¡®Bubu¡¯, cari?o y memoria
El factor humano de Jos¨¦ Manuel Lara Bosch domina en su capilla ardiente
Fueron a visitar la capilla ardiente del ¡°editor gigantesco¡± (Ferran Mascarell, conseller de Cultura de la Generalitat); del ¡°gran emprendedor y gran espa?ol¡± (Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, ministro de Interior); de ¡°alguien fundamental para las letras y la lengua espa?ola¡± (Alberto Blecua, fil¨®logo), del ¡°creador de un holding empresarial familiar de los m¨¢s grandes del mundo¡± (Josep S¨¢nchez Llibre, diputado de CiU)... Pero en el tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona, el g¨¦lido viento que despejaba el cielo y lo dejaba en buena lid con el azul del mar que romp¨ªa contra el skyline de la ciudad parec¨ªa exigir algo m¨¢s del recuerdo del editor y presidente del Grupo Planeta, Jos¨¦ Manuel Lara Bosch, fallecido el pasado s¨¢bado a los 68 a?os de un c¨¢ncer de p¨¢ncreas.
La esquela familiar alumbraba el resquicio: ¡°Marqu¨¦s del Pedroso de Lara. ¡®Bubu¡±. Con la jornada, se iba perfilando: ¡°Fue mi padre pol¨ªtico; me ayud¨® much¨ªsimo en mis inicios, como hizo con algunos otros de diferente color¡± (Alicia S¨¢nchez Camacho, presidenta del PP-Catalu?a); ¡°evit¨® siempre la prepotencia y fue amigo y leal, un esp¨ªritu totalmente libre, mucho m¨¢s que algunos intelectuales que se creen libres; su perfecta y querida contradicci¨®n est¨¢ en las teles de las que era propietario: Antena 3 y La Sexta¡± (Beatriz de Moura, fundadora de Tusquets, ahora en el Grupo Planeta, y que le tuvo como ¡°socio clandestino en a?os dif¨ªciles y nunca nos lo hizo pagar; y tambi¨¦n era un gran lector y nunca fard¨® de eso¡±). ¡°?Saben que ten¨ªamos grandes diferencias pol¨ªticas, no? Pues siempre actu¨® con gran franqueza; se hac¨ªa apreciar y querer¡± (Artur Mas, presidente de la Generalitat)... Y el todopoderoso Isidre Fain¨¦, presidente de La Caixa, quiz¨¢ por ser amigo personal, se limit¨® a decir, cabizbajo, como si quisiera pasar de inc¨®gnito: ¡°Se preguntaba cada d¨ªa qu¨¦ hab¨ªa hecho bien y qu¨¦ hab¨ªa hecho mal, y qu¨¦ pod¨ªa hacer mejor; por su posici¨®n, ten¨ªa dif¨ªcil contentar a todo el mundo¡±.
Avanzaba la tarde y, como la sombra del ¨¢ngel de una de las tumbas del peque?o cementerio de Sant Gervasi, a los pies del tanatorio, se alargaba el lado humano del editor y empresario. Se iban abriendo los testimonios a lo emotivo ante los m¨¢s de 60 periodistas, con sus c¨¢maras y micr¨®fonos. No importaba el rango de quien se pronunciaba. Mauricio Pochettino, actual entrenador del Tottenham, pero 21 a?os en el RCD Espanyol, hablaba del cari?o con el que le trat¨® tanto ¨¦l como su entorno cuando eran ejecutivos del club blanquiazul: ¡°La familia Lara fue muy importante para mi familia¡±, repet¨ªa exprofeso concepto; hablaba tambi¨¦n de ¡°hombre familiar¡± S¨¢nchez Camacho, mientras la presentadora y escritora Marta Robles Luis quer¨ªa recordar que ¡°apoy¨® a todos los escritores, a los m¨¢s peque?os y a los m¨¢s grandes¡±. Y es que, en la distancia corta, era ¡°un hombre bueno¡±, resum¨ªa la ministra de Fomento Ana Pastor, que asegur¨® que lo hab¨ªa tratado ¡°much¨ªsimo¡±. Y, de hacer caso a la escritora Maruja Torres, tambi¨¦n desde era un buen tipo desde la distancia del escalaf¨®n laboral: ¡°Es la p¨¦rdida del empresario a la antigua usanza, emprendedor familiar pero con ambici¨®n internacional, con el que pod¨ªas o no compartir ideolog¨ªa, pero que daba trabajo y se volcaba con sus trabajadores, d¨¢ndoles protecci¨®n; ya no quedan empresarios as¨ª¡±.
Ingresaba Jos¨¦ Manuel Lara Bosch el pasado mi¨¦rcoles en la cl¨ªnica Quir¨®n ¡°y el jueves ya quer¨ªa volver al despacho, me ha dicho su viuda; era un hombre de gran vitalidad¡±, confirmaba el periodista Manuel Campo Vidal. Planificaba ya la semana pr¨®xima. ¡°Hasta el ¨²ltimo momento trabaj¨® y as¨ª hizo crecer su empresa: se pod¨ªa haber retirado con mucho dinero mucho antes¡ Espero que no sea el final de una ¨¦poca de gesti¨®n familiar¡±, apuntaba la exdirectiva y exeditora del Grupo Planeta y hoy agente literaria Silvia Bastos, de las escasas personas del mundillo literario no estrictamente vinculada a Planeta (si aparecieron las editoras de la casa Elena Ram¨ªrez o la sobrina Laura Falc¨®, e infinidad de autores: desde Pere Gimferrer a Lorenzo Silva, pasando por Nativel Preciado). Entre aquellos, Guillem d¡¯Efak, hombre de confianza de Carmen Balcells, una superagente ¡°muy, muy afectada¡±, admit¨ªa su brazo derecho. S¨ª, ya no estaba el gigante de la edici¨®n en Espa?a, el presidente del primer conglomerado editorial y de comunicaci¨®n espa?ol, octavo grupo editorial del mundo... pero que era capaz de pedir disculpas si pisaba en exceso a alg¨²n sello m¨¢s peque?o o de llamar "Monse?or" a su admirado (e hist¨®ricamente acosado) Jorge Herralde, editor de Anagrama.
El exconsejero de Econom¨ªa de la Generalitat del tripartito catal¨¢n Antoni Castells; el presidente de Telef¨®nica, C¨¦sar Alierta; altos directivos de la competencia como Fernando Carro, consejero delegado de Bertelsmann Espa?a, el presidente del Real Madrid y del grupo ACS Florentino P¨¦rez, que se abrazaba con la esposa del president Mas y despu¨¦s con el abogado Miquel Roca, los joyeros Tous¡ Cualquier poder en cualquiera de sus formas. No hab¨ªa distingos. Las coronas de flores en las apartadas salas de velatorio 1 y 2 eran testimonio mudo: dos del Bar?a y una del Real Madrid para un periquito confeso; de la compa?¨ªa Walt Disney y de la agencia Unipublic (encargada de la Vuelta Ciclista a Espa?a), de Editions Larousse, del PP (v¨ªa Mar¨ªa Dolores de Cospedal) y del bufet de Roca...
S¨ª, todos fueron a visitar la capilla ardiente del lince, del arquetipo del gran empresario espa?ol, pero sal¨ªan habiendo despedido a ¡®Bubu¡¯, como los nietos llamaban a su abuelo.
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