¡°Aguirre ha cerrado el abanico¡±

Siete cargos del Ayuntamiento de Madrid de los que m¨¢s saben de pol¨ªtica, en general, y del Partido Popular en particular, han hecho una porra con su apuesta sobre qui¨¦n encabezar¨¢ las listas de esa formaci¨®n en las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo.

Son la gente m¨¢s cercana a la alcaldesa, Ana Botella, que anunci¨® en septiembre que no ser¨ªa candidata. Han hecho siete apuestas. Ninguna coincide. A la espera de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, haga saber sus candidatos (muchos apuntan que ser¨¢ antes de la convenci¨®n nacional del 23 al 25 de enero en Madrid), en el PP regional lo ¨²nico que hay son c¨¢balas m¨¢s o menos informadas. Y hay casi tantas como personas a las que se pregunte.

Tres puntos adicionales. El PP gobierna con la mayor¨ªa absoluta que obtuvo Alberto Ruiz-Gallard¨®n en mayo de 2011, siete meses antes de dejar el Ayuntamiento a Botella. Si las elecciones al Parlamento Europeo celebradas el pasado mes de mayo hubieran servido para elegir a la corporaci¨®n municipal, los 31 concejales del PP se habr¨ªan quedado en 23, a seis de la mayor¨ªa absoluta.

El PSOE habr¨ªa pasado de 15 a 13; IU, de siete a siete; y UPyD, de cinco a siete. Podemos habr¨ªa entrado con siete. Ciudadanos obtuvo el 4,7% de los votos, a tres d¨¦cimas de obtener representaci¨®n.

Incluso en los peores tiempos, Madrid es una ciudad propicia para el PP. En mayo logr¨® el 32,4% de los votos, frente al 30% a escala regional y el 26% a escala nacional. Sin embargo, Botella s¨®lo tard¨® cuatro meses en caerse como candidata, zarandeada por las cr¨ªticas a su gesti¨®n incluso en el PP.

Rajoy sabe que necesita un candidato s¨®lido que sume valor a las siglas: los expertos consideran que el mejor nombre posible, en cualquier circunstancia, s¨®lo puede mejorar hasta tres puntos el resultado de un partido. No parecen muchos, pero s¨ª suficientes como para que Rajoy evitara una mayor¨ªa absoluta de la izquierda como la que anticipaban los sondeos hace menos de un a?o.

La jugada de Aguirre. En el PP madrile?o lo tienen claro: la mejor candidata es su presidenta, Esperanza Aguirre. O al menos lo era hace menos de un a?o. La imputaci¨®n por corrupci¨®n de varios de sus colaboradores m¨¢s cercanos y su incidente de tr¨¢fico (en manos de un juez) la han debilitado tanto como para que, en vez de esperar a que Rajoy la llamara para salvar Madrid, tuviera que ofrecerse ella a hacerlo.

Lo hizo el pasado 23 de diciembre, y seg¨²n varias fuentes del PP madrile?o fue una jugada perfecta para ella y envenenada para Rajoy. ¡°Su decisi¨®n se interpret¨® como un ¡®no hace falta que me lo pid¨¢is, me trago el orgullo y doy el paso al frente¡¯. Hace unos meses estaba en la situaci¨®n de ¡®que venga Rajoy y me lo pida¡¯, mientras que ahora, sin embargo, le facilita la tarea ofreci¨¦ndose¡±, explica un alto cargo madrile?o que la conoce muy bien. ¡°Si Rajoy la desprecia, se saca un as de la manga y no da buen resultado, la derrota se la apuntar¨¢ ¨¦l. Si la pone y ella pierde, Aguirre estar¨¢ acabada y ¨¦l saldr¨¢ indemne¡±, a?ade esa fuente.

En el PP madrile?o creen que, con su paso al frente, Aguirre ya ha ganado la pugna interna. Los que mejor la conocen dicen que tampoco se muere por ser candidata ¡ªle va muy bien en la empresa privada¡ª, pero se siente con la obligaci¨®n moral, como presidenta del PP regional, de no abandonar el barco. ¡°Si me quiere, voy a por todo y a morir por Dios. Si no me quiere, yo me ofrec¨ª, que otro se haga responsable. Con la ventaja de que se libera de toda obligaci¨®n, ha sido despreciada y por tanto puede decir lo que le d¨¦ la gana¡±, se?ala el citado alto cargo.

¡°No me resigno¡±. ?Por qu¨¦ se duda entonces de que Rajoy la elija? Porque al presidente del PP le gusta Aguirre menos que un nublao. Ella fue la que, en la primavera de 2008, cuando m¨¢s d¨¦bil estaba Rajoy, le cuestion¨® con la consigna del ¡°no me resigno¡±, e incluso amag¨® con disputarle el liderazgo en el congreso de junio en Valencia. En el PP madrile?o prefieren creer sin embargo que no es a Rajoy sino a ¡°su entorno¡± a quien cae mal Aguirre; seg¨²n esa tesis, tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sa¨¦nz de Santamar¨ªa, como la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, desean poner su pica en Madrid, la ¨²nica aldea gala que se les resiste. A Rajoy, a?aden estas fuentes, ¡°Aguirre no le quita el sue?o¡±, es m¨¢s, le viene bien para galvanizar ¡°al voto perdido, el electorado acendrado y decepcionado, los votantes de valores¡±.

Cerrar el abanico.El paso al frente de Aguirre ha servido adem¨¢s para elevar el list¨®n y cerrar el abanico de posibles candidaturas. En el PP madrile?o ven dif¨ªcil que Rajoy pueda prescindir de ella para imponer a un aspirante de menor peso pol¨ªtico. En la porra de altos cargos del Ayuntamiento, por ejemplo, no aparec¨ªa la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, quiz¨¢ porque la denuestan tanto los afines a Ana Botella como los del presidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez. ¡°Es una persona de ambici¨®n desmedida, todo lo que hace lo hace en negativo, contra alguien; se apoya en dos madrinas, De Cospedal y S¨¢enz de Santamar¨ªa, enfrentadas entre s¨ª; es muy poco de fiar¡±, abunda un alto cargo del Ayuntamiento.

La tesis, compartida por la mayor¨ªa de fuentes consultadas, es que Rajoy busca a un candidato con el que meter la cu?a en el PP madrile?o, con el que quitarle el control a Aguirre. Y para esa funci¨®n, Cifuentes no parece la m¨¢s indicada, seg¨²n dichas fuentes.

El ¡®factor Fraga¡¯. S¨ª lo ser¨ªa la propia Sa¨¦nz de Santamar¨ªa, pero es una opci¨®n imposible. En primer lugar, porque ella no quiere. ¡°Desde que le ofrecieron a Manuel Fraga ser alcalde, nadie ha querido cambiar la pol¨ªtica nacional por el Ayuntamiento¡±, indican en el PP madrile?o. La ¨²nica raz¨®n de peso ser¨ªa que Sa¨¦nz de Santamar¨ªa sacara cinco puntos al resto de posibles candidatos, pero seg¨²n las encuestas a las que han tenido acceso fuentes consultadas, su ventaja no pasa del medio punto en las preferencias del electorado en general (no s¨®lo los votantes del PP).

¡°Rajoy lo tiene muy dif¨ªcil para elegir¡±, coinciden todos. Con la complicaci¨®n a?adida de que debe cuadrar no s¨®lo una sino dos candidaturas. Hay un consenso casi generalizado en que no optar¨¢ por Aguirre y por Ignacio Gonz¨¢lez (su mano derecha durante a?os, y heredero de la presidencia regional en septiembre de 2012, cuando ella dio un paso atr¨¢s en lo peor de la crisis). ¡°Eso ser¨ªa humillarse¡±, indica un peso pesado municipal. Hay quien cree sin embargo que ser¨ªa la decisi¨®n menos complicada para un presidente que presume de hacer lo que dicta el sentido com¨²n y huir de experimentos en pos de la estabilidad y la continuidad. Pero la mayor¨ªa de fuentes consultadas lo considera muy improbable.