El ¨²ltimo papel de Anita
Un libro coral lleno de emotividad e ilustrado con fotograf¨ªas de toda su carrera e im¨¢genes privadas recuerda a la insustituible Anna Lizaran
El ¨²ltimo papel de Anna Lizaran, Anita para los amigos, es un libro. Un libro maravilloso del que nadie que la conociera, personalmente o como espectador, puede salir emocionalmente inc¨®lume. Anna Lizaran(publicado por la Fundaci¨® Teatre Lliure y Viena Edicions) es un volumen de gran formato, profusamente ilustrado, en el que recuerdan a la Lizaran en extenso algunos de los que mejor la conocieron y adem¨¢s ofrecen su testimonio, en textos breves, docenas de otros de sus amigos y colegas de profesi¨®n. Un coro de voces para conjurar ¡ªsi ello fuera necesario, si no siguiera tan presente¡ª la figura y el alma de una de las mayores actrices que ha dado jam¨¢s nuestro teatro, adem¨¢s de una persona irremplazable no solo en los escenarios sino, principalmente, en los corazones.
El libro es ya visualmente una joya: documenta espectacularmente, en las fotos sobre todo de Ros Ribas ¡ªsin olvidar las de David Ruano y las de Teresa Mir¨®¡ª, la mayor¨ªa de los papeles de la actriz fallecida el 11 de enero de 2013 a causa de un c¨¢ncer. Pasar las p¨¢ginas mirando las fotos es pasear por la memoria en melanc¨®lica itinerancia. Ah¨ª est¨¢ toda la evoluci¨®n de una int¨¦rprete que significa a la vez nuestra propia evoluci¨®n y nuestro aprendizaje como espectadores (y tambi¨¦n para muchos nuestro paso, como el de ella, de la juventud a la madurez).
Ah¨ª est¨¢n sus papeles en el Teatre Lliure: la vemos avanzar decidida en blanco y negro en el seminal Cam¨ª de nit (1976). Nos sorprende ver su rostro tan fresco y joven en La cacat¨²a verda (1977), nos retrotrae a algunos de los momentos m¨¢s m¨¢gicos de nuestra vida como p¨²blico en su papel el mismo a?o del rey Peter de Lenci i Lena, con su corona, su bigotito y su castillo de juguete... Hedda Gabler, Anna de Francia en el Eduard II de Marlowe-Brecht junto a Flotats y un jovenc¨ªsimo Homar, aquel valiente beso declarativo con Muntsa en La nit de les tr¨ªbades. ?Ah, ah¨ª est¨¢ Helena, la casquivana bella de Troya! ¡°Un bombonet, un caramel¡±. Muchos de los papeles est¨¢n comentados por la propia Lizaran: otro de los atractivos del libro. ¡°En la Carmen de El balc¨®, que es un hueso, el coraz¨®n me iba a cien cada d¨ªa (...) Un papel que me hizo sudar tinta china verde y de todos los colores¡±. ?Qu¨¦ guapa estaba en El misantrop (1982)! y qu¨¦ arrebatadora como la Leona Dawson de Advert¨¨ncia per a embarcacions petites (1983). ¡°La Rosalina de Al vostre gust¡± ¡ªotro de sus inolvidables papeles: es mirar su retrato y sonreir con ella, tan p¨ªcara¡ª ¡°era maravillosa. En los papeles donde juega el travestismo disfrutas mucho, porque cuando te cansas de hacer una cosa, haces la otra¡±. La senyoreta J¨²lia: ¡°Es un papel trampa (...) La Adjani estuvo tres meses ingresada despu¨¦s de hacerla en Par¨ªs. Yo a¨²n me sal¨ª bien¡±. En una de las fotos Anna nos sorprende con un inesperado desnudo, el torso al aire en La senyora de Sade. Recorriendo las fotos recuerdas lo impresionante de su registro. Quiz¨¢ ninguna revela tanto la magn¨¦tica personalidad de Lizaran como el primer plano de El dol escau a Electra, te dices, pero pasas la p¨¢gina y ah¨ª est¨¢ la Kate de Dansa d'agost, y luego la impresionante Merteuil de Quartet.
Entre lo m¨¢s valioso, las reflexiones de la actriz sobre el oficio
La ¨²ltima foto del viaje por sus papeles es de 2012, ensayando en el Teatre Nacional La B¨ºte, que no lleg¨® a estrenar. Parece despedirse, con una sonrisa. El pr¨®logo del libro es de Joan de Sagarra, con el que tanto se quer¨ªan, y que recuerda la an¨¦cdota de cuando la llev¨® a Avi?¨®n y le present¨® a Mar¨ªa Casares. La Lizaran al despedirse le pregunt¨® si pod¨ªa besarla y lo hizo en los labios.
La parte biogr¨¢fica, que escribe Elisenda Roca, es en buena parte recuerdos en primera persona de la propia Anna Lizaran, de su infancia en Esparraguera, donde naci¨® en 1944, de c¨®mo le entr¨® el gusanillo del teatro all¨ª. Su traslado a Barcelona en 1968. La fundaci¨®n de Comediants, la marcha en 1974 a Par¨ªs ¡ªllorando¡ª para estudiar con Lecoq, su gran maestro. All¨ª le hicieron el pasillo en la escuela cuando muri¨® Franco. Regres¨® para la aventura del Lliure.
Pasqual escribe un texto conmovedor sobre Anna. M¨¢s a¨²n porque lo vincula a la muerte de su propia pareja, Gonzalo Canedo (fallecieron con d¨ªas de diferencia, en el mismo hospital). Sergi Belbel la recuerda como alguien que hac¨ªa igual de bien lo grande como lo peque?o. Pepitu Benet i Jornet explica lo que sufr¨ªa antes de entrar en escena y c¨®mo eso en realidad la excitaba.
Numerosas fotos y recuerdos personales, privados, enriquecen el libro, hecho de complicidades y cari?os. Los peque?os textos son un collage precioso en el que cada uno ofrece una faceta del gran prisma profesional y humano de la Lizaran. Madaula la evoca dudando entre bastidores, Pep Anton Mu?oz protegi¨¦ndolo cari?osa en los camerinos, Rosa Novell dice que siempre se pregunta ¡°?c¨®mo lo har¨ªa Anna Lizaran?¡±. La Vilarasau destaca su manera de re¨ªrse de s¨ª misma.
Pero seguramente lo m¨¢s valioso del libro son las reflexiones sobre el oficio de la propia Lizaran. La cocina interna de la actriz, su ritual de los perfumes (uno para cada papel). Su m¨¦todo que no era M¨¦todo: ¡°Los personajes los empiezo a entender desde fuera, desde su actitud corporal (...) siempre tengo presente que estoy haciendo teatro, el p¨²blico nunca desaparece¡±. ¡°El teatro es como el p¨®ker¡±, dec¨ªa, ¡°nunca, por muy buena mano que tengas, est¨¢s segura de ganar. Siempre hay un fant¨¢stico interrogante¡±. ¡°Lo que m¨¢s me gusta del teatro es que puedes jugar a ser tantas cosas que no puedes ser en la vida real. Eso es lo que me embriaga¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.