M¨¢s izquierda, menos soberanismo

Sin candidatos de referencia ni ideario propio sobre el ADN de Euskadi, Podemos se ha colocado en el v¨¦rtice determinante de la pol¨ªtica vasca. Con su irrupci¨®n, m¨¢s all¨¢ del an¨¢lisis cuantitativo sobre su previsible cuota de poder en el Parlamento vasco, este nuevo partido parece desafiar el orden establecido en una autonom¨ªa donde aquel partido que careciera de un discurso identitario, sin fundades razones de ambici¨®n nacionalista, estaba condenado al ostracismo electoral y al aislamiento social. Podemos est¨¢ en un tris de acabar con tan tambaleante tab¨².

La sacudida pol¨ªtica que entra?a el sondeo del Euskobar¨®metro cuando apenas se ha cubierto el ecuador de la actual legislatura imagina la incorporaci¨®n inmediata de un nuevo discurso. La preocupaci¨®n socioecon¨®mica se abre paso sobre la base legitimada de una suficiente mayor¨ªa que antepone el debate social al identitario en el que Euskadi lleva instalada desde que tiene voz democr¨¢tica y que parec¨ªa haber activado a la sombra del sue?o catal¨¢n.

Podemos, como ya ha adelantado su l¨ªder Pablo Iglesias en Barcelona, no coloca la independencia en el primer cap¨ªtulo de sus reivindicaciones ni constituye el corpus de su existencialismo program¨¢tico. Este molde le valdr¨¢ muy posiblemente para Euskadi y quiz¨¢ con algo m¨¢s de desafecto si es cuesti¨®n de marcar distancias con EH Bildu.

Se trata de un sondeo demasiado preventivo por la distancia de las pr¨®ximas auton¨®micas, es verdad, pero resulta, sin duda, sumamente orientativo para el resto de las fuerzas competidoras en un inmediato escenario electoral si quieren evitar males mayores, Por primera vez en d¨¦cadas resulta m¨¢s f¨¢cil articular una mayor¨ªa de izquierdas sin otros atributos que soberanista. Sin ETA, claro, ya todo es posible.

Resulta bals¨¢mico que se versatilice el discurso pol¨ªtico en Euskadi de la misma forma que la abrupta preponderancia de Podemos insta a la urgente revisi¨®n del actual modelo de hacer pol¨ªtica en un pa¨ªs que no se siente intranquilas por la corrupci¨®n, apenas perceptible. Se abre la puerta a una fotograf¨ªa de situaci¨®n tan in¨¦dita que es f¨¢cil comprender el v¨¦rtigo que provocar¨¢n en m¨¢s de un dirigente acostumbrado a discursos, negociaciones y pactos inalterables desde que se instaur¨® la democracia. El sondeo advierte de que as¨ª se juega con fuego.