Sin alma (rusa)
El Ballet Nacional de Mosc¨² brind¨® en el Liceo de Barcelona un 'El lago de los cisnes' t¨¦cnicamente correcto pero ejecutado de forma mec¨¢nica y fr¨ªa
La magia del ballet cl¨¢sico depende, en gran medida, de la interpretaci¨®n. Por ello, un elenco convierte a las obras de repertorio en sublimes, correctas o grotescas. El Ballet Nacional de Mosc¨² brind¨® en Barcelona, la noche del pasado jueves y fuera de programaci¨®n, en el Gran Teatro del Liceo, un El lago de los cisnes t¨¦cnicamente correcto pero alejado del virtuosismo. Al baile le falt¨® alma, los int¨¦rpretes realizaron sus evoluciones de forma mec¨¢nica y fr¨ªa olvid¨¢ndose de impregnar de dramatismos a los personajes. Mucho mejor result¨® la versi¨®n que desde este mismo ballet ofreci¨® el Ballet Yacobson de San Peterburgo el 1 de enero del a?o pasado, tambi¨¦n en el Liceo, y que al igual que el Ballet Nacional de Mosc¨² cont¨® con la m¨²sica de Tchaikovsky interpretada en directo por la Orquesta Sinf¨®nica del Teatro de la ?pera y Ballet de Rostov.
El lago de los cisnes
Ballet Nacional de Mosc¨².
Coreograf¨ªa de Marius Petipa y Lev Ivanov; M¨²sica de de Piotr Ilych Tchaikovsky, interpretada por la Orquesta Sinf¨®nica del Teatro de la ?pera y Ballet de Rostov dirigida por Andrey Ivanov.
Gran Teatro del Liceo. Barcelona, 1 de enero de 2015
Los programadores creen que contratar compa?¨ªas procedentes de Rusia es sin¨®nimo de calidad; y no es as¨ª. Por ejemplo, El lago de los cisnes que ?ngel Corella present¨® al frente de su compa?¨ªa, el Ballet de Barcelona, en el Gran Teatro del Liceo en 2012 fue muy superior, en todos los niveles, al presentado por el Ballet Nacional de Mosc¨². Bajo el nombre de Ballet de Mosc¨², con diferentes directores a la cabeza, se han presentado y presentan, en la capital catalana, desde hace a?os, diversas formaciones,? algunas con un alto nivel t¨¦cnico pero otras con un nivel m¨¢s que discreto; pero la culpa es de los programadores, que no tienen en cuenta que al p¨²blico barcelon¨¦s que le gusta la danza cl¨¢sica no se le puede enga?ar: es muy exigente y detecta al instante si est¨¢ frente a una buena compa?¨ªa cl¨¢sica o no. En ese contexto, el Ballet Nacional de Mosc¨² decepcion¨® a los ballet¨®manos que acudieron al Liceo con la ilusi¨®n de empezar el nuevo a?o con un buen espect¨¢culo de danza cl¨¢sica.
El Ballet Nacional de Mosc¨² fue creado en 2001 por Vladimir Moiseyev junto a Evgeny Amosov, ¨¦ste ¨²ltimo su actual director art¨ªstico. El elenco, en conjunto, posee un estilo homog¨¦neo y preciso en la ejecuci¨®n, si bien sin personalidad esc¨¦nica. Sus componentes son esbeltos y elegantes. Ellas tienen un uniforme, aunque no expresivo, movimiento de brazos y unas puntas seguras, mientras que ellos exhiben seguridad en los saltos y giros. De todo el elenco destac¨® por su personalidad art¨ªstica e impecable t¨¦cnica el bailar¨ªn Kanar Nadyrbek, en su papel de buf¨®n.
En cuanto a la pareja protagonista --Evgeny Kuchvar en el papel de pr¨ªncipe Sigfrido e Irina Adilova en el doble papel de Odette y Odile--, realizaron una discreta interpretaci¨®n. ?l, un hombre apuesto, bail¨® como un aut¨®mata y ella result¨® convincente como Odette y d¨¦bil como Odile: a su cisne negro le falt¨® maldad y t¨¦cnica en toda sus intervenciones. Adem¨¢s, no realiz¨® los 32 fouett¨¦s que marca la variaci¨®n: se qued¨® en 29.
El vestuario fue elegante y la combinaci¨®n de colores acertada. La escenograf¨ªa correcta pero siempre fue la misma: no hubo cambios ni en la escena del lago, lo que enfatiz¨® el desarrollo plano de la acci¨®n. Todo sin alma.
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