PSOE y PP usan espacios claves de Granada en su enfrentamiento

Los reproches son constantes entre los dos principales partidos pol¨ªticos en Granada. PP y PSOE viven instalados en la confrontaci¨®n a cuenta de cualquier asunto. En el pasado mes la bronca ha tenido importantes protagonistas: la Alhambra, el Albaic¨ªn y Sierra Nevada. No es novedad ni son los ¨²nicos afectados. Proyectos fundamentales como el Parque Tecnol¨®gico de Ciencias de la Salud (PTS) o infraestructuras como el AVE, el metro y la A-7 son claras muestras desde hace a?os de esa falta de entendimiento.

Sierra Nevada, en plena temporada, ha sido esta vez la protagonista. El Ayuntamiento de Monachil (PP) orden¨® el cierre del restaurante Borreguiles por motivos de seguridad. Cetursa, empresa p¨²blica que gestiona la estaci¨®n, niega esos riesgos y considera lo ocurrido un nuevo cap¨ªtulo de ¡°persecuci¨®n¡±. El asunto ha terminado en los tribunales.

Lejos queda ya el Pacto por Granada que los dos principales dirigentes, Teresa Jim¨¦nez (PSOE) y Sebasti¨¢n P¨¦rez (PP), firmaron en 2013 precisamente con la intenci¨®n de dejar fuera del debate pol¨ªtico temas de calado y trabajar juntos para buscar avances. Apenas dur¨® unos meses y, a la vista de los hechos, poco o nada queda de aquella intenci¨®n. Ya sea desde una Administraci¨®n u otra, el acuerdo parece inalcanzable para proyectos que de este modo se eternizan. Ni el AVE, ni el metro, ni el mism¨ªsimo Federico Garc¨ªa Lorca ¡ªa trav¨¦s del centro que debe albergar su legado y que lleva a?os cerrado casi finalizado¡ª se libran. No iban a ser menos la ¨²nica estaci¨®n de esqu¨ª del sur de Espa?a, ni la Alhambra y el Albaic¨ªn.

La pelea esta vez se ha producido por falta de documentaci¨®n. Seg¨²n la versi¨®n municipal, cuando se inaugur¨® la temporada se procedi¨® a revisar si el restaurante, uno de los establecimientos m¨¢s importante de la estaci¨®n, hab¨ªa cumplido lo que en verano se le solicit¨® ¡ªrelativo al gas y la calefacci¨®n¡ª. Al constatar con un informe t¨¦cnico que esa carencia continuaba, se iniciaron los tr¨¢mites y la medida de precintarlo se acord¨®, explica el alcalde F¨¦lix Rodr¨ªguez (PP), cuando se dio cumplimiento a todo lo preceptivo. En Cetursa, que depende de la Junta de Andaluc¨ªa, cuestionan esos tiempos y aseguran que desde hace a?os el Ayuntamiento de Monachil les somete a una ¡°inspecci¨®n sistem¨¢tica de las instalaciones¡± y que, a veces, incluso pide documentaci¨®n que debe constar en el propio Consistorio granadino.

A ra¨ªz de esta medida, PSOE y PP se han pasado una semana a la gresca. Los populares han llegado a pedir la dimisi¨®n de la consejera delegada de Cetursa, Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez. La acusan de ¡°considerarse por encima de la ley¡± al pretender, a juicio del PP, mantener abierto un establecimiento ¡°salt¨¢ndose la normativa¡±.

El PSOE ha exigido al PP que frene su campa?a de ¡°acoso y desprestigio¡± contra Sierra Nevada y quienes la gestionan. Los socialistas han considerado ¡°pat¨¦tico¡± y ¡°rid¨ªculo¡± el cierre ¡°injustificado y unilateral¡± del restaurante en d¨ªas de m¨¢xima afluencia y poco antes de que arranque la Universiada, una competici¨®n de universitarios.

Rodr¨ªguez niega un ¡°c¨¢lculo¡± de las fechas para hacer da?o a uno de los principales motores econ¨®micos de Granada. Y ante las acusaciones de ¡°desprestigio¡± para Sierra Nevada, dice que quienes le hacen da?o a la imagen son sus gestores a los que considera unos ¡°irresponsables¡± que ahora tratan de ¡°desviar la atenci¨®n¡±.

La pelea es un cap¨ªtulo m¨¢s de los muchos a los que est¨¢ habituada la provincia. Se critican, aunque se necesitan. De hecho, Cetursa ha puesto sobre la mesa que el 20% del presupuesto anual de Monachil procede de pago de tasas e impuestos de la estaci¨®n, seg¨²n el ¨²ltimo estudio de impacto econ¨®mico de la Universidad de Granada. Pese a ello, lamentan, el alcalde solo accede a la estaci¨®n desde hace dos temporadas para ¡°pedir dinero, y no a prestar los servicios municipales que requiere por estar dentro del t¨¦rmino municipal¡±. En su defensa, el regidor asegura que lo que trata de hacer es garantizar la seguridad de todas las instalaciones. Incluso los sindicatos han aludido al enfrentamiento pol¨ªtico entre Cetursa y el Ayuntamiento de Monachil.

La lista de desencuentros es, quiz¨¢, demasiado larga.