¡°?Que salga ya ese Gordo!¡±
Expectaci¨®n, cabezadas, disfraces y l¨¢grimas infantiles en el Teatro Real
Tarde y desafiante. A las 13.00 y empezando por 13 sali¨® ayer el Gordo en el Teatro Real. A ver qui¨¦n se atreve ahora a decir que el 12+1 trae mal fario. La remoloner¨ªa del 13437 ¡ªes el Gordo m¨¢s tard¨®n que se recuerda¡ª mantuvo la emoci¨®n del sorteo, m¨¢s para quien lo sigui¨® por los medios que para el p¨²blico que lo vivi¨® en directo. Porque pasado el mediod¨ªa, y sin grandes premios para desperezar al personal, muchos dorm¨ªan en sus butacas acunados por la repetitiva letan¨ªa de los ni?os de San Ildefonso.
No les culpen, para asegurarse la entrada al directo hay que pasar la noche al raso. En la puerta del Real resisti¨® la madrugada un grupo de se?oras de Boecillo (Valladolid) que, disfrazadas de ¡°marujas¡± con rulos, redecillas y batas, se jactaban de estar ¡°enteras¡±; es decir, ¡°sin una gota de orujo encima¡±. Los d¨¦cimos se los hab¨ªan dejado en casa a los maridos, explicaban algo preocupadas.
Tambi¨¦n el segundo premio se hizo esperar, hasta casi las 12.30. Eso s¨ª, lleg¨® cargado de justicia po¨¦tica: lo cant¨® Maguette Fall, la ni?a que un par de horas antes se hab¨ªa trabado con un n¨²mero, ech¨¢ndose a llorar de los nervios. Un empleado de Loter¨ªas la consol¨® muy paternal, ofreci¨¦ndole un pa?uelo para el moquillo mientras el p¨²blico la jaleaba con gritos de ¡°?Guapa, guapa!¡±.
Formando el respetable, unas mil personas. La mitad, periodistas (de 92 medios). El corresponsal Andreas Klinger preparaba una pieza de dos minutos para un telediario alem¨¢n: ¡°Los espa?oles est¨¢n locos por la loter¨ªa y lo de los ni?os cantando es curioso¡ Resulta todo muy pintoresco¡±.
El del traje de botones, el del traje de pesetas y el del traje de recortes de sof¨¢ atend¨ªan a los medios en la ¨²ltima fila de la platea. Se llaman Marcelo Bud¨ªa, Rufino Huertas y Fernando Gracia. El primero, de 80 a?os, es el dise?ador de los disfraces, los otros dos son acomodadores del Santiago Bernab¨¦u. ¡°Este es el d¨ªa del a?o que m¨¢s caso me hace nadie, porque lo que es la mujer y los hijos¡¡±, se quejaba Rufino, que asiste al sorteo disfrazado desde que el euro mat¨® a la peseta. Y van ya 15 a?os.
Ciento veinte euros (casi 20.000 pesetas, que parece que cunden m¨¢s) le tocaron a Pilar, una chica sentada en primera fila por la pedrea del n¨²mero 00000. ¡°O sea, el cero¡±, explicaba la afortunada, sobre la que se abalanz¨® la prensa ¨¢vida de algo que llevarse a la boca durante la larga espera. ¡°Lo compr¨¦ porque es el que juega la Casa Real¡±, cont¨® ella, alimentando la leyenda urbana. La mitad del auditorio llevaba de hecho el 0, pero en billetes falsos, que hab¨ªan repartido como si fuesen octavillas un grupo de actores para promocionar la obra de teatro Bancarrota. La trama va sobre la crisis y el rescate financiero, y fue el ¨²nico atisbo de actualidad que se col¨® en el sorteo, que por lo dem¨¢s podr¨ªa haber transcurrido cualquier otro a?o. No hubo actos de reivindicaci¨®n sindical por el en¨¦simo ERE, nadie ironiz¨® sobre las tarjetas black, ni apareci¨® disfrazado de Pablo Iglesias o el Peque?o Nicol¨¢s. Lo m¨¢s parecido, el Mocito Feliz, asiduo a colarse en las fotos de los famosos, que en esta ocasi¨®n se convirti¨® en el famoso con quien los dem¨¢s se hac¨ªan selfies.
A las 8.30 las bolas cayeron de las liras (los alambres) a la tolva (el embudo que las echa al bombo) con un sonido que en directo recuerda a las olas del mar. A las 13.08 se acab¨® lo que se daba. El ¨²ltimo premio, el tercero, sali¨® apurando al l¨ªmite, a un minuto del final. Entre medias toc¨® esperar. Cada vez que uno de los ni?os (Jhon, Lloida, Marileisi, Faisal, Nicole, Youssef...) tomaba aire para cantar un premio peque?o, el patio de butacas se pon¨ªa en pie. Y cada vez que no era el Gordo, sonaba un ¡°?Aysh!¡± decepcionado. Como si los 60.000 euros de un quinto fuesen poca cosa. A medida que avanzaba la ma?ana, y crec¨ªa la expectaci¨®n, la gente empez¨® a cantarle a los bombos: ¡°?Qu¨¦ salga ya ese Gordo!¡± y ¡°?Se nota, se siente, el Gordo esta presente!¡±.
El resto fueron variaciones sobre un tema. Los ni?os que finalmente cantaron el premio, Janna e Ismael (que ya lo hizo en 2012), aconsejaron a los premiados no gastarlo todo de golpe. Mientras, el p¨²blico repet¨ªa: ¡°Lo que importa es la salud¡± y ¡°Otro a?o ser¨¢¡±. Y ser¨¢ muy parecido, porque para eso est¨¢n las tradiciones, para estar juntos y hacer lo mismo.
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