El baile, en la cuesta de enero
Las salas alternativas resisten su particular crisis con una oferta de reposiciones
Huida hacia adelante, rescate del p¨²blico fiel, mantenerse sobre las tablas a toda costa. Enero, pasada la Epifan¨ªa de Reyes, es tradicionalmente el mes m¨¢s cruel para la taquilla teatral. Los teatros alternativos de la capital se mantienen como pueden con una programaci¨®n que quiere sostenerse a s¨ª misma, en una situaci¨®n de crisis permanente y de un di¨¢logo de sordos con las instituciones p¨²blicas. La lacerante realidad es que cada vez hay menos compa?¨ªas reales de danza-teatro o de cualquier otra especialidad; proliferan los espect¨¢culos recurrentes en solitario, a lo sumo, desangelados d¨²os que sirven de agrio paisaje, donde se dan muleta el uno al otro. Pr¨¢cticamente, no hay manera de producir obras nuevas como tampoco parece haber muchas posibilidades de exhibir cualquier idea cor¨¦utica o teatral, por brillante o promisoria que fuera; en Madrid, la bolsa de bailarines aumenta sin miras.
El fantasma del cierre ronda a la vez, en algunas estad¨ªsticas, se dice que estas salas se llenan de un espectador que quiere algo diferente y actual. No puede despreciarse la muy publicitada y dram¨¢tica cifra aireada a finales de 2014: la danza contempor¨¢nea fue y es la perdedora nata de espectadores, con un descenso real que roza el 43%. Para temblar.
La mayor¨ªa de estas salas, desde hace muchas temporadas, han aminorado el riesgo y suelen programar a un grupo de artistas que tambi¨¦n le son fieles. La f¨®rmula de la residencia estable, sin resolver los problemas, ha dado un poco de protecci¨®n simb¨®lica a algunos de estos grupos. En Pradillo, sube a escena del 15 al 25 de enero un programa combinado. De un lado la compa?¨ªa Lucas Cranach, que dirige Carlos Marquerie, con la pieza escrita por ¨¦l mismo Entre las luces y las sombras: libertad, reposici¨®n con ligeras variaciones sobre un original ya estrenado en el ciclo Intermitencias del asombro, colateral a la exposici¨®n Escenarios del cuerpo. La metamorfosis de Lo?e Fuller, que se vio en La Casa Encendida en marzo de 2014 donde participan, entre otros, Oscar Dasi, Mar¨ªa Jos¨¦ Pire y Elena C¨®rdoba.
El programa se adereza y completa con una segunda parte cambiante en forma de ciclo expositivo: Reflejos, en la que participan Javier Cruz (d¨ªa 16); Colectivo maDam (d¨ªa 17); Marina Garc¨¦s (d¨ªa 23) y Alejandro Ruffoni (d¨ªa 24).
La Sala DT Espacio Esc¨¦nico, en la calle de La Reina, sigue teniendo en cartel y con una constancia ejemplar sus ciclos habituales. Este c¨¦ntrico escaparate de las propuestas m¨¢s radicales o tangenciales de la danza y el teatro de c¨¢mara actuales se ha mostrado generoso abriendo su foro tanto a artistas latinoamericanos (residentes o no en la regi¨®n) como a espa?oles de otras ciudades de la pen¨ªnsula. DT Espacio Esc¨¦nico es adem¨¢s la sede estable de la compa?¨ªa El Curro Danza Teatro, que dirige el bailar¨ªn y core¨®grafo mexicano Alberto Garc¨ªa. La cuarta edici¨®n del ciclo Ellas y ellos bailan solos se extiende desde estos d¨ªas hasta finales de febrero; en enero se ver¨¢n, entre otros, a Marta Izquierdo Mu?oz con Admirando la Cheikha (del 22 al 24) y a Claudia Faci con Esta es la vida por la vida (del 29 al 31). Ya en febrero Esther Granados trae La construcci¨®n (del 5 al 7) y la compa?¨ªa El saco roto propone Artrisis, palabra que mezcla arte y crisis. Artrisis hoy d¨ªa puede constituirse en un g¨¦nero y un estilo.
En la sala Cuarta Pared, de la calle Ercilla, le toca el turno a un espect¨¢culo fronterizo de cabaret teatral: Escenario ambulante, de la compa?¨ªa Lav¨ª e Bel, dirigida por Emilio Goyanes del 28 al 31 de enero. No es propiamente danza, pero la contiene en su m¨¦dula, pues sus artistas deben someterse a una dura exposici¨®n gestual y calistenia. El eslogan es prometedor: ¡°Se buscan espectadores con el esqueleto duro, con sentimientos, deseos y recuerdos humanos¡±.
Estos premiados y muy reconocidos c¨®micos se adentran en la b¨²squeda de un territorio neutral de participaci¨®n que a la vez es met¨¢fora de la emergencia que vive el g¨¦nero donde se desenvuelven: ¡°Hay tiempos en los que una capa de niebla diluye los contornos, borra las se?ales, confunde la mirada, tiempos que te vac¨ªan los bolsillos, que te dejan exhausto, perdido, sin norte... y este es uno de esos tiempos que se hacen interminables¡±. Para cerrar la met¨¢fora, una imagen casi apocal¨ªptica: ¡°El Escenario Ambulante navega a la deriva por un mar de arenas movedizas. Va cargado de buenos deseos e indignaci¨®n. Desde el proscenio, Flavia La mujer bala, Walter El rojo y Alegre Nain El camale¨®n miran desconcertados el horizonte infinito¡±.
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