Desahucio en silla de ruedas
Parado el desalojo previsto para hoy en el Guinard¨® de una mujer de 37 a?os con una dolencia que paraliza su cuerpo
Mar¨ªa Goretti Guisande es la protagonista de una nueva pero at¨ªpica historia de desahucio. Esta ma?ana estaba previsto que fuera desalojada, pese a su complicada enfermedad cr¨®nica. Sin embargo, de momento el desahucio se ha parado gracias a la presencia de numerosos vecinos y activistas de 500x20 y la PAH. Gallega, de 37 a?os y residente en Barcelona desde los 18, Mar¨ªa ha sido diagnosticada con el s¨ªndrome de sensibilidad qu¨ªmica m¨²ltiple, un extra?o trastorno que altera progresivamente el sistema nervioso hasta paralizar su cuerpo por completo. En 2009 fue incapaz de continuar con su vida laboral. La falta de ingresos ha condicionado que, en octubre de 2013, dejara de pagar el alquiler de su piso, ubicado en la calle Sant Antoni Maria Claret.
En mayo del a?o pasado, se le envi¨® la primera de las tres ¨®rdenes de desahucio que recibi¨® en 2014. Todas las instancias fueron aplazadas por su historial m¨¦dico. Hasta el d¨ªa de hoy, que se pretend¨ªa hacer efectivo su desalojo. ¡°No se trata solo de perder el piso. Tengo una enfermedad compleja y todo lo que me rodea me hace da?o. El traslado a un hospital o a una pensi¨®n significa estar expuesta a un dolor continuo. Yo atravieso una lucha muy dura para sobrevivir cada d¨ªa, y no puedo aguantar un da?o a?adido¡±, explica la mujer desde su silla de ruedas con una mascarilla respiratoria. La respiraci¨®n se le corta en cada frase.
Lo que empez¨® con una fatiga cr¨®nica hace m¨¢s de diez a?os, deriv¨® luego en una fibromialgia severa. Cualquier est¨ªmulo auditivo, de tacto, olfato o de visi¨®n que ella reciba, desencadena una crisis corporal intolerable. Desde el sonido del tr¨¢fico hasta la respiraci¨®n de una persona. El olor de una colonia o el perfume de la ropa. Los textiles que roza e incluso un destello de luz le provocan un fuerte dolor interno que paraliza su cuerpo por completo.
El traslado a una pensi¨®n o a un hospital significa un dolor continuo
Mar¨ªa nunca ha recibido una paga por su enfermedad. Su abogada ha adelantado que ha iniciado un proceso judicial contra el Instituto Catal¨¢n de Evaluaciones M¨¦dicas (ICAM) y la Seguridad Social para que le declaren la invalidez definitiva. Seg¨²n la letrada, las instituciones mencionadas denegaron anteriormente la petici¨®n de invalidez por considerar el trastorno como una ¡°enfermedad invisible¡±, lo que significa que no se puede reconocer con las pruebas m¨¦dicas tradicionales. Sin embargo, los m¨¦dicos del Hospital Cl¨ªnic han valorado la incapacidad laboral que tiene Mar¨ªa a ra¨ªz de su enfermedad. Con estos antecedentes, la abogada ha iniciado un nuevo proceso judicial para el cual no hay fecha definida.
Mar¨ªa espera ser trasladada a un piso de protecci¨®n oficial, una turbia posibilidad frente a un escenario sin tiempo. Seg¨²n la Asociaci¨®n 500 x 20, plataforma que lleva el caso de la afectada, la Administraci¨®n ha comunicado que la mujer no entreg¨® la documentaci¨®n necesaria para la gesti¨®n del piso. Mar¨ªa alega estar incomunicada en su casa, sin tel¨¦fono de l¨ªnea ni Internet, de donde, adem¨¢s, no puede salir. Reclama que la Administraci¨®n no ha procedido debidamente para hacerle saber qu¨¦ papeles deb¨ªa presentar.
¡°?Por qu¨¦ esperan a unos d¨ªas antes del desahucio para decirme que no hay tiempo? Llevo aqu¨ª desde 2013 pidiendo ayuda. Es muy duro estar 24 horas, cada semana de cada mes, durante un a?o y medio sin poder hablar con nadie. ?Hago se?ales de humo para que me vean?¡±, reprocha la mujer.
¡°He escuchado al tercer teniente de alcalde, Antoni Vives, decir que todo el mundo tiene el techo garantizado en Barcelona. Me gustar¨ªa que me venga a visitar a casa, si es posible sin perfume, para que le recuerde sus palabras¡±, ironiza la gallega desde el oscuro y poco ventilado sal¨®n de su hogar.
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