde el estallido de la crisis econ¨®mica. Se entiende que la perplejidad cunda entre los dirigentes ecosocialistas al comprobar que su labor de cr¨ªtica no revierta en apoyo pol¨ªtico.
Perplejidad y, adem¨¢s, frustraci¨®n, porque a la vista de los sondeos est¨¢ tambi¨¦n que en paralelo se produce el ascenso en las expectativas de Podemos, una fuerza pol¨ªtica reci¨¦n nacida y que sostiene posiciones en gran parte intercambiables con las de ICV e IU. ?Por qu¨¦ recoge Podemos lo que ICV e IU persiguen si difieren tan poco? ?Ser¨¢ por la eficacia medi¨¢tica de los liderazgos, m¨¢xima en aquellos, casi nula en ¨¦stos? ?Se debe a la enorme diferencia en la presencia televisiva de unos y otros? ?Es por la cuesti¨®n nacional?
Una explicaci¨®n podr¨ªa consistir en que, como sostienen algunos, una parte del electorado de ICV-EUiA en Catalu?a le abandona por haber suscrito el Pacto por el Derecho a Decidir. Pero, entonces ?por qu¨¦ IU sufre en el resto de Espa?a un retroceso electoral igual o superior al de ICV en Catalu?a?
Puede que el problema de ICV y de IU radique en que ambas son percibidas como fuerzas derivadas de los viejos partidos comunistas
Puede que, como sugieren otras voces, el problema de ICV y de IU radique en que ambas son percibidas como fuerzas pol¨ªticas antiguas, derivadas de los viejos partidos comunistas, a los que se niega el car¨¢cter de alternativa moderna, actual. Si as¨ª fuera, el problema residir¨ªa en el caso de Iniciativa en que habr¨ªa resultado insuficiente la opci¨®n de transformar el viejo partido de la clase obrera y sus aliados en una nueva fuerza interclasista. El intento de mancomunar la lucha contra la explotaci¨®n econ¨®mica con las nuevas causas, como el ecologismo y la lucha contra las desigualdades sociales de todo tipo ¡ªincluidas las de sexo o de etnia¡ª, estar¨ªa fracasando.
Esta compleja situaci¨®n tiene algo de deja vu, un efecto que a?ade perplejidad a la perplejidad. Recuerda lo sucedido en 1977, cuando despu¨¦s de d¨¦cadas de dirigir pol¨ªticamente la lucha contra la dictadura, el PSUC vio como la primac¨ªa electoral se la llevaba un partido reci¨¦n nacido, el socialista. M¨¢s o menos por lo mismo que ahora: un d¨¦ficit de credibilidad como alternativa funcional.
La direcci¨®n de ICV percibe que es v¨ªctima de una injusta asimilaci¨®n con ¡°lo viejo¡±. Seguramente es por esto que Herrera cerr¨® su conferencia del d¨ªa 15 con esta afirmaci¨®n, que en realidad quer¨ªa ser una advertencia ante la competencia de partidos como las CUP y Podemos, que nunca han tenido que enfrentarse a la asunci¨®n de responsabilidades, ni que sea en la oposici¨®n o aliados de gobierno en ayuntamientos importantes como el de Barcelona: ¡°Ser nuevo y honesto est¨¢ bien, pero tener una larga experiencia y ser honesto est¨¢ muy bien¡±.
Lo que le sucede a ICV e IU ante el surgimiento de Podemos es, desde luego, lo mismo que causa pavor en el PSOE, y lo que ha frenado en seco las expectativas de los partidos populistas como la UPyD de Rosa D¨ªez y Ciudadanos de Albert Rivera, que se las promet¨ªan felices ante el previsible castigo electoral del gran bipartidismo espa?ol. Para ICV, sin embargo es peor, porque el boquete que Podemos abre en el sistema electoral se agranda a partir de ocupar totalmente, o casi, la parte del espacio electoral en que acampaban los ecosocialistas.
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