El ladr¨®n del ¡®C¨®dice¡¯ alega que sufre un trastorno acumulador de objetos
Su padre y su abuelo padecieron el mismo s¨ªndrome, seg¨²n un psic¨®logo
Recuerda que solo durante la mili fue capaz de contenerse. El ladr¨®n confeso del C¨®dice Calixtino, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras, que se enfrentar¨¢ a sus dos juicios (el del robo de cartas a vecinos y el de la catedral) en enero, alega padecer un trastorno psicol¨®gico que le empuja a acumular sin ton ni son objetos in¨²tiles, de los que no es capaz de desprenderse aunque le hacen sentir culpable y jam¨¢s los va a utilizar. Se trata, seg¨²n el informe que firm¨® a petici¨®n suya un psic¨®logo de Vilagarc¨ªa (la misma localidad en la que tiene el bufete la abogada del exelectricista de la catedral de Santiago), de un s¨ªndrome obsesivo compulsivo ¡°de tipo acumulador¡±. Una patolog¨ªa que ya estaba ¡°presente¡± en su abuelo y su padre, Jos¨¦, recordado efectivamente por sus vecinos de San Xo¨¢n de Orto?o (Ames) como un hombre ¡°muy religioso¡± que deambulaba por los caminos recogiendo todo tipo de trastos mientras cantaba ¡°alabanzas al Se?or¡±. En Orto?o creen que padec¨ªa alguna enfermedad similar al s¨ªndrome de Di¨®genes, y cuentan que al final de su vida hab¨ªa atesorado todo tipo de enseres sin uso posible en una caseta que construy¨® con chapa ondulada de bidones.
La diferencia est¨¢ en que su hijo acumulaba en un garaje y una habitaci¨®n de su piso de Milladoiro (tambi¨¦n en Ames) objetos de un valor infinitamente superior: el propio manuscrito medieval, hallado por la polic¨ªa oculto en unas bolsas, facs¨ªmiles de diversos libros p¨ªos (incluidos ocho ejemplares en edici¨®n de lujo del C¨®dice), instrumental lit¨²rgico, un aluvi¨®n de correspondencia de can¨®nigos y vecinos, documentos clave de la catedral y, sobre todo, dinero.
El ¡°trastorno de acaparaci¨®n compulsiva¡± que blande la defensa de Casti?eiras ¡ªen la valoraci¨®n psicol¨®gica presentada para que se tenga en cuenta en el juicio¡ª no empujaba al electricista a acumular basura, sino papel en todas sus variedades, tambi¨¦n en forma de billetes de la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo, tal y como recoge la extensa relaci¨®n de divisas que elabor¨® la secci¨®n sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago. Seg¨²n el fiscal, Casti?eiras se hizo, desde agosto de 2005 y hasta 2011, con 2,3 millones de euros que supuestamente iba quitando d¨ªa tras d¨ªa del despacho del administrador, sobre todo a la hora de comer, cuando la seo quedaba desierta.
El psic¨®logo, Juan Carlos Maneiro, describe en su informe a un ¡°paciente de 63 a?os¡± con ¡°elevados par¨¢metros depresivos¡± y alto ¡°nivel de ansiedad¡±, ¡°labilidad emocional, introversi¨®n y retraimiento social¡±. La raz¨®n por la que se siente culpable, dice, es por ¡°haber ocultado la acumulaci¨®n de objetos a su familia¡±. A consulta acude con su esposa (imputada en la causa al igual que el hijo de ambos), que es quien ¡°lo controla¡± ahora ¡°diariamente¡±. Esta mujer asegura al psic¨®logo que ha descubierto la man¨ªa de su pareja ¡°recientemente, a ra¨ªz de un problema legal¡±, es decir, su apresamiento como presunto autor del gran robo en la bas¨ªlica. Ni ella ni su hijo hab¨ªan notado nada hasta entonces, dice, porque Casti?eiras le ten¨ªa ¡°vetado¡± el acceso a su ¡°despacho¡±, la habitaci¨®n sagrada en la que escond¨ªa su tesoro.
¡°Manuel reconoce que recoge distintos objetos de la calle de una manera compulsiva¡±, explica en otro momento el informe, ¡°noticias de prensa que le llaman la atenci¨®n, folletos de propaganda que almacena desde su juventud¡±. ¡°Manifiesta que no es capaz de ponerle freno¡± y aunque acumula cosas ¡°desde la adolescencia¡± nunca hasta su procesamiento busc¨® ayuda m¨¦dica. El psic¨®logo recomienda un segundo diagn¨®stico de un psiquiatra para ¡°realizar una terapia farmacol¨®gica¡± que refuerce su trabajo. No obstante, seg¨²n fuentes del caso, el extrabajador del cabildo se ha negado a someterse a un reconocimiento forense.
La abogada de Casti?eiras, Carmen Ventoso, solicit¨® que en el juicio declarasen como testigos personas que conocen al ladr¨®n confeso y su familia, supuestamente para confirmar la versi¨®n de su patolog¨ªa heredada, pero la Audiencia se lo ha denegado.
El Imelga concluye que la enfermedad del exde¨¢n no le impide declarar en el juicio
El exde¨¢n y excan¨®nigo archivero de la catedral de Santiago, Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, no se librar¨¢ de prestar declaraci¨®n y responder a las preguntas de la abogada del ladr¨®n confeso del C¨®dice en el juicio que se celebrar¨¢ en Santiago, a lo largo de m¨¢s de dos semanas, a partir del d¨ªa 19 de enero. D¨ªaz, diagnosticado de un p¨¢rkinson que se manifiesta especialmente en estados de nerviosismo, se apoyaba en un informe de su m¨¦dico en su intento de evitar el trance en la secci¨®n sexta de la Audiencia Provincial. Para confirmar si realmente le era imposible asistir al juicio, el religioso viaj¨® desde Mondo?edo, adonde fue retirado por la Iglesia, hasta Compostela, donde fue valorado por forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga).
El documento m¨¦dico concluye que D¨ªaz Fern¨¢ndez, de 84 a?os, pieza fundamental en el relato del robo de la joya medieval, apenas ha sufrido deterioro cognitivo alguno con la edad. No obstante, la forense que firma el informe judicial recomienda sensibilidad al tribunal para que el que llev¨® durante a?os las riendas del templo no tenga que sufrir largas esperas ni interrogatorios que lo perturben en exceso.
El informe que prepar¨® el psic¨®logo privado a petici¨®n de Casti?eiras reserva un apartado a hacer hincapi¨¦ en la estrecha relaci¨®n que exist¨ªa entre el que era electricista de la Iglesia compostelana y el mando del cabildo. ¡°En el entorno laboral¡±, el acusado ¡°cumple a la perfecci¨®n con su trabajo, lo que hace que tenga mucha demanda laboral¡±, empieza un p¨¢rrafo que podr¨ªa parecer encaminado a justificar un alto volumen de ingresos. ¡°Hay que destacar la peculiar relaci¨®n de obediencia-sumisi¨®n que se produce con el de¨¢n¡±, dice a continuaci¨®n, ¡°persona, seg¨²n el paciente, de mal car¨¢cter, d¨¦spota e intransigente¡± que, ¡°sin embargo, causa en ¨¦l una relaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de la de jefe-empleado¡±. ¡°Podr¨ªa considerarse una relaci¨®n paterno filial de dominancia-sumisi¨®n¡±, abunda, que ¡°puede derivar en otra de manipulaci¨®n encubierta¡±. Esta situaci¨®n, concluye, ¡°persiste a¨²n hoy pese a los problemas legales que surgieron¡±.
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