¡®C¨¢rcel de Larrinaga. La memoria cautiva¡¯
La muestra recoge fotograf¨ªas, documentos y objetos relacionados con los 100 a?os de historia de esta prisi¨®n bilba¨ªna
El diputado general de Bizkaia, Jos¨¦ Luis Bilbao, ha inaugurado este lunes la muestra "C¨¢rcel de Larrinaga. La memoria cautiva", que permanecer¨¢ en la Sala Ondare hasta el pr¨®ximo 26 de febrero. En el acto de presentaci¨®n han participado diferentes representantes institucionales y culturales. La exposici¨®n ha sido comisariada por Jimi Jim¨¦nez, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
La muestra presenta una selecci¨®n de fotograf¨ªas, documentaci¨®n y objetos relacionados con la C¨¢rcel de Larrinaga, planos de la construcci¨®n de la c¨¢rcel, fotograf¨ªas de presos, publicaciones y objetos relacionados con la prisi¨®n, actas, expedientes, libros de registro de detenciones e ingresos, as¨ª como la reproducci¨®n de un garrote vil y una celda.
La construcci¨®n de la c¨¢rcel coincide con el final de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), as¨ª como con la profunda centralizaci¨®n administrativa y legal que supuso la Restauraci¨®n Borb¨®nica (1875) -que tendr¨¢ como consecuencia para el Territorio la abolici¨®n de los Fueros en 1876, y la puesta en marcha en 1878 del Concierto Econ¨®mico-.
Este nuevo escenario, caracterizado por un modelo liberal de Estado, y la incorporaci¨®n de los movimientos sociales y pol¨ªticos surgidos al calor de la revoluci¨®n industrial, traer¨¢ consigo "importantes cambios socioecon¨®micos para Bizkaia", ha se?alado la Diputaci¨®n vizca¨ªna.
Los altos hornos, la construcci¨®n naval, las minas, el ferrocarril, los flujos migratorios, las relaciones comerciales -a trav¨¦s de la exportaci¨®n de mineral a Inglaterra, B¨¦lgica y Francia, etc.-, constituir¨¢n el entorno en el que se generen: las grandes fortunas vinculadas a la burgues¨ªa industrial -que conseguir¨¢n controlar la representaci¨®n pol¨ªtica del Territorio gracias a su poder econ¨®mico e influencia social-; el surgimiento del nacionalismo vasco como respuesta al sentimiento identitario; y el nacimiento del movimiento obrero como respuesta a las desigualdades surgidas en este complejo tiempo de cambio.
La construcci¨®n de la c¨¢rcel coincide con el final de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
El cambio de siglo supone para Bizkaia un importante impulso econ¨®mico por la repatriaci¨®n de capitales y personas tras la p¨¦rdida de las ¨²ltimas colonias espa?olas (1898). El estallido de la I Guerra Mundial y la posici¨®n neutral de Espa?a tambi¨¦n beneficiar¨¢ a la econom¨ªa vasca que, durante estos a?os, vivir¨¢ un aut¨¦ntico "boom" del sector naval.
El golpe de estado de Miguel Primo de Rivera en 1923 pondr¨¢ fin a la constituci¨®n de 1875, pero no acaba con la monarqu¨ªa de Alfonso XIII.
En este periodo se acentuar¨¢ la represi¨®n hacia los movimientos nacionalistas y obreros m¨¢s radicales -aberrianos, comunistas, anarquistas-, siendo tolerados los moderados -comunionistas y socialistas-.
Sin embargo, la Dictadura tambi¨¦n destruir¨¢ las bases sobre las que se hab¨ªa asentado el poder en Bizkaia y que hab¨ªan conseguido controlar la representaci¨®n pol¨ªtica durante el largo periodo de la Restauraci¨®n.
La II Rep¨²blica dibuja un escenario caracterizado por la rivalidad de la izquierda laica y la derecha cat¨®lica de ¨ªndole nacionalista.
Durante la Guerra Civil (1936-1939), Bilbao se mantendr¨¢ leal al gobierno republicano frente al golpe militar hasta que, finalmente, fue tomada el 19 de junio de 1937. Los a?os 40 traen consigo un tiempo caracterizado por una dura represi¨®n, una econom¨ªa sustentada en la autarqu¨ªa, el hambre y el racionamiento.
Con el final de la II Guerra Mundial Europa comienza a reconstruirse y la Dictadura franquista se consolida a nivel internacional. Bizkaia, se convierte en un foco de atracci¨®n de emigraci¨®n hacia una industria que requiere cada vez m¨¢s mano de obra.
La llegada de estos nuevos contingentes de personas, los conflictos laborales y la tradici¨®n de lucha de clases del Territorio har¨¢n que el movimiento obrero se reorganice en la clandestinidad, impulsando la lucha por los derechos de los trabajadores. "As¨ª mismo, el sentimiento identitario vasco desde la clandestinidad seguir¨¢ organizado, dando lugar a nuevas organizaciones como ETA", ha explicado la Diputaci¨®n.
Durante todo este espacio de tiempo, la c¨¢rcel de Larrinaga "acoger¨¢" entre sus muros a todo tipo de presos. Estos tendr¨¢n que convivir bajo las normas establecidas y con los funcionarios de la prisi¨®n, trabajar¨¢n en talleres ocupacionales, se organizar¨¢n por afinidades pol¨ªticas y personales, luchar¨¢n por su calidad de vida y contra la injusticia dentro de la c¨¢rcel, "y no ser¨¢n ajenos a lo que sucede m¨¢s all¨¢ de esos muros", ha concluido.
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