¡°Siempre supimos que era un ¡®mangui¡¯¡±
El grupo L¡¯Odi Social, que hace 25 a?os public¨® el disco ¡®Que pagui Pujol¡¯, rememora su pelea musical
A la cita no acude Saina, el bater¨ªa. ¡°Que le disculpes, pero dice que os den por culo a ti, a EL PA?S y a todos los medios de comunicaci¨®n¡±, justifica el Gos (Barcelona, 1967) disculpando a su amigo. El Gos y el resto de la banda han llegado puntual al bar de la CGT. Y charla entre cervezas con el guitarra, Damned (Barcelona, 1963) y el Poly (Barcelona, 1967), el bajista de la hist¨®rica banda L¡¯Odi Social, un grupo imprescindible para explicar la historia del punk espa?ol y la lucha social barcelonesa de los ochenta.
Ellos fueron quienes publicaron en 1986 un single con cinco canciones titulado Que pagui Pujol, un disco que costaba 300 pesetas y por el que hoy se piden 300 euros en subastas de Internet, convertido en objeto de culto. Se plancharon mil copias en Pisa (Italia) para evitar tener que pasar las letras por censura. ¡°A los RIP les tumbaron una canci¨®n sobre el Rey¡±, recuerdan. ¡°Deber¨ªa haber 975 copias por ah¨ª, porque una tarde iba en Vespa y perd¨ª 25¡± se r¨ªe el Gos. 25 a?os despu¨¦s, con el expresidente de la Generalitat en los juzgados por fraude fiscal, resulta tremendamente actual aquel disco y, seguramente, lo sigue siendo la actitud vital de una banda singular.
La historia del grupo es la de una ¨¦poca en Barcelona, marcada por bares como Los Guarros frente a Santa Maria del Mar, conciertos de los Toy Dolls y Siniestro Total en el viejo Zeleste, peleas con skins en la puerta del Caf¨¦ Voltaire o en los Mensakas, recuerdos de las primeras casas ocupadas y de conciertos anfetam¨ªnicos en la Plaza del Canasto Volador de grupos juveniles llenos de rabia. Herederos de grupos como Frenop¨¤tics, Disturbio, Distrito V y, muy especialmente, de la Banda Trapera del Rio, L¡¯Odi Social no se hizo millonario con la m¨²sica ¡°ni tampoco lo quer¨ªamos¡± advierte Damned, pero es casi imposible para una generaci¨®n de catalanes no haberles visto tocar en fiestas mayores, centros sociales, ateneos populares, y hasta en el Palacio de los Deportes, en el hist¨®rico Nicaragua Rock, ante 10.000 asistentes.
¡°Ese festival nos abri¨® muchas puertas. Empezamos a subir a Euskadi, nos fuimos de gira a Alemania¡¡±, recuerda el que fuera guitarra del grupo. Compartieron escenarios con bandas de una fren¨¦tica escena punk-hardcore, como GRB, Kangrena, Subterranean Kids, Antidogmatics, Monstruaci¨®n Piorrea¡ Y en medio de todo, L¡¯Odi Social y su disco dedicado a Jordi Pujol.
¡°El d¨ªa que conoc¨ª a estos cabrones bajaba de un autob¨²s en Lesseps y me los encontr¨¦ en el Miki, los futbolines de la plaza. Yo ten¨ªa 17 a?os¡±, relata Damned. ¡°Me hab¨ªan visto en el Garaje de Sant Ram¨®n tocando la guitarra con el Boliche y el Gos me dijo: ¡°Tenemos un grupo, ?quieres tocar con nosotros?¡± Y yo avis¨¦: ¡°Qu¨¦ voy a tocar si no s¨¦ ni afinar¡±. ¡°Yo te ense?o¡±, me contest¨® el Poly¡± que se r¨ªe: ¡°Es que hab¨ªa sido boyscout y ten¨ªa algunas nociones musicales¡± dice con su caracter¨ªstica voz ronca. As¨ª naci¨® L¡¯Odi, primero como Odio Social nombre que surgi¨® de una entrevista a Dave Vanian cantante de The Damned, en Vibraciones, en la que explicaba que en su regreso a los escenarios hab¨ªa escupido todo su ¡°odio social¡±. ¡°Me gust¨® aquello y decidimos llamarle Odio Social al grupo¡± cuenta Poly. Fue la madre de Saina, el bater¨ªa, que les ced¨ªa muchas tardes la parte trasera de su tienda de comestibles para que ensayaran, quien les llam¨® la atenci¨®n por ponerse un nombre en castellano. ¡°No sou tan catalans? nos pregunt¨® un d¨ªa. Y vimos que ten¨ªa raz¨®n, as¨ª que pasamos a ser L¡¯Odi Social¡±.
L' Odi Social un grupo imprescindible para explicar la historia del punk espa?ol y la lucha social barcelonesa de los ochenta.
El 7 enero de 1986, en los estudios Marathon, grabaron y mezclaron cinco temas: Busca Busca, La fiesta nazional, Los cara de culo, Autob¨²s n? 13 y Gossos de Cuadra, llenas de frases como ¡°no m¨¢s milis, no queremos ser quien pague el pato¡±, ¡°asco dan sus caras cuando hablan del poder¡±, ¡°escuela canina de Vallvidrera, gossos de cuadra, que asco nos dais¡± , o ¡°no es un deporte, es un arte de matar, la fiesta nacional y su gente irracional¡±. En la portada, cuatro chavales saltan tornos en lo que se supone es una estaci¨®n de metro. ¡°La pe?a siempre se ha cre¨ªdo que ¨¦ramos nosotros pero la foto la sacamos de un fanzine antisistema, y es el metro de Par¨ªs¡± explica Gos.
¡°En la contra aparece Pujol pagando el billete de metro el d¨ªa que se estren¨® la nueva parada de Lesseps. La idea del ¡°que pagui Pujol!¡± se fragua precisamente como consecuencia de un aumento del precio del billete de autob¨²s. ¡°Nosotros ¨¦ramos currantes y rebeldes, as¨ª que nos neg¨¢bamos a pagar un servicio p¨²blico que consideramos deber¨ªa ser gratuito. Pujol ya era un corrupto no ten¨ªa las calces netes¡°, sostiene Gos. ¡°Siempre sospechamos de ¨¦l¡± a?ade Poly. ¡°No, no necesit¨¢bamos que el tiempo nos diera la raz¨®n, sab¨ªamos que la ten¨ªamos, siempre supimos que era un mangui. Las cosas han ca¨ªdo por su propio peso, al final ha confesado¡±, cierra Poly.
Si de algo est¨¢n orgullosos es de lo bien que se lo pasaron. No se hicieron millonarios, tampoco quisieron y siguen currando y tocando en diversas bandas. El grupo dej¨® de ensayar hace 10 a?os, pero saben que compartieron cosas con mucha gente. ¡°El rock radical catal¨¢n siempre existi¨® pero no se le dio la bola de la nueva ola madrile?a o del rock radical vasco¡± sostiene Gos. ¡°Tampoco quisimos, no quer¨ªamos saber nada, ni rock, ni radical, ni catal¨¢n ni hostias. ?ramos punkis y cuando nos vinieron a buscar de alguna compa?¨ªa, siempre la mandamos a la mierda¡± recuerda Poly. ¡°Conseguimos no pagar el local, y no nos costaba dinero tocar. Recuerdo que en un concierto a la Polla le pagaban medio kilo y a nosotros, 75.000 pesetas. Evaristo nos dio 25.000 de bolsillo para que lleg¨¢ramos a cien mil¡±. ¡°Viv¨ªamos como un grupo de verdad y lo pasamos genial juntos Y adem¨¢s hicimos algo que va m¨¢s all¨¢ de tocar. Yo al menos tengo la sensaci¨®n de haber colaborado en cambiar algunas cosas¡± explica Damned.
Activos en los movimientos alternativos ¨CPoly y Saina, por ejemplo, fueron detenidos en 1984 en la primera ocupaci¨®n de un inmueble en Barcelona- discrepan antes de contestar si la situaci¨®n del pa¨ªs ha ido a peor o no. ¡°Yo creo que s¨ª, que la cosa esta peor. Antes buscabas curro y lo encontrabas. Ahora los chavales de 18 a?os ya me dir¨¢s que perspectiva tienen y la represi¨®n sigue en la calle¡± dice Gos. ¡°Pues yo creo que estamos mejor. Jodidos, pero vivos y en la lucha. Nos hemos reafirmado en nuestras ideas, en nuestra manera de pensar y seguimos en la pelea¡± dice el Poly. ¡°?Te imaginabas que un d¨ªa ver¨ªamos a David en el Parlament?¡± pregunta Damned, hablando de David Fern¨¢ndez, portavoz de la CUP. ¡°Yo creo que se ha mejorado en mucho, pero a golpe de sangre sudor y l¨¢grimas. Mucho de lo que tenemos nos lo hemos ganado. Me queda ese orgullo, tocamos mil veces por mil cosas¡± sostiene Poly.
¡°En una cosa os doy la raz¨®n: nos dec¨ªan, ya cambiar¨¢n, son punkis porque son j¨®venes, cosas de la edad¡ pues no. Seguimos pensando lo mismo y seguimos busc¨¢ndonos la vida. Fuimos insumisos, luchamos contra el servicio militar obligatorio, y aunque muchos se quedaron en el camino, ocupamos, nos quejamos y nos rebelamos junto a pe?a como Serra, Sapo, Rana, Malalt, Fucker, Joni, David, Roger, y muchos m¨¢s con los que viv¨ªamos en la calle desde el activismo anticapitalista y antifascista¡± dice el Gos. ¡°Pues es lo que te digo¡± insiste Poly, que recuerda, lleno de positivismo: ¡°Pero antes ¨¦ramos 100 y ahora hay miles de chavales metidos en eso¡±.
¡°Lo que tendr¨ªamos que hacer es volver a tocar, a m¨ª me gustar¨ªa¡±, dice el guitarra. Los otros dos le dan la raz¨®n, pero hay un problema: Deben convencer al Saina. Llegados a la hora de los postres, los tres amigos desgranan an¨¦cdotas del verano que se pasaron grabando, del d¨ªa que en Vitoria deb¨ªan tocar en las fiestas de Hala Bedi con La Polla Records y Kortatu y a Dieguillo, el apoyo gasteiztarra del grupo, perdi¨® de vista al Saina. Lo recogieron en comisaria tras un peque?o incidente con una cuadrilla de blusas.
De pronto alguien levanta la mano y da una voz. ¡°Tra¨¦te unos carajillos de Florenci¡±, pide Bas, un colega presente en la comida. ¡°?Eso, un caraja de corrupto!¡±. El caf¨¦ con ron Pujol hace tiempo que dejo de ser un honorable. Mientras apuran el trago asoma por la televisi¨®n David Fern¨¢ndez hablando en el Parlament como presidente de la comisi¨®n de investigaci¨®n por el Caso Pujol. ¡°?Mira que camiseta lleva!¡±, dice Damned. Sobre el pecho del parlamentario de la CUP se lee: ¡°Punk not dead¡±.
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