El ¡®C¨®dice¡¯ apareci¨® intacto porque se ocult¨® entre bolsas y peri¨®dicos

El Calixtino no sufri¨® aparentemente el menor deterioro durante el a?o que dur¨® su secuestro. Tal y como supuestamente lo rob¨® Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras del archivo de la catedral, apareci¨® en un garaje de Milladoiro (Ames) que el exelectricista de la Iglesia usaba como trastero. Si hubiera soportado ¡°cambios de temperatura y humedad bruscos¡±, ratific¨® ayer en el juicio ?gueda Guardia, una de las dos t¨¦cnicas que elaboraron el informe sobre el estado de conservaci¨®n tras ser recuperado el manuscrito, las miniaturas que decoran sus p¨¢ginas ¡°habr¨ªan transferido la tinta a la hoja contigua¡±.

Tras el rescate de la joya de la catedral de Santiago, no se hicieron estudios ¡°a fondo¡± de los pigmentos, reconoci¨® la experta, pero ¡°estaban perfectamente secos; no hab¨ªa corrimiento de tintas ni nada parecido¡±. Y en su opini¨®n hubieran podido seguir as¨ª m¨¢s tiempo gracias a que presuntamente el electricista eligi¨® para su cautiverio un envoltorio hecho con peri¨®dicos que a su vez iban dentro de una bolsa de pl¨¢stico. Para camuflar este paquete, lo habr¨ªa metido en una caja de cart¨®n y cubierto con sacos de cemento. La bolsa y la prensa ¡°proteg¨ªan¡± el C¨®dice de las circunstancias de aquel garaje, de lo contrario, coment¨® la testigo al letrado de la Iglesia, ¡°los pigmentos se habr¨ªan reblandecido¡±.

En la sesi¨®n de ayer, y cuando falta una semana para que acaben todas las pruebas del juicio, testificaron adem¨¢s varios clientes para decir que la esposa de Casti?eiras trabajaba mucho como costurera (la abogada quiere probar que el dinero incautado es fruto del esfuerzo de la pareja). Tambi¨¦n declar¨® el t¨¦cnico que instal¨® la c¨¢mara del despacho del administrador con la que se grab¨® al principal acusado entre 2010 y 2012 abriendo la caja fuerte y llev¨¢ndose fajos y documentos.

El testigo explic¨® que el administrador de entonces, Manuel Iglesias, le encarg¨® colocar ¡°una c¨¢mara oculta, con la alimentaci¨®n tambi¨¦n oculta y un visor de cuatro por cuatro cent¨ªmetros, dentro de la caja de electricidad¡±. El monitor para visualizar las im¨¢genes se esconder¨ªa en un armario. Adem¨¢s, instal¨® un sistema de automatizaci¨®n de luces que fue lo ¨²nico que reflej¨® en el albar¨¢n: ¡°No me pongas lo de la c¨¢mara porque no quiero que se sepa¡±, record¨® ayer que le exigi¨® el can¨®nigo. Este dijo la semana pasada que quer¨ªa descubrir por s¨ª mismo qui¨¦n robaba billetes a mansalva.