El ser o no ser del amor
En 'L¡¯efecte¡¯, la inseguridad humana es un experimento de laboratorio
Para un sector de la ciencia, el ser humano es un laboratorio bioqu¨ªmico. Unos nanogramos de esto y la vida se pinta de rosa; unos nanogramos de aquello y un psic¨®pata se instala en el cerebro. Unos nanogramos de dopamina y el amor est¨¢ en el aire. La felicidad o infelicidad por ligeras variaciones en nuestro c¨®ctel de enzimas. Los cient¨ªficos s¨®lo han aportado material de debate ¡ªy respuestas¡ª a una duda ancestral sobre el origen de nuestras emociones. Para Shakespeare ese interrogante se concentra en una p¨®cima de las hadas. Para Lucy Preeble, la autora de L¡¯efecte, la inseguridad humana podr¨ªa caber en un vaso de pl¨¢stico con la dosis justa que marca un experimento sobre un nuevo antidepresivo.
L¡¯EFECTE
De Lucy Preeble.
Direcci¨®n: Carol L¨®pez.
Int¨¦rpretes: Nausicaa Bonn¨ªn,
Pau Roca, Montse Germ¨¢n y
Paul Berrondo. Sala Beckett. Barcelona, 14 de febrero.
Efectos secundarios: el amor que surge entre dos de los conejillos de indias. Un amor irracional entre dos individuos sin nada m¨¢s en com¨²n que haber cedido su cuerpo y su cerebro a la ciencia. Drogas y encierro. Una situaci¨®n que puede ¡ªo no¡ª sensibilizar en extremo a cualquier sujeto, en cualquier reality show. Preeble no se apunta a ese modelo. L¡¯efecte es una obra permanentemente matizada por un debate que nace de los mismos personajes, tanto de los protagonistas como del contrapunto que aportan la psiquiatra y el coordinador del experimento con su propia tensi¨®n emocional. Tesis y ant¨ªtesis imbricadas en las secuencias del drama. Interesante pero sin mucho efecto sobre el espectador, excepto en el ¨²ltimo giro de la trama, cuando se insin¨²a una relaci¨®n tan at¨ªpica como la de ?Olv¨ªdate de m¨ª! de Michael Gondry.
Carol L¨®pez encara el montaje con un tono ambiguo que se pega a los actores
Carol L¨®pez encara este montaje con un tono ambiguo, entre la frialdad cient¨ªfica del observador y el afecto por la tormenta de emociones que sacude a sus criaturas. Indecisi¨®n que arrastra a los cuatro int¨¦rpretes. Pau Roca (conejillo de indias 1), Nausicaa Bonn¨ªn (conejillo de indias 2), Montse Germ¨¢n (psiquiatra con pasado) y Paul Berrondo (cient¨ªfico con pasado compartido con psiquiatra) act¨²an con prevenci¨®n respecto a sus personajes. Todo muy correcto, pero sin que los neurotransmisores dram¨¢ticos fluyan entre ellos y sus emociones escritas. Se intuyen barreras que nadie quiere que est¨¦n all¨ª. Ni ellos mismos. En ocasiones caen y sube la intensidad de la propuesta: la mirada suave de Berrondo guardando el sue?o de una postrada Germ¨¢n; el delicado rid¨ªculo que vincula a los incipientes enamorados en su baile; la rabia que se le escapa a Bonn¨ªn por los ojos cuando se fuerza a reconocer la fragilidad del amor, de la noci¨®n del amor; cuando descubre que la mayor amenaza es el d¨ªa despu¨¦s de dejar de estar enamorado y que esa proyecci¨®n hacia un futuro fracasado puede ser un sentimiento tan poderoso que no lo mitiga ni la dopamina.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.