Confianza y revoluci¨®n democr¨¢tica
El objetivo de este a?o deber¨ªa ser un cambio democr¨¢tico que revise la Constituci¨®n y facilite el relevo de parte la clase pol¨ªtica
El primer d¨ªa del 2015 nos trae deseos para la vida social del nuevo a?o. En nuestra condici¨®n contempor¨¢nea, caracterizada por la complejidad, la conflictividad y la incertidumbre, una de las claves para avanzar es recuperar la confianza, clave de la pol¨ªtica. Y hoy no nos sirven interpretaciones universales, un¨ªvocas, inmutables y dogm¨¢ticas: la confianza perdida se recupera desde las complicidades y solidaridades reales y locales, y desde un nuevo tipo de pol¨ªtica con la participaci¨®n intensa de la ciudadan¨ªa.
Porque si en algo ha destacado el 2014 ha sido en el hundimiento de la confianza en nuestros gobernantes y en una parte de la clase pol¨ªtica, que ha evidenciado su corrupci¨®n sin l¨ªmites y su enriquecimiento il¨ªcito. El punto m¨¢ximo de este proceso de desencanto se dio en verano al hacerse p¨²blicas las trampas con Hacienda del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, y al aflorar todas las irregularidades de su familia, empezando por algo que por ya sabido, como las presuntas comisiones del 3% al 6% por ciento, no ha dejado de tener un efecto moral devastador en la sociedad catalana. Si la pol¨ªtica se basa en la confianza puesta en que los gobernantes que nos representan sabr¨¢n afrontar los conflictos, este a?o no ha podido ser m¨¢s decepcionante.
Ciertamente se salvan algunos jueces y pol¨ªticos honestos, pero nuestra confianza en ciertas instituciones no puede haber ca¨ªdo m¨¢s abajo. La mayor¨ªa de los bancos no s¨®lo han demostrado que no nos podemos fiar de ellos, sino que han dejado claro que se han dedicado durante a?os a estafar a bastantes de sus clientes con hipotecas abusivas, preferentes y otros productos t¨®xicos. Incluso ya dentro de la crisis, y con el rescate hecho con dinero p¨²blico, han dilapidado los fondos en beneficio de unos pocos personajes pretendidamente respetables. Y la gran mayor¨ªa de las grandes obras p¨²blicas de la ¨¦poca de vacas gordas dedicaron una parte sustancial a la corrupci¨®n y a los desmanes.
El soci¨®logo Niklas Luhmann insist¨ªa en su libro Confianza (1968) en que la ¨¦sta es la clave del avance en nuestras sociedades: la confianza constituye una forma efectiva de reducci¨®n de la complejidad, es una operaci¨®n de voluntad, aumenta la tolerancia a la incertidumbre y se expresa en la solidaridad del grupo. Y el fil¨®sofo Byung-Chul Han, en su cr¨ªtica a La sociedad de la transparencia (2012), relaciona la exigencia de transparencia a la total p¨¦rdida de confianza. Seg¨²n su visi¨®n hipercr¨ªtica, neoheideggeriana y nihilista, el control pan¨®ptico digital nunca podr¨¢ substituir la confianza, que es la que ha producido espacios libres y de acci¨®n.
En todo caso, uno de los objetivos de este a?o deber¨ªa ser empezar a reconstruir la confianza, y para ello es necesario un cambio democr¨¢tico, que conlleve la revisi¨®n de la Constituci¨®n y el relevo de gran parte de la clase pol¨ªtica, de unas generaciones que ya han dado todo de s¨ª y que han agotado los recursos, la paciencia y la confianza del pa¨ªs con sus mentiras. Una revoluci¨®n democr¨¢tica, que se base en una recuperaci¨®n de la confianza, solo se puede producir donde es posible la verdad.
En este sentido nuestro pa¨ªs tiene la gran suerte de que la alternativa la representen personas como Pablo Iglesias, y todo el equipo y los delegados y delegadas de Podemos, y Ada Colau y toda la red que aglutina y entreteje de los diversos partidos, grupos y activismos barceloneses en la plataforma de confluencia Guanyem Barcelona. De ah¨ª puede arrancar el cambio democr¨¢tico y la recuperaci¨®n de la confianza, partiendo de unos c¨®digos ¨¦ticos ya aprobados. De los j¨®venes motivados, formados en nuestras universidades p¨²blicas, que luchan por una sociedad en la que tengan el lugar que les corresponde. Y de Ada Colau y una PAH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas) que han conseguido el efecto desculpabilizador de que lo que fuera vivido como una derrota, el no poder pagar la hipoteca o el alquiler, no se perciba como pobreza sino como injusticia.
La recuperaci¨®n de la confianza en s¨ª mismos y la potenciaci¨®n de la solidaridad que ha impulsado la PAH en toda Espa?a es un buen punto de partida para la recuperaci¨®n de la confianza en la pol¨ªtica. Y no es casual que los diversos Podemos surjan de los indignados del 15M y del eslogan de la PAH: ¡°Si se puede¡±. La recuperaci¨®n de la confianza radica en el empoderamiento de las personas, el protagonismo de la ciudadan¨ªa, la insistencia de los movimientos feministas y ecologistas, el empuje de las asociaciones vecinales y urbanas, el activismo de todo tipo de colectivos y el auge de la econom¨ªa cooperativa.
Es esta conciencia de que no todo est¨¢ perdido en el agujero del neoliberalismo, el consumismo y la deuda, sino que hay una revoluci¨®n pendiente, que es posible ir haciendo cada d¨ªa, como apuntaba Marina Garc¨¦s en estas p¨¢ginas hace pocos d¨ªas, lo que podemos ver en el horizonte del nuevo a?o. Por lo tanto: ?Los mejores augurios para el 2015!
Josep Maria Montaner, arquitecto y catedr¨¢tico de la ETSAB-UPC.
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